CAP. 6. EL ESTADO

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El agua caliente cayó por mi cuerpo como la mejor caricia que me pudieron dar en ese momento. 

Me notaba algo estresado durante toda la noche en vela, por eso, había decidido ducharme nada más saliera el sol y no molestar a Harry si el sonido del agua le despertaba. 

Salí de la ducha secando mi pelo ahora mojado y me vestí con velocidad mirándome en el espejo, tocando mi rostro con las yemas de mis dedos. 

Me sentía algo más demacrado que de normal y aunque lo más habitual hubiera sido que el hambre me consumiera en una situación así, podía jurar que mis pómulos ahora no se hundían tanto como solían hacer cuando estaba en Alemania y la comida escaseaba. 

La puerta del baño sonó con intensidad y yo me giré caminando hasta ahí mientras colocaba una camisa sobre mi torso. 

Los ojos verdes y cansados de Harry se juntaron con los míos con velocidad, recorrió mi cuerpo de arriba a abajo y me vi obligado a hacerme a un lado para que pasara al interior del baño, el carmín tiñendo mis mejillas levemente. 

—Ya había terminado. 

—Llego tarde— Contestó únicamente entrando con mucha prisa mientras se quitaba la camiseta que llevaba y buscaba entre la ropa de por ahí. 

Aparté la mirada con velocidad. Podía notar como mi garganta se secaba a una rapidez asombrosa y como mi vista pedía a gritos descifrar esa espalda ancha y musculada. 

Agarré todas mis cosas lo más rápido que pude, queriendo salir de ahí en poco tiempo cuando su voz me paró en seco, obligándome a quedarme unos segundos más. 

—Louis, ¿Puedes salir y decirle a Liam que salgo en dos minutos? 

—¿Quién es Liam? 

—Liam— Repitió él como si fuera demasiado obvio— El guardia de fuera, el que siempre me acompaña. 

Asentí con la cabeza dejando la ropa sucia de nuevo en una esquina y caminé a la salida, quedándome en el marco de la puerta mientras veía como agarra todo su pelo en un pequeño moño típico en él, mirándome en todo momento. 

—Entonces, ¿Salgo y le digo que en dos minutos? 

Él asintió con la cabeza dibujando una sonrisa en su boca y yo salí de ahí cerrando la puerta a mi paso, un nerviosismo algo ligero recorriendo mi cuerpo hasta que abrí la puerta principal de la habitación y la vista de cinco guardias se posó sobre mí. 

—Liam— Dije nervioso mirando a cada uno de ellos hasta que el más musculoso y con facciones más perfectas dió dos pasos hacia mí— Harry me ha dicho que sale en dos minutos. 

El hombre delante mío asintió con la cabeza, regalándome una sonrisa y yo caminé hacia atrás entrando de nuevo a la habitación, sintiéndome seguro aunque sabía que en cualquier momento ellos podrían entrar y destrozarme simplemente por respirar. 

Harry salió del baño con los botones de su camisa desabrochados, con una velocidad poco típica en él mientras agarraba la chaqueta verde que se situaba colocada sobre una silla. 

—Hoy vendré un poco más tarde, tengo una reunión importante a última hora y no sé a qué hora podré terminar. 

Me senté sobre la cama deshecha viendo como caminaba hacia mí, su atención puesta en los botones de la camisa blanca que se estaba abrochando, su plano y marcado abdomen llamando toda mi atención. 

—Vale, no te preocupes. 

Él levantó la cabeza y yo agarré su camisa ayudándolo con los botones, viendo como me observaba confundido deteniendo sus movimientos en seco. 

Última Respiración || Larry Donde viven las historias. Descúbrelo ahora