Jimin se encontraba cabeceando un poco en su escritorio, eran más de las doce la madrugada pero no quería irse de su estudio, podía darse el lujo de estar altas horas en aquel lugar gracias a que vivía a solo una cuadra de él. Hoseok ya se había ido hace dos horas pidiendo por sexta vez que el también ya se fuera, pero el solo se negaba.
Temía llegar a casa y no ver a Jungkook, tenía miedo de volver a ver su cama sola sin esa persona que tanto ama, aquel lugar no le daba la misma sensación sin el pelinegro, todo rastro de seguridad, amor y felicidad se iban cuando llegaba y aquel lugar estaba solo.
Vio con orgullo su edición de las fotografías que acababa de terminar, tenía talento sin importar que no estuviera en sus cinco sentidos. Contento con el resultado guardo todas sus cosas, su portátil la guardo en su funda y la guardo en la pequeña mochila que llevaba consigo, cuando se aseguró que no había dejado nada salió cerrando con llave.
No llevaba suéter y la playera que traía no era de gran ayuda gracias al frío de la noche, lo lógico era que se hubiera llevado un suéter pero estaba tan confiado del clima tan cálido que estaba seguro que esa noche sintiera menos frío de lo usual gracias a que estaba cerca el verano.
Pero estaba tan cansado que casi no noto el frío, de cierta forma el frío hacia que pensara en otra cosa que no fuera en lo entumecidas que se estaban poniendo sus mejillas gracias al clima.
Al estar frente a su casa no se sorprendió en ver las luces apagas, oprimió la clave en la cerradura electrónica al entrar se sacó los zapatos cambiándolos por pantuflas color azul claro, no pudo evitar ver con un poco de nostalgia las otras color rojo las que pertenecían a Jungkook, con eso confirmaba más que el menor no se encontraba.
No quería pensar más en eso, ya no quería sentir tanto dolor. Hay un punto donde las personas se cansan, donde se dan cuenta que tanta lucha no da frutos y terminan abandonando por lo que estaban peleando y agarran lo poco que queda de su dignidad y se retiran con la frente en alto.
¿Él tendría que irse de esa forma?
Y aunque fuera una posibilidad, no quería rendirse, no podía hacerlo y aunque no lo quería admitir en voz alta, se estaba comenzando a cansar de lo mismo, ya había perdido la cuenta de cuantas veces Jungkook no llegaba o lo hacía muy de noche alcanzando las dos de la madruga, se había cansado de esperar.
Esperar en las madrugas, en las citas que preparaba y esperar a que el pusiera de su parte para arreglar los problemas que claramente tenían.
Fue a su cuarto y tomo una almohada y una sábana, como todas las noches, los coloco en el sofá que se encontraba cerca de la puerta principal pero antes de recostarse para esperar a Jungkook se volvió a preguntar si valía la pena.
¿Acaso valía la pena el dolor de espalda que conseguía después de una noche en el sofá?
¿Valía la pena esperar a que Jugkook llegara por esa puerta y pasara por alto el pequeño cuerpo envuelto en una sábana?
Decidió tomar la sabana y la almohada como si estas fueran su dignidad y se regresos a la alcoba volviendo a colocar las cosas a su lugar.
Antes de irse a dormir tomo una ducha rápida, si iba a comenzar a cambiar lo iba hacer bien, aunque dejar a Jungkook no entraba en ese cambio, iba hacer algo para que al menos ya no pareciera una alma en pena cada vez que recordaba todos los problemas en los que se estaban envolviendo su matrimonio; mañana mismo iría al río han un lugar especial para él, pero si quería ir tendría que pararse desde temprano ya que no iba a dejar de lado sus responsabilidades.
Al salir de la ducha se vistió con su pijama y se recostó, volvió a comprobar la hora la cual marcaba la una de la mañana y como esperaba Jungkook todavía no llegaba, dejando ese pensamiento de lado se volvió a recostar quedando dormido en minutos.
(...)
Jungkook volvió a ver su reloj de mano, eran poco más de la una de la mañana ya no le extrañaba estar a altas horas en la oficina pero este trato era importante y si lo apresuraba y lo cerraba con éxito podría terminar con ese dolor de cabeza.
Se llevó a los labios la taza de café cargada de cafeína a los labios el cual había sido endulzado con unas cucharadas de azúcar mientras que su otra mano se encontraba tecleando rápidamente en su computador para la presentación de mañana la cual era a primera hora y no quería dejar nada a último minuto.
Su empresa se especializaba en vinos, los cuales en los últimos años se posicionaban como los más vendidos en tiendas departamentales y otros lugares convirtiéndose en uno de los más vendidos. Lo que significaba que el trabajo iba en aumento junto con el estrés.
Por un momento paso su vista a la mano que tecleaba y vio su pequeña argolla, aquella que gracias a la luz del computador brillaba y la hacía ver más hermosa de lo que era.
En ese momento en sus pensamientos llego la imagen de ese pequeño hyung, aquel que amaba con todo su ser, pero las personas pueden llegar a ser estúpidas tener algo frente a sus narices y nunca darse cuenta de las cosas que pasan frente a ellos y Jungkook era un claro ejemplo de esas personas.
Pero en su cabeza estaba haciendo bien las cosas, que estaba trabajando para que Jimin y a él no les faltara nada.
-¿Jungkook?- Se escuchó la voz de NamJoon desde la puerta.
-¿Hyung?- Se sorprendió al verlo- Creía que ya se había ido.
-Lo iba hacer pero quería hablar contigo de algo.
-¡Agh! si se hyung- NamJoon se sorprendía que tuviera esa reacción, ya que no se esperaba eso- El desgraciado de Sehun no entrego los reportes que le pedimos, los estoy haciendo justo ahora, pero no tardo, acabo en unos veinte minutos.
De acuerdo eso no era lo que quería hablar NamJoon- ¿Podrías dejar de hablar de trabajo por un momento?
La sorpresa de Jungkook no tardó en hacerse notar, NamJoon noto eso lo que aprovecho para seguir hablando.
-Te concentras tanto en el trabajo que se te olvida que tienes una vida afuera de estas cuatro paredes- NamJoon se comenzaba a enfadar ya que su hermano menor era tan idiota como para ni siquiera darse cuenta de las cosas que estaban pasando. ¿Acaso ya viste a Jimin? Joder Jungkook el pobre te estuvo esperando por más de dos horas, te estuvimos esperando ¿Acaso has hablado con el de cómo se siente al respecto con que tú te la pases aquí? ¿Acaso te has preocupado por su salud?-
Se frenó un poco para tomar aire y seguir- Estas tan obsesionado con el trabajo que te olvidas de tu familia, haces daño y lo peor de todo es que ni te das cuenta Jeon, si sacaras por un momento tus narices de esta oficina te darías cuanta de las cosas que están pasando.
NamJoon estaba verdaderamente enojado con él, repasando las palabras de su hermano una y otra vez le hizo cuestionarse, aunque no lo suficiente ya que no entendía a qué se refería con que Jimin no estaba bien, había hablado con él en la mañana, sabía que él no estaba muy de acuerdo con que estuviera hasta muy tarde en la oficina pero sabía que recibía apoyo de él así que no era muy comprensible lo que le dijo NamJoon.
Una hora después ya se encontraba fuera de su casa, le sorprendió que las luces estuvieren apagadas pero aun así entro, se quitó sus zapatos y los dejo a un lado de los que claramente eran de Jimin, entro a la sala y no estaba el en el sofá como normalmente era de esperarse, pero eso le alegro ya que sabía de los malestares que eso le causaba a su esposo.
Aunque no lo dijera en voz alta prestaba atención a todo, y más si se trataba de Jimin.
Al entrar a su habitación lo vio en la cama echo volita, se quitó rápido sus ropas para cambiarlas por el pijama y acostarse a un lado de él debatiéndose si abrazarlo o no, un poco cohibido tomo el pequeño cuerpo de su esposo y lo acerco a él para envolverlo en un abrazo.
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Capitulo editado y corregido 02/8/2021 –Si hay más errores avísenme por favor-
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𝑾𝒉𝒐 𝑨𝒓𝒆 𝒀𝒐𝒖?♦ 누구세요 [Jikook/KookMin]
FanfictionUn matrimonio feliz y sin ningún problema, nunca discutían y cuando estaban en desacuerdo lo resolvían. Una hermosa pareja. Solo eso era años atrás, Jimin empezó a notar un comportamiento raro en su esposo, distante, se enojaba con mucha facilidad...