décimo primer capítulo.

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ustedes saben que entre
más comenten, aquí
tienen a su esclava que
actualiza más rápido.

Décimo primer capítulo: Nuevas experiencias. 

El rubio tragó saliva sonoramente, haciendo que en su manzana de Adán se notara, limpió el sudor de sus manos contra su pantalón, esperando que no se notara que lo había mojado un poco con sudor.

Estaba frente al gran edificio de la revista a la que iba aplicar, Rush era el nombre de la reconocida revista juvenil, a pesar de que las ventas de dicha revista eran en su mayoría de adolescentes, había leído en internet algunas reseñas sobre ella y muchas la catalogaban como un buen contenido de entretenimiento.

Caminó hasta las grandes puertas de cristal y empujó una de éstas, viéndose dentro del gran edificio. Muchas personas estaban caminando por los pasillos de este, algunas con cafés en la mano y otras muy ocupadas hablando por teléfono mientras esperaban el elevador.

—Disculpe

HyungWon se acercó a la chica que parecía ser la recepcionista, una pelinegra muy bien vestida que estaba totalmente concentrada en su trabajo, clickeando con el mouse de aquí para allá.

—Sí ¿Qué necesita? —respondió después de unos segundos, sin despegar la mirada.

—Ah, vengo a ver a... —HyungWon frunció sus labios cuando su mente se bloqueó y no pudo recordar el nombre de la persona que se suponía venía a ver.

La pelinegra desvió su atención de la computadora y le dio una mirada extrañada, alzando su ceja; HyungWon rio nerviosamente ante la intensa mirada que la mujer le estaba dando y sacó torpemente su teléfono de su bolsillo delantero, desbloqueando éste y entrando a la aplicación de notas.

—Vengo a ver a... Kim Jennie.

—La señorita Kim ahorita no está recibiendo a nadie —respondió rápidamente la pelinegra.

—Yo tengo una cita con ella, vengo por el trabajo de fotógrafo —el rubio se acercó al mostrador, colocando sus manos sobre el mármol molido de éste. —Soy Chae... Lee, digo, Lee HyungWon.

La mujer bien vestida nuevamente comenzó a clickear en su computadora de aquí para allá, tecleando algunas cosas también e hizo una llamada corta, en lo que solo puedo escuchar su nombre y luego muchos murmurios de afirmación.

—Oh, si, disculpe la rudeza —la chica corrió levemente su silla de escritorio, colgando el teléfono y luego caminando fuera de su zona de trabajo, haciéndole una indicación con el dedo —Acompáñeme, lo llevaré con el asistente, señor Lee, la señorita Kim no está en este momento, pero él tomará su entrevista.

Lo acompañó hasta el ascensor, donde ambos esperaron unos minutos a que bajara. El paseo en el ascensor fue algo incómodo para el rubio, la mujer no decía nada, siempre tenía la mirada fija al frente y una postura tan recta que le daba nervios al alto, salieron de allí, caminando por un largo pasillo hasta que llegaron al final de éste.

—Ahí adentro está el asistente de la señorita Kim, él lo atenderá —dijo sin más, dándole una pequeña reverencia en modo de despedida y saliendo de allí con el golpeteo de sus tacones resonando por todo el lugar.

HyungWon tomó un suspiro algo profundo y abrió la gran puerta de cristal, viendo que había allí un escritorio muy moderno, y al fondo de esa habitación había otra puerta muy grande de colores oscuros, supuso que esa sería la oficina del CEO de ese edificio.

—Disculpe —desvió su mirada hacía el joven que se encontraba sentado detrás de ese escritorio, al igual que la recepcionista, era un chico muy bien vestido y con un aura fuerte. —¿Usted es Lee HyungWon?

Dear future husbandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora