SUICIDA [Seven Kayne]

18

~E C L I P S A~

Basta. Basta de seguir aguantando que me haga sentir mal,cuando yo no soy él problema acá. Es ella. Ella es él problema,y la razón de por qué soy como soy,con éste trastorno de mierda que me obliga a hacer cosas que yo no quiero,y que siento ahora.
Mientras ella estaba puteandome y mi primo y Joa trataban de defenderme,mi vista viajó hasta uno de los cuchillos que estaban para cortar las tortas. Mi mente también viajó lejos,pero a un lugar en él que no quiero estar. Sentí un fuerte impulso de agarrar él cuchillo y cortarme para terminar con todo esto,pero no quiero. No quiero dejar al Ivo solo,es mi familia y él único que me apoyó y sabe como soy en realidad. Y tampoco quiero dejar a Joa. Él me ayudó mucho. Desde él principio se preocupó por mi y quiere verme bien. Sin darme cuenta,me paré de la mesa y agarré él puto cuchillo,pero traté de resistirme. "Vos podés,Clip". Se repetía una y otra vez en mi cabeza,y eso me ayudó. Clavé el cuchillo con fuerza en la mesa,y por primera vez en mucho tiempo,miré a esa hija de puta a los ojos.

Khea:Vamos a casa. No le hagas caso.

Yo:¿Que no le haga caso?-dije con ironía,y sin despegarle la vista a esa mujer- Toda la puta vida me echaste la culpa de tus errores. Por tú culpa soy así,no fue por cuenta mía...¿pero sabes que?. Yo no voy a ser una mierda como vos.

Hubo un silencio por parte de toda la gente que llamé familia alguna vez,pero nadie intervino. Ella me miraba con una cara neutra,pero sé lo que está pensando. Me odia,y si fuera por ella me estaría golpeando en éste momento. El Ivo se acercó a mi,y puso una mano en mi hombro.

Khea:Vamos a casa,Eclip.

Él me pasó un brazo por los hombros y me obligó a salir de esa casa,y a dejar de ver a esa mujer asquerosa. Mi mente quedó completamente en blanco mientras mi primo manejaba a hasta casa,Joa iba al lado mío,y los otros en él auto de Mauro. Miré por la ventana en todo él camino,tratando de no pensar en lo que acaba de pasar,y todos estuvimos en un silencio que no me molestó. Cuando llegamos a mi casa,me pareció medio raro que Joa entrara con nosotros,pensé que él Ivo lo iba a dejar en la suya,pero sinceramente no me molestó.

Khea:Prima,Joa se queda a dormir. ¿Te molesta?.

Yo:¿Qué?-dije saliendo de mis pensamientos.

Seven:Me quedo a dormir en la pieza de tu primo,¿no te molesta?.

Yo:No,para nada.

No hacía falta decir mas nada,entonces cada uno fue a su pieza. Ellos dos a la del Ivo y yo a la mía. Cerré la puerta sin trabarla,por que tengo prohibido ponerle llave ya que a mi primo le asusta que yo intente hacer algo. Fui al baño,me saqué todo él maquillaje,me cambié con un buzo grande que había tirado en mi cama,y me quedé viendo mi reflejo en él espejo. No lo hice. No me lastimé. Tenía un cuchillo en mi mano y a la mujer que me dio éste trastorno de mierda en frente mío,y no lo hice. Sonreí al darme cuenta de que capaz que estoy mejorando. Capaz que puedo ser normal,sin tener que lastimarme por cada inseguridad que tenga o querer tirarme de un edificio por sentirme una mierda. La pregunta acá es...¿por qué me está pasando esto justo ahora?.
Me fui a acostar con esa pregunta en mi cabeza,y fue al pedo por que gracias a eso no pude pegar ni un ojo. Di vueltas en la cama por horas,y esa duda seguía atormentándome, entonces decidí tratar de responderla. Aver,estuve viviendo con Ivo por cuatro meses,y hace unas dos o tres semanas empecé a sentirme mas...normal. ¿Por qué?. Me mordí el labio tratando de unir los puntos,hasta que caí en la cuenta de que la razón por la que ya no quiero suicidarme,está durmiendo en la pieza de al lado. Es Joa. Desde que vi al Azulcito en la joda y no trató de saber por qué quería matarme,me sentí rara. Capas que es por que estoy acostumbrada a que todos me caguen a pedo por tratar de suicidarme,y cuando él no me juzgó lo vi diferente a las personas que si lo hicieron. Mierda. Estoy...¿enamorada?. Me senté de golpe cuando esa idea pasó por mi cabeza. Nunca en la puta vida me enamoré o estuve con un chico. No quiero arrastrarlo a la mierda que me rodea por tener éste trastorno,y menos que sientan que tienen que cuidarme como si fuera un perro.
Me levanté de la cama,y con mucho cuidado de no hacer ruido abrí la puerta. Pasé por adelante de la pieza de mi primo,y bajé las escaleras para ir a la cocina. Tengo la garganta seca. Abrí la heladera y saqué la coca cola,y me serví un poco en un vaso. Apoyé mis brazos en la mesada y me quedé perdida en mis pensamientos mientras tomaba de la gaseosa. Joa me hizo cambiar. Trata de ayudarme desde el principio,pero no como si yo fuera una loca que necesita ir a un geriátrico. Me ayuda estando conmigo y haciéndome reír con sus boludeces.