Octavo capítulo: Tiempo en familia.
La mañana llegó rápido para HoSeok, quién no había podido dormir bien debido a que estaba muy acostumbrado al calor de su esposo. Así que su resultado de aquella noche fue unas ojeras marcadas y constantes bostezos durante el desayuno.
HyungWon se encontraba terminando de darle de comer su papilla de frutas a la pequeña DoDo, limpiando con una servilleta los restos de comida que allí quedaban y quitándole su babero.
El mismo HyungWon debía admitir que se encontraba sorprendido de lo rápido que se había adaptado a los bebés. Llevaba siete meses desde que había llegado a esa extraña casa y a hacer parte de esa familia, y ya había aprendido a cambiar pañales como un experto, a hacer biberones y a vestir, perfumar y peinar a Jae.
Esa mañana él solo había decidido tomar un poco de jugo que había en la nevera, no había amanecido con mucho apetito y además aún seguía molesto con su esposo. Recogió a la bebé de su silla comedor y la llevó a la sala, colocó una de sus mantas en la alfombra y seguidamente sentó a la bebé en ella. Prendió el televisor y dejó unas caricaturas productivas (porque existían unas caricaturas realmente idiotas en la televisión y el no permitiría que su bebé vea esas cosas), haciendo que la bebé aplaudiera cuando vio la televisión y luego solo dejó algunos juguetes alrededor de ella.
Caminó hasta el niño que se encontraba coloreando sobre el comedor y beso la coronilla de su cabeza, llamando la atención del bebé que estiró sus labios para devolverle el beso en su mejilla. Recogió los platos sucios que estaban en la mesa y los llevó hasta el fregadero, listo para limpiarlos.
—No me gusta que estemos peleando.
Una voz hablo detrás de él y se giró para ver a su esposo, lo encontró recargado en el umbral de la entrada, mirándolo con ojos tristes.
HyungWon suspiró y se giró para seguir con su tarea. No tenía mucho que decir, a él tampoco le gustaba estar peleado con HoSeok, pero no debía decírselo porque le haría pensar al pelinegro que él no es firme con sus decisiones.
—Bueno, es una consecuencia y siempre debes aprender a llevar las consecuencias de tus actos.
El mayor soltó un suspiro y caminó en pasos lentos hasta donde estaba el rubio, se colocó detrás de él y pasó lentamente sus brazos por la estrecha cintura.
—HoSeok...
—Escúchame ¿Sí? —habló el pelinegro asegurando su agarre sobre la cintura del menor. —No quiero que estemos peleados antes de que yo me vaya ¿Sí? Yo te amo mucho, corazón, no me gusta que pienses lo contrario. Se que pude haberlo arruinado, pero...
—¿Pudiste? —cuestionó el contrario.
—Está bien, lo arruiné, pero esto es una oportunidad única... Es parte de mi sueño ¿Puedes apoyarme en esto, amor, por favor?
HyungWon tomó una inspiración larga y soltó esta. Bien, tal vez había sido un poco duro con HoSeok, era su sueño y tal vez sonaba un poco egoísta pedirle que se quedara.
Mordió su labio inferior mientras lo pensaba un poco.
—Si te apoyo... —habló después de un rato el rubio. —Solo que es algo difícil... ¿Comprendes?
Ambos se quedaron callados por un rato, HyungWon mirando los platos sucios y WonHo recargando su mejilla en la espalda del menor.
—Lo lamento —habló el pelinegro. —De verdad.
El rubio no supo que responder en ese momento, solo apretó levemente la esponjilla en sus manos viendo cómo salía un poco de espuma de ella.
—Hoy voy a sacar a los bebés a dar un paseo por el parque, para que tomen el sol y respiren un poco de aire fresco... Supongo que puedes ir con nosotros.
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Dear future husband
FanfictionHyungWon a sus 27 años no ha tenido un solo amante, novio o ligue, lo cual le hace llegar a creer que nunca encontrará el amor. Sin embargo, las cosas toman un rumbo diferente cuando una mañana se levanta en un casa que no es suya, en una cama que n...