𝐄𝐏𝐈́𝐋𝐎𝐆𝐎.

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8 años después.

Paso mi mano por el mármol, como si ese gesto hiciera que salieras de la caja de madera que te envuelve. Sigo intentando encontrar las palabras correctas para definir como me encuentro desde tu partida, pero por más que busque, no hay nada que se asemeje al dolor inmenso que siento. 

-Mami, ¿a quién querría más papá?- El pequeño Ethan se acercó a mi lado con su hermana melliza, Kayla.

-Os querría a los dos por igual.- Sonreí.

-¿Papá es un ángel?- Preguntó ahora la pequeña.

-Es nuestro ángel, siempre nos cuidará desde el cielo.- Acaricié la cabeza de ambos y ellos volvieron a sus juegos.

Un mes después de tu muerte, me enteré de que dentro de mi crecían dos vidas. Los adoré desde el primer momento y sé que tú también lo harías. Kayla es una pequeña réplica tuya, mientras que Ethan es más parecido a mi. Lorenzo ha estado cuidando desde aquel día de nuestra familia, los chicos son unos tíos estupendos y nuestros pequeños los adoran. 

Luke, Calum, Michael y las chicas se mudaron a Sídney meses después de que te fueras. Crystal y Michael se casaron hace 6 años, Luke y Sierra lo hicieron un año después de ellos y tienen un pequeño torbellino de 4 años llamado Fletcher. Y bueno, Calum aún no ha sentado la cabeza, dice que quiere ser el tío guay de los niños. 

Todo se acabó el 3 de abril de 2020, y sigo pensando que todo fue culpa mía.  Me dijiste que fuera feliz y que rehiciera mi vida, pero simplemente no puedo amar a otra persona cuando mi corazón te lo llevaste contigo a la tumba, tampoco quiero ser feliz con alguien más. Durante estos años he ido recordando lo que faltaba de mi vida y en la mayor parte de ella, aparecías tú. Incluso recordé aquel día que te acercaste a mi con tu sonrisa bromista, tu pelo alborotado cubierto por una bandana y con la felicidad que transmitías a todo ser que estuviera a tu lado. Me enamoré de ti desde el primer momento en que apareciste en mi vida, y pienso hacerlo en todas mis vidas. 

¿Sabes? Desde que los niños empezaron a preguntarme sobre su padre, les conté que era un ángel que había regresado a su casa, pero que siempre había cuidado de nosotros y siempre lo hará. Dicen que quieren ser como tú, eres su héroe y el mío también. Me faltarán vidas para agradecerte lo que hiciste por mi. Cada día me despierto y te busco a mi lado en la cama, esperanzada de que todo sea una pesadilla y vuelvas a estar conmigo. 

Dejaste un gran vacío en mi interior, un silencio y una oscuridad que hoy en día siguen estando presentes. Seguirás siendo la luz que ilumina la oscuridad más devastadora, la alegría que cura todo mal del mundo, el agua que hace desaparecer hasta la sequía más grande, la mano derecha de Dios. 

Mi gran amor, eres quien me ha dado los mejores años de mi vida hasta el último momento, dejando mi corazón solo y roto con tu partida, haciendo que mi vida ardiera en llamas como lo hizo Babilonia, mi mejor confidente y amigo. No quiero perder el tiempo con alguien más, no quiero seguir adelante sin ti. No dejaré de pensar en ti donde quiera que estés, y prometo que pronto estaré a tu lado. 

Echo de menos el brillo de tus ojos al verme, tus brazos rodeando mi cuerpo mientras me dabas el consuelo que necesitaba, tus besos a cualquier momento del día, tu risa escandalosa que hacía que hasta la persona más seria sonreiría; tus mimos en mis días y tus enfados cuando yo hacía cosas no normales. 

Besé una última vez la pequeña foto en el marco de la tumba, poniendo encima de esta un ramo de margaritas. Lágrimas descontroladas salían de mis ojos.

Ashton Fletcher Irwin, mi corazón te pertenece desde que puse mis ojos sobre ti y lo será hasta mi último aliento. Te amo infinito, ángel.



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𝐍𝐎𝐒𝐓𝐑𝐀 𝐂𝐈𝐓𝐓𝐀́ | 𝐀𝐒𝐇𝐓𝐎𝐍 𝐈𝐑𝐖𝐈𝐍 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora