CAP. 14. INFIERNO

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Sus palabras fueron como estacas clavadas en los lugares más sensibles de mi corazón. Tuve ganas de morirme en ese mismo momento antes que permanecer ahí un segundo más. 

Quería borrar toda la tristeza que tenía y hacer desaparecer la furia que Harry desprendía hacia cualquier persona que se pusiera por su camino, aunque sabía que ese papel ya no me correspondía a mí. 

—Harry…— Dije con un hilo de voz sin controlar mis lágrimas ya, viendo como se daba la vuelta dispuesto a irse de la cocina— Harry no, para por favor. 

Corrí hacia él agarrando su mano, viendo como se giraba mirando nuestro agarre y cómo levantaba la mirada hasta mis ojos después. 

—Para por favor… Yo tampoco voy a consentir que pongas en duda lo que siento.

Un suspiro salió de su cuerpo mientras se giraba quedando delante mío, su mirada fija contra mis ojos y una batalla perdida contra mi mente y corazón. 

—Todo esto es nuevo para mí, yo nunca había sentido algo tan grande por alguien, mucho menos un hombre y estoy completamente aterrado. Cuando escuchaba historias de amor pensaba que jamás habría alguien que podría quererme así, pero llegaste tú y cambiaste todos los esquemas que tenía en mi mente. Me siento un completo estúpido y entiendo que estés tan enfadado porque yo también lo estaría, pero no pongas en duda lo que siento.

Harry suspiró chasqueando su lengua, bajando la mirada con algo de picardía encondida en sus movimientos faciales y corporales, mis lágrimas leves corriendo por mis mejillas ante eso. 

—Te entregaría mi vida porque sé que eres la única persona que podría hacerme feliz Harry, de verdad. 

—Deja de llorar— Dijo con un tono rudo que me provocó un carcajada sarcástica. 

—¿Cómo quieres que deje de llorar con todo lo que estás diciendo? 

Su mirada se juntó con la mía de nuevo, su semblante serio pero con algo de brillo asomándose al fin por sus ojos, para mí con el significado de esperanza. 

—No me gusta verte llorar. 

—Y a mí tampoco me gusta verte con este carácter. 

—He estado toda la noche sin dormir por ti, he pensado mil formas distintas de pedirte perdón aunque sé que ninguno de los dos tenemos la culpa y me he visto obligado a venir aquí porque no podía estar un solo segundo más sintiéndome tan miserable. 

Sonreí un poco limpiando mis lágrimas con el puño de mi camisa, notando como él se relajaba un poco y eso provocaba que mi corazón volviera a latir después de todo. 

—Los dos hemos sido imbéciles, perdóname, por favor…  

—Soy un loco, Louis, mereces vivir… 

—Los dos, merecemos vivir los dos. Soy feliz contigo, ¿Tú eres feliz? 

—Sí… 

—Entonces sólo perdóname… 

Harry suspiró profundamente, asintiendo con lentitud con su cabeza y abriendo sus brazos dispuesto a estrecharme en ellos. 

—Ven aquí, pequeño. 

La abracé con fuerza notando como me correspondía, el olor de su cuerpo siendo lo más ansiado de este mundo para mí y el calor corporal que me repartía siendo mi medicina ante el dolor que él mismo había provocado. 

—Nunca vuelvas a decirme que haga lo que me dé la gana sin contar contigo— Dije todavía abrazándolo. 

—No, perdón, estaba enfadado… 

Última Respiración || Larry Donde viven las historias. Descúbrelo ahora