❛ e p í l o g o ❜

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Epílogo.

Su garganta se sentía seca, necesitaba un vaso con agua pronto o podría deshidratarse ahí mismo. Apretó entre sus manos sudorosas la tela de su pantalón de lino, cerrando sus ojos mientras soltaba un suspiro entrecortado.

—No estés nervioso, HyungWon —su amiga, JiHyo, le hablo a su lado.

—Es fácil para ti decirlo —murmuró.

La chica le sonrió de lado, acercándose a él y tomando su brazo entre sus manos.

—Está bien, sí, te comprendo, no todos los días vas a unir tu vida con otra —ella le sonrió, abrazándose a su brazo. —Pero todo va a salir bien, vas a ver.

HyungWon le regaló una sonrisa como pudo, viendo como el auto se seguía moviendo hasta que la sala de recepción donde sería su boda. Sí, su boda. Nunca pensó que esas palabras saldrían de su boca, era tan extraño, pero no era desagradable en lo absoluto.

Cuando bajó del auto junto a su amiga y su madre no pudo evitar sonreír levemente, estaba nervioso, pero al mismo tiempo contento. Ese día iba a unir su vida frente a la ley junto a la persona que amaba, aún era increíble, se había pellizcado varias veces sin que nadie lo notara, convenciéndose de que todo eso no era un sueño.

Habían demorado horas arreglando su cabello, y también maquillándose, quería verse perfecto para él. La noche anterior se había estado imaginando diferentes escenarios de cómo sería todo, lo cual le había quitado el sueño considerablemente, pero eso no le preocupó ni mucho menos las ojeras con las que amaneció, no cuando era el día más feliz de su vida.

—¿Cuándo tenemos que entrar? —preguntó la madre de HyungWon, la cual ya estaba tomada de gancho a su hijo.

—Aún no —respondió JiHyo, que tenía su teléfono contra su oído mientras caminaba de un lado a otro.

—¿Y qué tanto estamos esperando? Le van a salir raíces ahí esperando —comentó HwaSa, la cual estaba aplicándose un muy rojo labial. —Entra, HyungWon.

—¡Que no! El juez aún no llega, tiene que estar presente —zapateó la otra chica, que aún estaba en el teléfono.

La mayor rodó sus ojos, guardando su labial rojo en su pequeña cartera, recargándose en la pared más cercana a ella.

—¿Qué dices? ¿Ya llegó? Okay, sí, sí, yo le diré —JiHyo comentó emocionada, cortando la llamada. —HyeJin, tú y yo vamos a entrar por atrás, y tú, HyungWon, tu madre y tú entran en dos minutos así que prepárense.

Dicho eso, la castaña tomó la mano de la morena y salieron de allí corriendo, dejando a HyungWon únicamente con su madre allí de pie, frente a la puerta del gran salón.

—¿Estás emocionado, pequeño? —habló la mujer, rompiendo el tenso silencio.

—Mucho.

—Se que él es el indicado para ti, tú lo amas y él te ama también, con sinceridad. Estoy muy orgullosa de ti.

Esas palabras descolocaron a HyungWon, hoy era un día que estaba especialmente sensible y sentía que podía llorar en cualquier momento, y las palabras de su madre solo habían logrado que se empezara a derrumbar y tuviera unas ganas tremendas de llorar.

—Mamá, si me haces llorar voy arruinar el maquillaje —comentó divertido, soltando una risa corta, haciéndola reír también. —Te amo.

—Yo también —con un ademán le pidió que agachara su cabeza, besando su frente apenas la tuvo cerca.

De repente las puertas frente a ellos fueron abiertas, la marcha nupcial comenzó a sonar casi de inmediato, lo cual logró sacarle una sonrisa leve mientras sus ojos empezaban a enlagunarse. Toda la atención estaba en su persona, todos tenían sus ojos puestos en como caminaba con lentitud hacía el altar de gancho junto a su madre.

Dear future husbandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora