𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐗𝐕𝐈𝐈 𝐄𝐥 𝐢𝐧𝐢𝐜𝐢𝐨 𝐝𝐞 𝐮𝐧𝐚 𝐧𝐮𝐞𝐯𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚

3 0 0
                                    

Después de nuestro reencuentro, salimos de Zuaya para dirigirnos directamente a la casa en Kensington donde pasaríamos lo que quedaba de fin de semana.

En nuestra primera noche juntos de nuevo, no habíamos dormido o descansado siquiera un poco, sin que esto nos importara en lo más mínimo. Ya que el tiempo y las horas, habíamos decidido destinarlas a ponernos al tanto sobre todo lo nuevo que ahora rodeaba nuestras vidas, pero sobre todo a disfrutarnos. Nicholas no había hecho demasiado desde que habíamos terminado más que continuar con la dirección de la universidad y adquirir un nuevo automóvil. En tanto que yo, le contaba sobre la nueva vida que llevábamos como familia, la boda, la luna de miel, los obsequios, pero, sobre todo, de lo maravilloso y gentil que era Emilio como padre y esposo.

Ninguno de los dos deseaba separarse aquel fin de semana. Deseábamos pasar juntos cada minuto y segundo del día así que, después de pensar demasiado en una idea que aceptáramos ambos. Nicholas me pidió le permitiera quedarse conmigo al menos la próxima semana en casa. Ignorando completamente la privacidad y anonimato que un principio guio nuestra relación. Él me había pedido quedarme de igual manera con él en Kensington, sin embargo, aquello no podía ser ya que yo tenía trabajo en la librería el resto de la semana. Situación por la cual habíamos optado por que fuera él quien se quedará conmigo. Lo cual, podía comenzar a suponer que sería más bien como, el principio de un futuro juntos.

Como todo había sido demasiado rápido, era más que obvio que aún no ponía al tanto a Emilio o a mi madre sobre mi regreso con Nicholas. El cual, si era completamente honesta conmigo y con la situación, no sabía exactamente como lo tomarían. Sin embargo, intentando dar una respuesta positiva a esta idea negativa, opte por llamar a mamá y pedirle nos reuniéramos el próximo sábado por la tarde noche en una cena familiar sin entrar demasiado en detalles. Reunión a la que por supuesto asistiría Nicholas.

- Le he pedido a mamá que nos reunamos el próximo sábado en casa. Creo que es momento de que te presentes y conozcan oficialmente

Le decía a Nicholas en tanto terminábamos de subir las ultimas maletas con ropa para la próxima semana.

- Me encanta la idea, aunque no sé exactamente como lo tomarán

- Descuida. Todo estará bien. Mamá y Emilio lo saben todo y es mejor así, comenzar de cero y sin mentiras.

- Bueno, probablemente no me vean con los mejores ojos para su hija, pero de acuerdo, hagámoslo.

Respondía en tanto ponía en marcha el auto y besaba la palma de mi mano.

El resto de la semana fue sencillamente perfecta y más que espectacular. Nicholas llegaba a la librería en cuanto salía de la universidad para después marcharnos a casa y preparar algo de cenar para después dormir juntos y abrazados. Disfrutando de nuestro calor y compañía.

Los días por primera vez en mucho tiempo, avanzaron tranquilos y serenos. Por las noches no padecía más de insomnio y no importaba lo que sucediera a mi alrededor, ahora veía las cosas mucho mejor que antes y con una visión totalmente nueva y positiva.

Se había llegado el tan ansioso sábado y como era de esperarse, aquel día acudiríamos a la escuela para que aquel mismo día por la tarde, nos marcháramos rumbo a Belgravia para comer con mamá y Emilio.

Pasarón las horas y cuando por fin llego el momento de salir de clases, yo me marche a casa donde esperaría a Nicholas el cual llegaría apenas un par de horas después.

Eran alrededor de las 4 de la tarde cuando por fin yo me encontraba lista, estrenando aquel día uno de los tantos outfits que mamá y Emilio me habían traído de su luna de miel en tanto que Nicholas llegaba apenas casa para comenzar a prepararse...

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 27, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝓑𝓾𝓼𝓬𝓪𝓷𝓭𝓸 𝓾𝓷 𝓜𝓸𝓽𝓲𝓿𝓸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora