You're Not For Me || 2Jae ||

Capitulo 38

Ahora es cuando me doy cuenta de todo, cuando por fin he abierto los ojos y entiendo el por que de tu daño... cuando veo con claridad la razón de tu traición.

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-Y... y ella, ella dijo que había encontrado a otro Omega más lindo que yo, mu-mucho m-mas tierno y... y yo que-quede... sólo. - el chico no dejaba de llorar y de tratar de sorber sus mocos, y es que el Omega jamás se había sentido tan solo, no desde que inició una relación con su perfecta novia, sin embargo, está lo había terminado esa misma mañana, diciéndole que ya no lo quería, que no sentía lo mismo, que había conocido a alguien más y que lo mejor era terminar.

Jackson sólo observaba y analizaba sin decir nada, el no era bueno para aconsejar, tampoco era bueno en entender relaciones ajenas cuando ni siquiera contaba con una propia.

-Y-y... Y lo peor fue que estábamos a punto de cumplir un año de noviazgo, ella sería mi Alfa y yo su Omega... for-formariamos una familia, tendríamos cachorros y-y... le haría feliz.

Wang arrugo su entrecejo y dio leves palmadas en la espalda del Omega.

-Tal vez ella no era para ti- y definitivamente el chico de cabellos negros no era buen consejero, pues Jonghyun comenzó a llorar con más fuerza, escondiéndose en el pecho de su contrario, tomándole poca importancia al momento tan íntimo que estaban compartiendo y a la imagen que ambos daban a la sociedad. No obstante, a Jackson no le importaba las personas de aquella manada, no le importaba la impresión que daba, no le importaba nada más que estar al lado del chico de rico aroma. En cambio, Jonghyun no lo sabía por completo o tal vez no le importaba, pero se encontraba muy cerca de un Alfa que tenía acceso directo a su cuerpo, demasiado para el gusto de cualquier chico despechado que sólo buscaba consuelo, nada más que eso.

- Y-yo... Oye, amigo- la mirada del Omega se levantó y fue en ese momento que Jackson logró perderse por completo, fue en ese momento que su corazón comenzó a latir con tal rapidez que podía bien compararse con algún tipo de arritmia... Fue en ese momento que su lobo le dijo que el chico que tenía al frente suyo iba a convertirse en su Omega, en su compañero, en aquel que le de cachorros.

-¿Q-que sucede?- Jonghyun aún se mantenía aferrado al cuerpo de su contrario, aún seguía esperando que este hablará, pues había contado los segundos y ya iba por el minuto y medio sin decir algo- O-oye...-

Jackson no lo aguanto más y sólo se levantó de la banca, dejando sin apoyo alguno al Omega y ocasionando que este cayera.

- Lo siento, no... no puedo...- se encontraba nerviso, pero aquello no impidió que corriera lejos del parque y de ese chico de bonitos ojos, de bonito rostro, de delicioso aroma y de labios irresistibles. Sabía que estaba haciendo mal, su corazón que latía fuerte le decía que NO y su lobo que le gritaba que regresará, por igual, pero Jackson quería creer que los latidos se debían al esfuerzo que había hecho al salir corriendo de parque y que su lobo sólo se había confundido.

Quería mentirse a si mismo.

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-Ho... La...- sus manos se encontraban apoyadas sobre la piel suave y delicada de su Omega, quería más contacto, pero por ahora ese tipo de cariños era el que demostraba su amor, no sólo a su esposo, tambien a sus pequeños.

- Ya deja de decirlo todo lento, ellos aún no entienden, ni siquiera creo que te escuchen.- se burló el Omega, apartando a su esposo de su vientre y cubriendolo al instante.

Jaebum hizo un puchero y se apoyó suavemente en el vientre ajeno. Youngjae rio ante los intentos de su esposo por sentir o hacerse notar ante sus hijos. Era cierto que el Omega ya podía sentirlos, incluso ya había creado un vínculo con ellos, pero el Alfa no podía sentirlos hasta el quinto mes y su presencia era prácticamente ignorada por sus hijos. Aquella era la razón que ahora lo llevaba a querer hacerse notar, sin embargo, era algo imposible al ver el vientre aún plano de Youngjae.

Por otro lo contrario, Jae miraba con admiración a su esposo, todo había cambiado desde que regresaron de la iniciación. Jaebum había comenzado a estudiar para el examen de admisión que era en menos de un mes, tambien continuaba con su entrenamiento y cuando le alcanzaba el tiempo, realizaba una reunión para mantenerse al día de todo lo sucedido en su manada. Su padre le ayudaba en alguna oportunidades y si era posible, Baekho también.

-¿Tienes reunión hoy?- Jaebum asintió sin dudarlo. A pesar de todo, de los cambios, de la responsabilidad que estaba asumiendo el Alfa líder y demás procesos, eso no impedía que muchas veces estuviera lejos de su familia, de Youngjae y de sus hijo. El Omega se sentía sólo muchas veces, pero reemplazaba aquella soledad con algún buen libro o buscando nombres especiales para bebés, cosa que lo distraia hasta la llegada de Jaebum.

-¡Youngjae!- aquel llamado lo obligo a bajar la mirada y ver a su esposo.- ¿En qué tanto piensas?- el Alfa había estado hablando y pensando que en cualquier momento su Omega lo callaria, pero este no dijo nada, cosa que lo llevo a levantar la mirada y encontrase con Youngjae perdido en su mundo, perdió en todo el sentido de la palabra.

-¿Por qué decidiste aceptarnos... Aceptar que serías padre, que yo daría cachorros y no mi hermana? ¿Por qué aceptaste que yo te gustó?- aquello definitivamente no se lo esperaba. Youngjae lo miro decidido y es que el tampoco le había dicho el porque de su nuevo actuar. Sólo había hecho las cosas bien. No obstante, el Alfa sabía que en cualquier momento se lo preguntarian, tal vez otra persona, o tal vez el mismo.

- No soy gay-  fue lo primero que se le vino a la mente y lo primero que dijo. El Omega fruncio el ceño y apartó la mirada lo más rápido posible. Pero Jaebum no iba a permitirse a si mismo hacer sentir mal a su compañero, por lo que tomo la mano de este y con la otra lo tomo de mentón - pero no puedo negar que siento atracción por ti, Youngjae, no puedo negar que te quiero, que te deseo, que amo tu hermosa personalidad y que me arrepiento tanto de haberte tratado tan mal, de haberme comportado como un total imbécil contigo. Tal vez no sea la respuesta que hayas esperado o tal vez no soy el chico que tu estés esperando tener para el resto de tus días, pero te amo, amo todo de ti y no me importa nadie más que tu y los bebés - la sonrisa de Jaebum casi podía parecerse a la de un ángel, Youngjae lo pensó así y todos en general podían comparar a aquel hombre con perfección, pero para el Alfa, el de cabellos rubios era el ángel, su ángel, su perfección, su todo.

-¿Y no tuviste algo con mi hermana?- esa pregunta también salió de la nada, pero fue la que jamás logró anticipar. Jaebum sólo detuvo las caricias que iba proporcionando y medito un poco antes de decir algo idiota. Sabía que su Omega estaba en una etapa muy delicada, tenía que mantenerse sin estrés y sin problemas que abrumaran su vida. Por lo tanto, el mintió.

- No. Después de casarnos, Rose se convirtió en mi cuñada, nada más que eso- las palabras no convencieron al Omega, pero no podía decírselo a su esposo, prefería callar y sonreír como siempre lo había hecho.

- Te amo- pronunció el chico rubio, esperando la misma respuesta.

- Yo también te amo- le contesto el Alfa sonriendo a más no poder.

Jae podría ser algo inocente en muchos temas, incluso podía decir que su cariño por Jaebum ya no era un simple cariño, si no un amor profundo, pero a pesar de todo, el menor no era idiota.

Las mentiras se acaban con el pasar de los años, meses, días, horas, minutos...¿Cuánto puede durar una mentira?, O mejor dicho, ¿Cuánto puedes aguantar el mirar a una persona sabiendo que te está mintiendo? Tal vez para Youngjae podría ser una eternidad, pues eso significaba que no había nada de por medio que esconder, sin embargo, para Jaebum era menos que una eternidad, mucho menos que unos años, mucho menos de lo pensado.