𝐍𝐎𝐒𝐓𝐑𝐀 𝐂𝐈𝐓𝐓𝐀́ | 𝐀𝐒𝐇𝐓𝐎𝐍 𝐈𝐑𝐖𝐈𝐍 |

𝟎𝟗. 𝐓𝐄 𝐂𝐎𝐍𝐎𝐙𝐂𝐎.

Chiara's POV

Ha pasado una semana desde el día que fui a la consulta y mi padre me pilló. Dos días después, vino a pedirme perdón por como se comportó y sabía que no lo había hecho queriendo, aunque me explicó que antes del accidente había sufrido mucho por ciertas personas y no quería que eso volviera a suceder, así que decidí hacerle caso e intentaré no recordar nada. 

Igualmente eso no iba a quitar la intriga que tenía por saber qué era lo que había pasado, quizás le pueda pedir ayuda a Dirk. Lo consideraba un amigo, ya que solo tenía confianza con él y, aunque le costaba tratarme como a una persona normal y no como si fuera su superior, me ayudaba en lo poco que ocurría conmigo.

-Chiara, tengo que acompañarte o si no tu padre me matará.- Resopló Dirk.

-Oh vamos, Dirk.-Hice un puchero.- Puedo salir sola, no me va a pasar nada.

-No pienso dejarte sola y no hay más que discutir, señorita.

-Y si...- Me acerqué y pestañeé muy rápido.- ¿Me acompañas a la cafetería y te quedas en la puerta? Así también me vigilas pero con distancia.

-Está bien- Suspiró.- Pero no pienso quitarte la mirada de encima y, muchísimo menos, ni se te pase por la cabeza de acostumbrarte a esto.

-¡Bien!- Le abracé saltando como una niña pequeña, a lo que él soltó una  carcajada.

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-Ten cuidado, aunque te voy a estar viendo.- Dijo Dirk mientras me bajaba del coche.

-Que si, tranquilo.

 Me adentré dentro de la cafetería y recordé por qué era mi favorita. Las paredes eran de un color marrón pastel, sus adornos también eran todos color pastel y tenían fotografías de los empleados con sus clientes más fieles. Hay que decir que los empleados son muy buenas personas e irradian muchísimo amor, era normal ya que es un negocio familiar.

-Hola, Chiara.- Saludó Diana, era la dueña del local junto a su marido.- ¿Lo de siempre?

-Lo de siempre.- Sonreí. -¿Cómo va todo?

-Muy bien cariño, como siempre.- Sonrió.- ¿Y tú? Llevas como dos semanas sin venir por aquí.

-Bien, he estado ocupada.- Mentí, realmente estaba preocupada por lo de los sueños que tenía.

-Me alegro, chica.- Me tendió mi batido de chocolate.- Son cinco dólares.

Se los tendí y me despedí para coger uno de los libros de la estantería que tenían y sentarme en un puf tranquila. Miré hacia la puerta y vi que Dirk me miraba de vez en cuando.

Empecé a leer el libro, se llamaba "Hush Hush", me había leído la saga como cuatro veces, se notaba que era mi favorita.

Llevaba un rato absorta en el libro, pero el sonido de la pequeña campana encima de la puerta llamó mi atención. Miré hacia ella y entró un chico que iba tapado con una capucha, supongo que sería porque andaba lloviendo. Se acercó a la barra a hablar con Adam, el marido de Diana, se quitó la capucha. Tenía el pelo rizado y teñido de rojo, pero no lograba verle la cara. Cogió su café y se giró.

Era el chico que aparecía en mis sueños.

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Ashton's POV

Estaba dando un paseo por la ciudad cuando comenzó a llover, así que cogí dirección hacía la cafetería de los padres de James, uno de los chicos con los que iba a clase en secundaria. No solía venir mucho, pero hoy mientras escampaba y se pasaba un poco el frío, me pasé a por un café.

-Hola, Adam.- Saludé al hombre que estaba detrás del mostrador.

-Hola, Ashton.- Sonrió.- ¿Qué te apetece?

-Un café con leche, por favor.

-Marchando.

Durante los cinco minutos que tardaba en hacerse el café, me estuvo preguntando sobre mi familia y demás. Cuando me lo entregó, le pagué y me senté al final del local a mirar mi móvil mientras me tomaba el café.

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Habían pasado como veinte minutos y sentí la presencia de alguien a mi lado, así que levanté la vista. Juraría que mis ojos serían más grandes que dos platos, que mi cara estaba blanca y, mis ojos estaban rojos.

-Perdón por molestarte pero...Eh, oye, ¿estás bien?-Preguntó bastante preocupada.

Reaccioné e intenté calmarme.

-Eh si, si, lo siento.- Suspiré.- ¿Qué necesitas?

-De veras siento molestarte, pero creo que te conozco de algo.- Hizo una mueca y se puso un mechón de pelo detrás de la oreja.

Estaba preciosa, igual que siempre. Su pelo rizado estaba más largo que antes, le quedaba por la cintura. Sus ojos verdes mostraban algo así como entusiasmo. Estaba controlándome por no lanzarme a abrazarla y besarla.

-¿Si? Pues no sé.- Me rasqué la nuca. Quería decirle que si, pero los chicos me dijeron que tenía que actuar como si no la hubiese visto en mi vida.

-Oh.-Ahora el entusiasmo de sus ojos, desapareció, dando paso a ¿tristeza?- Lo siento, entonces. Fallo mío.

-No importa.- Sonreí.

-Bueno, siento la interrupción. Adiós.

-¡Espera!- Le cogí del brazo y se dio la vuelta.- Si quieres podemos conocernos, como amigos, claro.

-Eh, no creo que sea buena idea...

-Ashton.

Sus ojos se abrieron como platos.

-Ashton, no tengo tiempo para tener amigos.- Hizo una mueca.- Aunque si quieres, podríamos darnos los números.- Sonrió.

-Claro, no hay problema.

Nos intercambiamos los números y en ese momento, Adam la llamó.

-Chiara, aquí preguntan por ti.

Me asomé por la esquina de la pared, a la vez que Chiara.

-Joder, mi padre. Adiós, Ashton.- Salió corriendo.

Sabía que Donovant estaba ahí y me conocía, así que me dispuse a salir por la puerta de atrás para que no me viese.

-Quieto ahí, chico.