Epílogo

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[Cuatro años después; narrado por Jaebum]


Los aplausos iban al compás de la música y del canto de todos nuestros conocidos. Youngmin y Jinhwan sonreían mientras miraban con deseo su pastel de chocolate que tanto nos habíamos esforzado en ir a comprar.

Youngjae estaba detrás de nuestros hijos, mientras que yo lo abrazaba por la espalda y observaba por encima del hombro de mi esposo como nuestros pequeños soplaban las velas.

Todos terminamos aplaudiendo y lanzando confeti en celebración de los seis años que iban cumpliendo nuestros, ahora, no tan bebés.

-Felicidades, mis amores.- susurró mi esposo, agachandose un poco para abrazar a nuestros gemelos y darles muchos besos en el rostro.

Poco después el se separó y con ayuda de Jinyoung y Minki se marcharon en busca de utensilios para repartir las respectivas tajadas del pastel. Fue en ese momento que aproveche para cargar a cada uno de mis hijos y darles un beso y un claro "Felicitaciones". Ellos sólo me agradecieron, pidiendo al instante que los dejará en el suelo para que regresarán a jugar con sus primitos.

Reí ante las ocurrencias de mis hijos al verlos empujarse uno a otro.

Había transcurrido muchas cosas en estos últimos años. Desde mi promesa, no tan vacía, todo había cambiado. Regrese a vivir con mi familia, al principio crei que todo se iría a pique, que terminaríamos mal, pero Youngjae se encargó de que no fuera así, el me devolvió mi confianza. Poco después fui yo quien se propuso a si mismo ser el encargado de reconstruir a mi familia.

Las cosas nunca habían sido fáciles, siempre dice que si no hay dolor o esfuerzo, el resultado no vale, pues definitivamente tuve que esforzarme mucho para volver a caminar y hacer los ejercicios que el doctor me había recomendado.

Fue un día de septiembre, hace dos años atrás, en el que deje de utilizar la silla de ruedas, recuerdo haber despertado como cualquier otro fin de semana; sin embargo, no fue así cuando Youngmin y Jinhwan llegaron a mi habitación y se lanzaron encima mío, aplastando mis piernas en el proceso; sentí dolor. No me ilusione mucho al sentir aquello, pues el doctor había insistido en que el sentirlas no me harían caminar de nuevo. Y fue entonces que al terminar de mimar a mis hijos, intente levantarme, colocarme de pie y caminar como cualquier otra persona, a pesar de que temí al principio, eso no impidió que me sostuviera, que mis piernas sostivieran mi peso. Fue ahí que comencé a avanzar ante la mirada expectativa de Youngjae y de mis hijos. Ellos gritaron de emoción y pronto me abrazaron.

Fue un gran día, no sólo aprendí a caminar nuevamente, sino que lo hice al lado de las personas que yo más amaba en este mundo y las que nunca se cansarian de mi, muy al contrario, me apoyaron y siempre me incentivaron a continuar, a pesar de los problemas emocionales que se desataban dentro de mi y de los problemas que muchas veces yo mismo empezaba, pero de que igual forma, me encargaba de solucionar.

Ya de por sí sabía que el tener una familia era algo maravilloso, pero tener a Youngjae y a los niños era un regalo más que especial que jamás rechazaría. Yo los amaba, ellos eran mi vida y muchas veces me lamento el no poder haberme dado cuenta desde antes, tener que haber pasado por tantas cosas para recién darme cuenta de lo que en verdad era el amor, de lo que en verdad deseaba, y estaba claro que Youngjae y los niños era lo que yo deseaba en verdad.

-¿En qué tanto piensas, mocoso?- el brazo de Mark rodeó mi hombro y pronto salí de mis ensoñaciones para darle paso a la realidad.

You're Not For Me || 2Jae ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora