décimo capítulo.

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Décimo capítulo: Las cosas no son como lo planeas.

—¿Y tengo que llevar algo especial o así? —habló HyungWon al parlante del teléfono, sosteniéndolo entre su oído y su hombro mientras con sus manos cortaba algunos vegetales.

—No, no —habló del otro lado de la línea, ChangKyun. —Solo mándales tu currículum al correo que te envié, agrega toda tu experiencia y las referencias que has tenido, es más que seguro que con eso caen. Ah, y fotografías, no olvides adjuntar muestras de tu trabajo.

—Umh... okay, pero estoy algo preocupado ¿Sabes?

—¿Por qué?

HyungWon detuvo su oficio y acomodó mejor el teléfono en su oído, ahora sosteniéndolo con su mano.

—La revista solo atiende entrevistas entre semana ¿Que voy a hacer con mis hijos? No puedo dejarlos aquí solos, me da miedo.

—Umh, dile a tu mamá que los cuide ¿No? Sabes que ella haría lo que sea por esos niños.

HyungWon lo pensó por unos minutos, no le gusta a estar alejado mucho tiempo de sus hijos, pero si no había otra opción le pediría a su madre que lo hiciera.

Terminó la llamada con ChangKyun alegando que necesitaba terminar lo que estaba preparando, así que dejó el teléfono de lado y se concentró en su comida. Esperaba que le saliera bien, había seguido un tutorial de internet para hacer un pollo a la naranja y esperaba no haberle echado muchas naranjas a su pollo.

Hizo solo un par de presas, pues solo eran él y Jae quienes iban a comer, Dodo comería una papilla de verduras que había hecho especialmente para ella. Eso era lo único que podía ser no un fracaso, después de todo solo era cocinar verduras muy bajas de sal y luego hacerlas puré.

Luego de unos minutos, supuso que todo estaba listo después de revisar que su pollo estuviera bien cocinado y sus verduras igual, apagó las ollas y comenzó a servir.

—Jae, ven a comer —llamó HyungWon desde la mesa, colocando los cubiertos y los platos.

El bebé no demoró en venir corriendo al comedor, con uno de sus juguetes en la mano. Se subió con un poco de dificultad a su silla, pero logró finalmente hacerlo él solo, con una sonrisa enorme en el rostro porque le den comida.

—Está bien, bebé, te hice esto y espero tu más sincera opinión —el mayor le acercó su plato, el cual tenía el pollo cortado en cuadros y una cantidad pequeña de arroz. Le entregó sus palillos de plástico y cuchara al bebé, besando su frente y sentándose él en su propia silla.

El niño le sonrió al mayor y le agradeció, para luego tomar un trozo de pollo bañado en la salsa de naranja y llevarse un poco a la boca.

El rubio estaba expectante a lo que el niño pudiera decirle, Jae podía tener tres años, pero tenía un criterio fino para la comida. Y era no era de esperar más, si su papá era uno de los mejores chefs (aunque algunas personas no lo valoraran).

Su pecho salto de felicidad cuando vio que el bebé sonrió con labios sellados y movió sus brazos en un bailecito algo infantil.

—¿Si te gustó?

El pelinegro asintió a su padre y siguió comiendo gustoso de la comida que había preparado su padre. Continúo comiendo de los trozos de pollo y comiendo el arroz, el cual, si estaba un poco seco y sin sal, pero había visto tan feliz a su papi con el resultado del pollo que mejor no diría nada.

Su papá HoSeok le había dicho que no debía herir los sentimientos de su papi HyungWon cuando cocinara.

Los dos comieron en una charla amena, Jae contándole lo que había visto en las caricaturas y que nuevos dibujos había hecho. Y HyungWon vio aquella tranquila conversación como una oportunidad.

Dear future husbandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora