décimo tercer capítulo.

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Décimo tercer capítulo: Soluciones.

HyungWon empujó con un poco de dificultad el coche, había un pequeño bache en la acera y la rueda del coche de la pequeña DoDo se había atorado ahí, con dificultad logró sacarlo y comenzó a caminar nuevamente, sintiendo como Jae estaba agarrado de las solapas de su gran abrigo mientras que con su otra mano tomaba del jugo en cajita que su papi le había comprado antes de salir.

—Falta poco, Jae —murmuró el rubio mientras seguía empujando el coche. —Ya vamos a llegar.

El bebé soltó un quejido cansado, agarrándose más fuerte del abrigo de su papá y mirando sus piecitos que daban pasos largos y lentos en señal de que ya estaba cansado.

—La próxima vez vendremos en autobús, ya verás —HyungWon también se encontraba un poco cansado de caminar tanto y aparte empujar un coche.

Después de unos minutos, HyungWon llegó junto a sus hijos a un pequeño edificio de tres pisos, sus paredes estaban pintadas de un verde menta y algunas flores estaban allí pintadas también, y en un costado pudo reconocer algunos personajes de Winnie Pooh.

Ah, maldita JiHyo, el jardín infantil no estaba tan cerca de su casa.

Empujó el coche hasta que quedó en frente del gran portón, donde también había decorados infantiles hechos de fomi y papel crepé. Tocó el timbre que se encontraba a un costado de la puerta y se quedó allí, esperando, luego de unos segundos una mujer con una bata de estampado infantil apareció con una sonrisa amable allí.

—Hola ¿Puedo ayudarlos?

—Hola, soy HyungWon —el rubio hizo una leve reverencia con su cabeza, recibiendo una acción igual de la mujer. —Me comunique aquí ésta mañana, JiHyo, su cocinera, me dio el número y me recomendó este lugar.

—Oh, si, Lee HyungWon —la mujer sonrió mirándolo a él y luego a los niños a su lado —¿Y quiénes son estos bebés?

— Él es Jae y tiene tres, casi cuatro, añitos. Saluda, amor.

—Holaaaa —el bebé sacudió su manito, saludando a la mujer que le respondió el saludo con una sonrisa.

—Y ella es DoDo, tiene diez meses —HyungWon levantó el protector de tela oscura que tenía el coche de su bebé, mostrando como la niña estaba dormida en medio de algunas mantas.

—Oh, son unas linduras. Vengan, pasen, le enseñaré el lugar —la mujer abrió las puertas completamente, dejando entrar al bebé primero y luego ayudando al hombre a entrar el cochecito. —Bueno, aquí en el primer piso están los chiquillos, los bebés desde los ocho meses hasta el año. Los jardines infantiles no suelen hacer esto ¿Saben? Los aceptan de dos años en adelante, pero esto lo ofrecemos como un servicio extra ya que sabemos que hay muchos padres que no pueden estar siempre con su bebé —la mujer abrió silenciosamente una de las puertas, mostrándole al rubio a los bebés más pequeños dormidos en corrales y a los más grandes dormidos en un colchón de aire con muchas mantas. —Cuidamos que coman bien, les damos el desayuno, el almuerzo y un refrigerio también. Las maestras están muy pendientes de ellos, así que no hay nada de qué preocuparse.

Nuevamente cerró la puerta con sigilo y miró al hombre que seguía empujando el coche.

—Si quieres puedes dejar a tu bebé aquí dentro durmiendo con ellos, está ambientado y no hay un mínimo ruido. No creo que te sea agradable cargar ese coche por las escaleras.

—Oh, gracias —HyungWon sonrió con un poco de vergüenza y se adentró al salón cuando la mujer abrió la puerta para él. Dejó el cochecito cerca de la puerta y le quitó la tela oscura que le protegía, también sintió la habitación muy tibia y se dio cuenta que, si estaba ambientada con calefacción, así que le quitó algunas mantas para que después no llorara de calor.

Dear future husbandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora