𝟎𝟒. 𝐍𝐎𝐒𝐓𝐑𝐀 𝐂𝐈𝐓𝐓𝐀̀.

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Íbamos en el coche de Jack hacia la parte este de Brisbane, donde se encontraba el escondite o lo que fuera donde estuviera el Jnum. No me lo pensé dos veces cuando Luke me dijo que ese hombre quería verme, no me importa arriesgar mi vida si es por ella.

-¿Falta mucho?-Preguntó Michael.

-Estamos llegando, y por favor os pido que no soltéis ni una puta grosería de las vuestras porque no os pienso salva el culo.- Dijo Jack mirando a Luke, que era el que normalmente decía todo lo que venía en gana, tuviera las consecuencias que tuviera.

Los cinco minutos de camino restantes los pasamos en silencio, la tensión iba aumentando y a mi se me estaba acelerando el corazón a una velocidad de miedo. 

El coche de paró enfrente de una verja enorme, Jack puso su huella y se abrieron para nosotros poder entrar. Eso no era un escondite, era una jodida mansión. Nos bajamos del coche y seguimos al hermano de Luke hasta la puerta. Todos menos el rubio estábamos temblando de miedo, realmente esto era una locura que me pertenecía a mi, pero los chicos fueron quienes quisieron acompañarme.

Fuimos hasta un enorme salón, donde nos indicó un hombre grande y con un arma que nos sentáramos en el sofá. 

A los cinco minutos, entró un hombre con un traje burdeos, ojos azules, pelo negro y bastante alto.

-Jefe.- Dijo Jack.

-Jack.- Saludó.- ¿Quién es el chico?

-Jnum, este es Ashton.- Suspiró Jack, a lo que yo me levanté.

-Hola, Ashton.-Me indicó su mano para apretarla.-Supongo que sabrás quien soy.

Asentí.

-Bien, Jack me explicó que todo esto tiene que ver con Sergey Donovant...-Hizo una pausa.- Y debo decirte que Nostra città , no nos llevamos para nada bien con  Blut stieg auf, se pasan los días jodiendo donde pueden, incluso pisando nuestros territorios. Así que, estamos dispuestos a ayudarte con todo esto con tal de hacerlos desaparecer del mapa.-Respiró un momento.- Cuéntame Ashton, ¿qué es lo que ha pasado exactamente?

Volví a asentir. Nostra città era la banda del Jnum, la cuál tiene ese nombre por la protección que le brinda a todos los ciudadanos.

-Gracias, Jnum.-Le dije y seguidamente le conté hasta donde sabía.

-Ragazzo, llámame Lorenzo.- Empezó diciendo.- Bien, sabes que hay una condición para que te ayude, y es que me des algo a cambio después de todo.- Miró alrededor.- Venid conmigo.

Todos nos fuimos detrás de él hasta un cobertizo que había tras la casa. Estaba todo lleno de ordenadores, equipos que ni siquiera tenía idea de para qué servían, sillones donde había como diez o quince hombres sentados, armas y un enorme panel donde había colocadas fotos de Sergey, y supongo que de toda su banda. Algunos tenían sus caras tachadas, así que supuse que los había hecho desaparecer.

-Jnum.- Dijeron los hombres extrañados mirándonos a nosotros.

-Chicos, tenemos tarea.- Dijo Lorenzo.- Los bastardos alemanes han conseguido que Alana vuelva a los brazos de Donovant, y creemos que ha hecho desaparecer al marido de ella junto a su hija.

Todos se pusieron a sus puestos, mientras cuatro hombres se acercaron a su jefe cuando este les hizo una seña. 

-Andrea y Marco, tenéis que seguir a Kyle.- Comentó Lorenzo y se giró a los otros dos.- Y ustedes, Paolo y Vicenzo, debéis de seguir a Donovant. Tenéis que conseguir saber cualquier cosa que tenga que ver con esta chica.- Les entregó la foto de Chiara.

Los hombres asintieron, cogieron sus armas y salieron del cobertizo.

-Bien, Ashton.- Se dirigió hacia mi.- ¿Qué tienes en mente darme a cambio de encontrar a tu chica?

-Quiero trabajar para usted, Jnum.-Declaré. 




𝐍𝐎𝐒𝐓𝐑𝐀 𝐂𝐈𝐓𝐓𝐀́ | 𝐀𝐒𝐇𝐓𝐎𝐍 𝐈𝐑𝐖𝐈𝐍 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora