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Narra Paulo

Antonella no habló más y escuché como alguien dijo que le dé el celular.

-Otra vez esta conversación, me parece muy deja vú, pero acá estoy otra vez, defendiendo a mi amiga de un tarado que se cree el pupo del mundo, yo ya viví esto, yo insultándote diciendo que mi amiga no te merece, pero decirle que no son nada, a ella le brillan los ojos cuando habla de vos, y vos venís a hacerle este planteo estúpido, si la dejaras hablar te darías cuenta de lo tarado que sos- me dijo Tina, ya habíamos tenido varios choques nosotros.

-Esto no lo voy a charlar con vos Tina, pásame con Antonella- le dije firme

-No, para que, para que llore más, no Paulo siempre le haces lo mismo, una vez deja de mirarte el pupo y escucha y pensa en los demás- cortó

Revolé el celular y tiré mis cosas de la valija. No me puede haber hecho esto, me engañó. Agarre mi celular y busque el contacto de Oriana, pensé un rato en hablarle hasta que me di vuelta y vi en mi mesa de luz esas fotos, de nosotros tan nenes y bloqueé mi celular y me tiré en la cama, tengo que armar la valija para la Copa América donde vería a Antonella.

Sé que ella no me usó, ni siquiera sé porque lo dije, enojo capaz, nunca me habían engañado, capaz tienen razón siempre pienso en lo que sintió Antonella las veces que recibía fotos o noticias, todas verdaderas, nunca se las negué, pero la lastimé demasiado, con Oriana fue distinto, las cosas no eran igual Antonella me acompaño a cada lugar, Oriana la cansaba viajar de Argentina a Italia y cuando venía compras, sola, porque nunca se llevó bien con las mujeres de mis compañeros, un día me dijo que ellas hablaban mal de ella en su cara y las confrontó no les gustó y dese ese día Oriana dejó de ir a la cancha y mis compañeros me decían que a las juntadas en familia vaya sin ella, siempre hacía lío o no le gustaba la comida y se iba siempre. Corte esa relación por la toxicidad que manejaba, ni siquiera sabíamos porque estábamos juntos, yo no, ella sí, fama para sus canciones, hasta que lo corté y terminamos con todo.

Me levante y me puse a armar la valija, estaba buscando algo debajo de la cama cuando encontré mi remera que había usado ella el otro día, tenía su perfume intacto y un arito, guarde esas cosas en mi valija, junto con una remera que tenía de ella de antes, esa remera junto con las fotos las guarde en una caja escondida cuando estuve con Oriana y cuando me ponía nervioso antes de un partido con la Juve o con la selección la olía y me tranquilizaba, todavía tiene ese efecto en mí. También guardé unos escarpines azules de mi bebé, no hay partido al cual yo no los lleve, son los escarpines que yo le compré a mi bebé cuando me enteré de su existencia, también son como una especie de amuleto.

La periodistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora