vigésimo segundo capítulo.

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Vigésimo segundo capítulo: Familia.

En su casa destacaba un inusual aroma a galletas y a mora, HyungWon se movía de un lado para otro recogiendo juguetes regados por la sala y acomodando globos por todos lados.

—¿Encargaste el helado, amor?

—Si, me dijeron que llegaría en unos momentos —respondió HyungWon, tomando uno de los globos sin inflar y comenzando a llenarlo de aire.

—¿Y Jae? —HoSeok salió de la cocina con un bol en mano, revolviendo en él una mezcla de harina, leche, huevos y otras cosas que a HyungWon no le importaba detallar.

—Está arriba, dijo que iba a organizar su habitación por si sus amigos querían jugar ahí. —respondió, alejando el globo levemente de su boca, para luego volver a la tarea de inflarlo.

—¿Ya lo duchaste?

—Aún no, no he terminado de decorar la sala —hizo un nudo en la boquilla del globo. —Y DoDo aún no se despierta de su siesta, por suerte.

El mayor asintió ante las palabras del mayor, ahora yendo hasta la cocina de nuevo donde el horno avisó que los bocadillos estaban hechos. Hoy era el cumpleaños de Jae, y habían organizado una fiesta por él, pero estaban un poco estresados ya que no tenían todo listo y la hora de que los invitados llegaran se acercaba pronto.

Habían pasado algunos meses después de todo lo sucedido, y habían sido de los mejores para la familia Lee, aunque si le preguntaban a HyungWon sentía que todo había sucedido muy rápido, pero eso no le quitaba lo especial. Su problema con Kris se solucionó unos días después de que lo sancionaran, él dio la cara a la prensa y tuvo el valor de confesarse como bisexual, lo cual causó un gran revuelo, pero aun así él recibió muchísimo apoyo; y además de eso le ofreció una disculpa pública por haberle hecho pasar un mal rato. No lo había vuelto a ver, pero sabía que todo estaba en paz entonces y sinceramente pensaba que era mejor estar así.

HoSeok, por desgracia, aún no había conseguido trabajo, pero eso no les ponía tristes, al contrario, estaban felices de tenerlo mucho más tiempo en casa y ver cómo su salud mejoraba gracias al descanso. HyungWon había recuperado su trabajo, por suerte las cosas no llegaron a mayores y en unas semanas después de la junta de prensa pudo volver a su trabajo, KiHyun estaba feliz de que él volviera, aunque no lo admitiera HyungWon sabía que era así.

—¿Qué tal vas con las galletas cariño? —después de haber terminado con los globos HyungWon fue a la cocina donde su esposo estaba atareado con el horno y la parrilla.

—Acabo de meter la última lata, estarán pronto, y a las brochetas de pollo aún les falta un poco de cocción.

—¿Hiciste unas sin cebolla? A Jae no le gusta.

HoSeok rio, quitándose el delantal de cocina por sobre la cabeza —: Claro que las hice. Es el cumpleaños de mi hijo, le daré todo como a él le gusta —HyungWon le sonrió levemente a HoSeok, viendo cómo este se acercaba y dejaba varios besos sobre sus labios, haciéndolo reír.

Las parejas no son como él las había retratado a los dieciséis años, no existían la relación perfecta, había peleas, malentendidos y demás, pero eso no quería decir que fuera un desastre. Si en tu vida no había obstáculos, entonces... ¿Realmente estabas viviendo la vida?

Ambos dejaron que las cosas se cocinaran por un rato mientras iban por su hijo mayor, que estaba en su habitación, pero al entrar no lo encontraron organizando sus juguetes justo como el bebé les había prometido, si no que había hecho un desorden mucho peor por haberlos sacado y empezar a jugar con todos ellos.

—¡Jae! —menciono HoSeok al entrar a la habitación. El niño dejó caer algunos juguetes que tenía en sus manos por el susto que sintió al escuchar la voz de su padre. —Dijiste que ibas a recoger tus juguetes.

Dear future husbandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora