You're Not For Me || 2Jae ||

Capitulo 42

Todo empezará de nuevo, nosotros lo haremos... Reiniciaremos está historia.

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Era cierto, la casa a la que se mudaron no quedaba tan lejos de la de los señores Im, ni tampoco de los señores Kim, inclusive se podría decir que ambos se ubicaban en la misma calle. Jaebum y Youngjae estaban alegres de tener por fin un lugar al que podrían llamar hogar. No se podía decir que la casa era grande, pero si que ofrecía un acogedor ambiente, y eso lo comprobaron cuando pasearon por todas las habitaciones del lugar. Sólo era una casa de una planta, teniendo prácticamente tres habitaciones, una cocina, un jardín trasero, una sala de estar y otra habitación que vendría a ser el estudio de Jaebum. Todo ya estaba planeado ante los ojos del Alfa, sólo faltaba la llegada de sus bebés para que verdaderamente puedan llamar "hogar" a esa casa.

- Esta muy bella... es mejor de lo que espere.- Youngjae sonreía admirando  todo por dentro.

- Si, Baekho y mamá me dijeron que sería perfecto para ti, que te gustaría y sin dudar, acertaron.

Los brazos del Alfa rodearon por atrás la cintura de su Omega, este no se sorprendió, pues Jaebum ya venía haciéndolo hace mucho y no dudo en colocar sus manos por encima de las de su novio.

-Gracias Bumie... - susurró el menor. El mencionado nego.

- No, gracias a ti, a ustedes... Realmente te has convertido en una inspiración, es mi motivo a ser alguien de bien.- cada palabra pronunciada por el Alfa fue grabada por Youngjae, este se encontraba feliz de todo lo que hacia su esposo por ellos.

Jaebum estaba cambiado ante los ojos de su Omega y Youngjae estaba aprendiendo a amarlo ante los ojos de su Alfa, cada uno era feliz con lo que veía, pero, ¿Cuánto duraría esa máscara?

Jaebum tendría que decir una verdad. Después de todo, Youngjae tendría que saberlo de alguna forma y la manada también.

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- No debiste reaccionar asi- le regaño la señora Im.

-Tu bien sabes por que lo hice.

-Algun día tendras que decírselo.

-Eso no pasó... Aquí no pa-

-Tienes que decírselo algún día, Dongyul.

-¡No pasó nada!- contestó el Alfa, tratando de ignorar a su omega- Yo no sabía que el Omega resultaría siendo Youngjae, tu sabes  bien que el tenía que ser Alfa-  mintió.

- Pero todo lo planeado resultó mal, lo se, pero ahora ellos están enamorados y si tu no se lo dices, ni tampoco ellos, yo lo haré. Ese chico no merece tal sufrimiento.

- No te atrevas Hye- la amenazo- Tu estuviste el día en el que ellos regresaron con los niños, los aceptaste y...-

-¡Pero yo lo hice por compasión! ¡Nunca fue con intenciones de venganza o algo parecido!- gritó la mujer, alterando de esa forma a su esposo. Este respiró unas cuantas veces agitado y contó hasta diez para así no perder el control.

-Todo lo hice por ella, ellos se la llevaron, la mataron, debían de pagar, y el niño tampoco recordaba algo de su pasado, mucho menos la niña.

La Omega suspiro y bajo la mirada, su esposo nuevamente hablaba de aquel tema... ese tema que ella creía que estaba cerrado.

-Esos niños no merecían eso, ellos tampoco merecían regresar y tu no tenías por que hacer un trato con alguien que sólo regreso para esconderse de la otra manada- la Omega se levantó y salió de la habitación. Hablar del pasado a veces le traía muchos sentimientos negativos. Ella sabía que también era cómplice, pero no podía hacer nada, en ese tiempo todavía no era una mujer tan independiente como ahora.

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Los meses pasaron y el clima cambio. Lo que antes era una familia totalmente unida, ahora sólo eran tres integrantes; los señores Im vivían junto a su hija, la única que había decidido quedarse. Claro que todos los hijos se reunían en ciertas ocasiones para la cena, pero esa noche no fue así. Esa noche todos amanecieron en la sala de espera de un hospital...

-¿Cómo están?- el señor Im fue el primero en acercarse a Mark y preguntar por su nieto. El ahora padre sonrió como nunca antes lo había hecho y asintió.

Todos respiraron con tranquilidad después de gran noticia, y es que en las últimas semanas Jinyoung tuvo problemas, los calambres se hicieron más fuertes y las contracciones comenzaron a aparecer mucho antes del parto, sin contar que al ingresar aquella noche al hospital, le habían informado a Mark y a toda la familia Im, que el bebé tenía que nacer ya, que posiblemente el cordón umbilical lo estaría ahorcando, y todo porque la cesarea debió darse dos días atrás.

- Es un niño fuerte. Jinyoung está descansando en estos momentos- Mark hablaba con mucho orgullo, demasiado para decir verdad, ni siquiera lo habían visto así de feliz el día que logró firmar con una disquera que promoveria sus músicas. Esto definitivamente era mucho mejor que vender música o hacerla, eso pensaba Mark. Y así fue como todos empezaron a saludarlo, Baekho le dio un abrazo, Minki le entregó un pequeño obsequio y Yeji sólo gritó emocionada mientras abrazaba a su hermano mayor.

-Felicidades- musito Jaebum una vez que se encontró rodeando a su hermano en un caluroso y bien merecido abrazo.

Youngjae también lo felicitó, no obstante, el abrazo tuvo que ser corto, pues Jaebum andaba más celoso que antes y no permitía que muchos Alfas tocaran a su Omega de ya cuatro meses de gestación. Su barriga no era tan grande, pero si lo suficiente como para cargar dos bebés.

Pronto el doctor anunció que podían pasar a ver al paciente. Jinyoung sostenía a su pequeño Hyunjin entre sus brazos, mientras este succionaba con ahínco de su pecho. Jaebum y Youngjae se tomaron de la mano hasta llegar a ellos y observaron con determinación al sobrino del mayor. Era muy bonito, sin contar que el recuadro familiar que formaban era muy tierno.

Esta vez, Youngjae fue el primero en felicitar a la pareja y en mimar al recién nacido. Mientras que Jaebum sólo pensaba en que muy pronto el sería el que estaría sonriendo, el que vería a sus bebés, y quien hablaría con mucho orgullo de sus cachorros. Muy pronto estaría en el lugar de Mark y Youngjae en el lugar de Jinyoung.

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-¡Tenemos que atacar ya! ¡No podemos esperar un año o dos!- el grito de Jackson hizo eco en toda la habitación y ocasionó algo de molestia en el otro Alfa, quien sólo se dedicaba a beber de su lata de cerveza.

-No grites, mocoso, te oigo perfectamente.

- Tenemos que atacar desde ya, ellos ya han sospechando de ustedes, desde el ataque a esa Alfa los entrenamientos para los Alfas, Omegas y Betas se han ido intensificando, y está vez es obligatorio... ¡Tenemos que atacar antes que ellos se fortalezcan!- gritó lo último con temor... temor de que sus palabras se hicieran ciertas.

- Lo se, pero quiero recuperar a mi hijo y a su cachorro, una vez que traigas a ese Omega podremos atacar con todo.

Jackson entre abrió su boca y pensó mucho antes de decir aquello que ya temia.

-Youngjae es... ¿es su hijo?

El hombre sonrió y asintió.