Pretendiente y Cena.

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Viernes 05 de mayo, 03:40 p.m. cafetería.

Como cada fin de semana el café << Star night >>, estaba repleto, May iba de aquí para allá trayendo y llevando ordenes, no le molestaba en absoluto, ella atendía a todos con una sonrisa aún a pesar de que hubiera mucha gente.

-- May, ¿me podrías ayudar a llevar esta limonada a la mesa siete?.

-- Claro -- cogió la bandeja y se dirigió hacia la mesa designada -- su pedido -- puso la limonada sobre la mesa.

-- Gracias -- respondió un joven de cabello plateado y ojos amarillos -- tu eres May, ¿no es así?.

-- Eso es lo que dice el gafete -- dijo de manera graciosa.

-- Disculpa, me refiero a que eres la chica de la obra en el festival de primavera.

-- Esa soy yo.

-- Me encantó mucho tu actuación, soy Maycol y estoy contigo en clase de arte.

-- Un gusto Maycol, disculpa pero no te había notado.

-- No hay cuidado, no me gusta mucho socializar con la gente.

-- Con tu permiso, tengo que seguir atendiendo a los demás.

-- Adelante.

May se alejó de la mesa y continuó trayendo órdenes, luego de media hora se dio cuenta que aquel muchacho con el que había hablado seguía en el mismo lugar mirándola.

-- ¿Vas a desear algo más?-- se volvió a acercar a la mesa.

-- No, ¿por qué lo dices?.

-- Es que ya te terminaste la limonada -- miró el vaso vacío -- ¿seguro que no deseas algo más?.

-- Me gustaría unos brownies con nueces y otra limonada.

-- Enseguida te lo traigo -- cogió el vaso vacío y se fue, el muchacho solo la siguió con la mirada, la había estado observando desde que llegó y cada vez que la veía sonreír lo hacía suspirar.

-- Aquí tienes -- le entregó su orden-- disfrútalo -- dijo antes de irse.

Las horas pasaron, los clientes aumentaban y otros salían, aquel muchacho que miraba a May se fue una hora antes de las seis.

-- May -- llamó una de sus compañeras de trabajo.

-- ¿Sí?.

-- El chico de cabello plateado de la mesa siete me pidió que te entregara esto -- le extendió un pedazo de papel doblado.

-- ¿A sí? -- cogió con duda el papel.

Me pregunto que es lo que tendrá escrito.

-- Yo creo que le gustas.

-- ¿Por qué lo dices?.

-- Cada vez que un chico te deja una nota de forma misteriosa es que le gustas, así como el muchacho que te enviaba las rosas con una nota, ¿qué fue de él?, dejó de enviártelas de un momento a otro.

-- Yo me encargué de ese asunto --  miré el papel.

-- ¿Descubriste quién era?

-- Sí, lo conversamos y ahora estamos bien -- seguí mirando el papel.

-- ¿Lo rechazaste?.

-- No...

-- Oigan, dejen de conversar, se les paga por trabajar no por chismear -- regañó nuestro compañero.

En Menos De Un Año Nos CasamosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora