Salvando al culpable (Terminada)

Estamos conectados

Mientras esperaba que Adams estuviese un poco mejor yo lo miraba, al mismo tiempo que trataba de regular un poco mi respiración también, el susto de muerte que nos ha dado, fue tremendo.

—Ya estoy mejor, Emma. Ya podemos ir por nuestras cosas y marchar hacia casa.

Yo únicamente asentí para pararme y caminar hacia el pequeño muelle para poder agarrar mis cosas. John iba detrás mío un poco más lento, supongo que debe tener el estómago revuelto además que el susto no se lo quita nadie. Cuando tuvimos en mano nuestras pertenencias comenzamos a caminar hacia la cabaña, esta vez era un viaje muy silencioso, ambos caminando a pasos rápidos y firmes, lo que más anhelábamos era llegar lo antes posible.
Luego de unos diez minutos así lo habíamos hecho.

—Me iré a dar una ducha ¿si? — Dijo con un tono de voz apagado.

—Claro, mientras traeré un par de medicinas, para que te sientas mejor.

Me sonrió y entró al baño.
A los minutos yo ya tenía las medicinas, las cuales estaban en el sótano, como todos los medicamentos y utensilios del laboratorio. Mientras esperaba que John saliera de la ducha comencé a pensar en lo de hace un rato, casi muero. ¿Tendría que estar más nerviosa? Adams tiene un instinto suicida dentro de el, si es que estamos conectados... el podría matarme.

. . . .

Ya habían pasado unas dos horas desde que llegamos, ambos nos encontrábamos sentados en el sillón mirándonos fijamente, ninguno quería comenzar a hablar del tema del vínculo, unión, lazo. No sabía cómo llamarlo, tampoco estaba segura al cien por ciento de ello.
El ambiente se volvía cada vez más pesado por la ausencia de palabras en el aire, antes de que la tensión siguiera aumentando decidí ponerle fin.

—John... No sé como comenzar esto, pero debemos hablar de esa unión o vínculo que tenemos, o que aparentamos tener.

—Al principio cuando lo mencionaste creí que deliraba, pero puede que sea cierto. Es decir, tú vienes del futuro, quizá tú creaste esa unión sin saberlo de algún modo u otro.

—Si... ¿pero por qué crearla contigo? Aunque es verdad que tiene sentido, yo estoy aquí para salvarte de algún modo, puede que sea eso.

—Puede que si. ¿Por qué no le preguntamos a tu amiga esta... — Dijo pensado— ¡la loca!

—Primero, se llama Patty. Segundo, dijo que no la molestara, que debería resolver las cosas por mi cuenta y esta es una de esas cosas.
Pero, ella dijo que yo era la elegida, que así estaba escrito. No hay otra alternativa, tú naciste para morir y yo para salvarte.
Salvarte del fracaso que te llevará a la muerte. — Añadí con humor—

—Tiene sentido.
Me sigues sorprendiendo... Miller. Te estás volviendo más parecida a mi de lo que crees, yo que tú no me burlaría tanto, pequeña bufón.

Lo que quedó de la tarde la pasamos hablando y haciendo hipótesis del tema, ninguno quiso cenar, no porque no quisiéramos cocinar. Al contrario, algo no me dejaba en paz como si fuese a suceder algo inusual, Adams estaba igual aunque el opinaba que era porque aún sentía su estómago lleno de agua. Pero yo no creo que fuese tal cosa, algo pasaría de eso estaba segura, pero no sabía que era.
Con la cabeza llena de dudas y suposiciones me fui a dormir, quería descansar, mi mente era la que más lo necesitaba.

Me acomodé en la cama junto a Adams para poder dormir. Estábamos dándonos la espalda, pero decidí darme la vuelta para así hablarle.

—Adams... ¿estás despierto? — Susurré.

Se dió la vuelta, quedándonos cara a cara.

—No, ¿qué pasó?

—Todavía tengo esa sensación rara en mi cuerpo, ¿y si me está avisando que te vas a morir? Por lo tanto yo también lo haré. — Contesté un poco desesperada entre susurros.

—Miller, si es así espero tu sufras más. Pero no nos daremos ese gusto porque no me pienso morir todavía. Así que ya duérmete. — Me puso la mano arriba de mis ojos para luego sacarla y posarla en su almohada.

—Buenas noches John.

Respondí para ahora si, dormir.

. . . . .

La noche había sido algo relajada, pero cuando nos despertamos, eso de las 7 a.m. supimos que algo estaba mal. La puerta delantera estaba trancada, con algo desde afuera al igual que la puerta del laboratorio. Junto con John comenzamos a hacer fuerza para poder abrirla, hasta que la puerta y lo que detrás de ella había cedió.

—¿Cómo llegó esto hasta aquí?

—Emma... nos acaban de ver la cara de estupidos, nos han robado en nuestras propias narices. — Escupió Adams con un notable enojo, el cual no era para menos.

Mientras bajábamos lentamente las escaleras del laboratorio pude ver una cuerda y unas cajas tiradas detrás de la puerta, con eso debía de estar trancada.
Cada paso que dábamos el corazón se me aceleraba más y más. Esperaba ver todo tirado, cosas rotas, lo normal cuando alguien entra, te roban pero también destruyen todo a su paso, así son los ladrones. Pero este no fue ese caso, estaba todo en su lugar, salvo unos gabinetes... oh no.

—John ¡son los gabinetes donde estaban los medicamentos que trajimos del laboratorio!, ¡se han llevado hasta el maldito virus!

—Oh no. ¡Si eso cae en las manos equivocadas será un jodido desastre!, carajo ahora que haremos Emma, ¡¿Qué haremos?!

¿Quién pudo ser capaz de hacer todo esto? ¿Por qué únicamente llevarse esas cosas?
Mis pensamientos fueron interrumpidos por la voz de John ya un poco más calmada.

—Tuvo que ser alguien que me conocía, casi nadie sabe que vivo justamente aquí. Nadie sabe que tengo un jodido laboratorio en mi casa. Únicamente Fred, pero el no sería capaz de esto.

—No creo que haya sido él. Es un hombre con modales y a la antigua, si necesitara algo te lo pediría no te lo hurtaría.

—¿Para que llevarse unas muestras en tubos de ensayo que dicen peligro? Solo un gran tonto se llevaría eso de un laboratorio.

Eso me dejó pensando, ¿llevarse un virus? ¿Llevarse algo de un laboratorio que puede ser peligroso? Salvo que...

—Ya se quien fue. — Solté sin más—

—¿Quién?

—... — Aguarde un segundo para luego decir— Patty.

           Hola queridos saltamontes 🦗

Voten y comenten✨
Pinche Patty bipolar.