Habían pasado tres meses desde que Nicholas había intentado tocarme y yo no estaba lista. Había estado pensando mucho sobre aquello últimamente, las palabras de Nicholas aquella noche me hicieron mirar una perspectiva distinta de lo que me había sucedido y ahora comenzaba a creer que quizás no todo había sido culpa mía. Los sentimientos que tenía por Nicholas sin duda alguna habían crecido y tomado fuerza dentro mí, ahora probablemente me encontraba lista para estar con él y no podía pensar en un mejor momento que el viaje próximo. Aquella noche dormí temprano. Sin duda alguna el próximo viaje supondría un gran paso para mí, no solo como experiencia personal sino también como pareja con Nicholas ya que había decidido llegar a la intimidad con él.
Debíamos estar en la universidad alrededor de las ocho de la mañana así que salí de casa siete en punto con la finalidad de tener tiempo de sobra por cualquier situación o percance. Llegue y ya había algunos alumnos y profesores, para mi fortuna de mi salón sólo había acudido yo he Isabelle, una compañera. La mayoría trabajaba o tenía familia lo cual les complicaba un poco el acudir. No me preocupaba el hecho de que otro compañero del mismo curso fuera al viaje ya que mi habitación era individual y hasta donde supe la de ella igual. No éramos grandes amigas, pero tampoco nos llevábamos mal.
Habían pasado diez o quince minutos cuando Nicholas apareció en escena. Llegaba en su automóvil con maletas de viaje y folders en mano. Se acercó a la multitud saludando cordialmente a los presentes y haciendo referencia a que entregaría los tickets de avión a los alumnos.
- Buenos días a todos les pido se acerquen para hacerles entrega de su boleto de avión.
Nicholas comenzó a repartir los boletos y al darme el mío pude notar en su expresión alegría y serenidad.
- Será perfecto. Pensé
Nos marchamos camino al aeropuerto, el viaje salía a las diez de la mañana y tendría una duración de 8 horas, era un poco largo, pero pensábamos que el destino valía la pena. Arribamos el avión y tomamos nuestros lugares, Isabelle mi compañera de clase, se sentó conmigo y la profesora Simone con Nicholas. Era una mujer de setenta años, muy lista y culta, y era más que obvio que estaba enamorada de Nicholas. Eso a él lo incomodaba, pero a mí me resultaba tierno y hasta cierto punto cómico. Imagine a Nicholas soportando a la profesora Simone durante ocho horas de vuelo, lo cual me causaba mucha gracia.
Era mi primera vez en avión así que estaba un tanto nerviosa. Para mi sorpresa el tiempo había pasado demasiado rápido así que cuando pasaban veinte minutos de las seis de la tarde habíamos llegado por fin a Italia.
Al llegar al aeropuerto una camioneta de transporte nos esperaba para llevarnos al hotel donde nos hospedaríamos. Al llegar, Nicholas confirmó el registro y entregó la llave a cada uno de los alumnos y demás viajeros. Mi habitación se encontraba en el tercer piso y pude darme cuenta que la de Nicholas igual. Imaginaba que era algo que él había planeado así que lo tome con humor y alegría.
- De acuerdo, estas son sus habitaciones. Son libres de ordenar servicio al cuarto o bajar a comer al restaurant del hotel. Si gustan pueden marcharse a descansar y mañana nos vemos aquí mismo en el hobby en punto de las 10 de la mañana.
Dijo Nicholas mientras se despedía de los presentes. No deseaba cenar aquella noche así que con el pretexto de que mi habitación estaba en el tercer piso al igual que la de Nicholas subí el ascensor junto con él, lo cual para mi fortuna habíamos hecho solo él y yo.
- No puedo creer que estemos aquí. Temía que no vinieras.
Dijo mientras me besaba. No teníamos mucho tiempo así que mantuvimos la cordura en todo momento. Al salir del elevador Nicholas se despidió de mí marchándose a su habitación.
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𝓑𝓾𝓼𝓬𝓪𝓷𝓭𝓸 𝓾𝓷 𝓜𝓸𝓽𝓲𝓿𝓸
Romans𝐄𝐦𝐢𝐥𝐲, 𝐮𝐧𝐚 𝐜𝐡𝐢𝐜𝐚 𝐜𝐚𝐧𝐬𝐚𝐝𝐚 𝐝𝐞 𝐬𝐮𝐬 𝐟𝐫𝐚𝐜𝐚𝐬𝐨𝐬 𝐲 𝐞𝐫𝐫𝐨𝐫𝐞𝐬, 𝐝𝐞𝐜𝐢𝐝𝐞 𝐜𝐨𝐦𝐞𝐧𝐳𝐚𝐫 𝐮𝐧𝐚 𝐧𝐮𝐞𝐯𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚 𝐞𝐧 𝐎𝐱𝐟𝐨𝐫𝐝. 𝐒𝐢𝐧 𝐬𝐢𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐚 𝐢𝐦𝐚𝐠𝐢𝐧𝐚𝐫, 𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐚 𝐩𝐮𝐧𝐭𝐨 𝐝�...