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Narra Antonella

Me desperté primera que todas ya que Anto nos había tocado la puerta y nos había dicho que ya estaban abajo, las desperté para ir a desayunar y Anto ya estaba ahí con Caro y Juan.

-Cómo esta esa resaca chiquis?- preguntó Anto

-Mal, tanto tomamos- dijo Tina

-Yo estoy bastante bien, creo que no tomé mucho- dije sonriendo

-Anto, después del desayuno con Tina queremos hablar un minuto con vos- dijo Iara y asentí

Desayunamos hablando y quedamos en ir mas tarde a la playa, después de eso subimos las cuatro a nuestra habitación y me senté en una punta y las chicas en la otra.

-Bueno, con Tina te queremos pedir perdón y te queremos decir que te vamos a apoyar, si querés volver con él te vamos a apoyar en todo, sos nuestra amiga y no fuimos buenas amigas, perdón- me dijo Iara y las abracé

-Obvio que las perdono

-Ahora contanos todo- dijo Tina y les empecé a contar hasta que me sonó el celular.

-Hablando de Roma- les dije y mostré el celular-Hola gor- dije atendiendo

-Fíjate lo que te mandé Antonella- me dijo enojado, que le pasa a este pibe

-No me vas a saludar, porque juntos desgraciadamente no dormimos- bromeé mientras me fijaba lo que me había mandado.

Eran fotos, la historia de Iari y después un zoom de cuando estaba chapando con Ignacio, me la mandé mal.

-No me vas a explicar Antonella, o todo lo hiciste para vengarte de mí, me aceptaste la oportunidad por venganza? Contesta Antonella- me gritó y de mis ojos brotaban lágrimas

-Pau, perdón, no estaba en mis cinco sentidos, por favor perdóname, nunca te use Paulo, por favor créeme, yo te quiero Paulo- le dije con la voz ronca ignorando lo que decían mis amigas

-Por qué lo hiciste, te acostaste con él? Digo porque te tocaba y vos no hacías nada, parecía que hasta te gustaba, respóndeme- me dijo gritando

-Lo conocí en la playa y me olvidé de todo, perdóname por favor

-No te olvidaste de nada, simplemente te importo nada todo, porque supuestamente el más propenso a engañarte soy yo, pero mírate chapando con un pibe en un boliche-sollocé- ensima lloras, no te hagas la víctima

-Perdóname Pau, perdón- le dije y Tina amagó a sacarme el celular y la detuve.

-No sabes que no tenes porque pedir perdón, porque no somos nada pero no te enojes si después te devuelvo con la misma moneda Antonella- me dijo y sollocé más fuerte

-No me digas que no somos nada Pau, por favor- Tina se cansó y me sacó el celular.

La periodistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora