cuarto capítulo.

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Cuarto capítulo: Problemas de pareja.

—Oh, hola HyunWoo —saludó amablemente el rubio, tendiendo su mano.

El moreno miró la mano extendida y luego subió su mirada hasta su rostro, entonces solo pasó de él tranquilamente. HyungWon frunció el ceño ante dicha acción, eso no fue muy amable, pero ha de suponer que está bien.

Caminó hasta la sala y tomó asiento en el sofá, relajándose un poco y sonriéndole levemente al hombre que se encontraba a unos metros de él sentando en un sillón individual. Este, nuevamente, pasó de largo su gesto amable.

Un puchero se formó en los labios de HyungWon. Su invitado no era muy amable.

—Bebé ¿Quieres dos o una porción de pizza?

El rubio abrió sus labios para responder, pero antes de eso una voz gruesa se adelantó.

—Dame solo una, por favor.

Chae quedó confundido ante eso, se supone que WonHo siempre se refería a él con esos motes cariñosos. Miró confundido con los labios entreabiertos a HyunWoo.

—Ah... —el pelinegro salió de la cocina un poco confundido, viajó su mirada de HyunWoo a su esposo y luego simplemente negó un poco confundido. —E-Está bien, HyunWoo solo quiere una... —torció un poco los labios. —¿Tú quieres solo una también, HyungWon?

El rubio aún mantenía su mirada en el hombre moreno que ahora observaba su teléfono despreocupadamente, parpadeó un poco y esta vez miró a su marido.

—Si, está bien.

WonHo le sonrió levemente y asintió para luego adentrarse nuevamente en la cocina.  HyungWon nuevamente dirigió su mirada al amigo de su esposo y frunció su ceño, pareciera que ese hombre solo quiere molestarlo, no había sido cortés ni una sola vez desde que llegó y ahora le hacía esto.

El moreno continuó ignorando a HyungWon en su teléfono, pero el rubio agradecía eso, ya que así podía estudiarlo mejor. Sus labios eran gruesos, sobre todo el inferior, tenían una forma muy peculiar. Su piel era morena, combinando perfectamente con su pelo castaño, y sus pómulos altos le daban un aura mucho más atractiva.

Oh, y ni hablar de su cuerpo, era tan escultural como el de WonHo.

De repente una oleada de inseguridad lo invadió, haciendo que sus mejillas se enrojezcan ante su vergüenza. Instintivamente llevó la mano a su brazo derecho y lo apretó, sintiéndose tan avergonzado de que en este se sintiera el hueso, luego pasó sus dedos sobre sus labios y se sintió mal nuevamente, siempre había tenido un pequeño complejo con sus labios, sentía poco común que estos fueran gruesos en la parte superior y no en donde deberían.

Ahora su complejo era mucho más marcado.

Soltó un suspiro suave y se abrazó a sí mismo mientras mordía el interior de su mejilla, tratando de olvidar sus pensamientos. Siguieron unos minutos en la sala esperando a WonHo, lo cual ya inquietaba a HyungWon porque no sabía que tanto se podía demorar en servir unas malditas porciones de pizza. Sin embargo, no fue él quien rompió el incómodo ambiente, si no un pequeño malhumorado que bajó con rapidez las escaleras.

—Papi, papi —chilló el niño, con marcas de almohada en las mejillas y el pelo alborotado. —Tengo mucha hambre.

HyungWon miró al bebé que se dirigía a él con el peluche de mono en las manos, estaba por recibir al niño en brazos cuando un llanto fuerte se hizo presente en toda la casa.

Ay, DoDo.

HyungWon suspiró pesado mientras negaba un poco con la cabeza, ya había colocado las manos en los posa brazos, listo para atender a sus bebés, pero pronto su esposo salió de la cocina, tomando rápidamente al bebé en brazos y le soltó un "no te preocupes, yo me encargo"

Dear future husbandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora