Última Respiración || Larry

CAP. 5. ALGO PASAJERO

Entré a ese pequeño espacio húmedo y poco habitable, las pocas veces que lo hacía conseguía que se convirtiera en algo más incómodo teniendo en cuenta mi postura en ese lugar. 

—Hola— Dije con una sonrisa leve mientras lo miraba a él.

—Hola, pensé que ayer vendrías... 

—Lo sé, siento no haber podido, Harry me pidió que ordenara la habitación porque querían acomodar más mantas para el invierno. 

Él me miró con confusión y yo dejé su desayuno en la mesa viendo como Zayn comenzaba a devorarlo. 

Sabía que uno de los castigos de estar ahí era que la comida escaseaba. Cuando Zayn me lo contó, no dudé ni un solo segundo en ayudarlo a reponer las fuerzas que necesitaría. 

Él paró de comer con su vista justo detrás mía y yo giré desviando mi atención hasta la entrada, la rubia cabellera de Niall asomándose y mirándome con desaprobación. 

—Te espero fuera, Louis. 

—Vale, gracias. 

Él asintió mirando por última vez a Zayn, saliendo de ahí con velocidad mientras mi amigo se sentaba de un bote en la mesa y me observaba confundido. 

—¿Confías en él? 

—¿En Niall? Claro, él ha estado conmigo desde el primer momento aquí, me ha aconsejado bastante. 

Zayn asintió con su cabeza carraspeando su garganta levemente, bajando la mirada mientras jugaba con sus manos.

—¿Y en el Capitán Styles? 

Mis ojos azules de juntaron con ese marrón intenso como habían hecho años atrás. Supe a donde quería ir y la verdad que me negaba a seguir con esa conversación. 

Durante el mes que había pasado ahí, los empleados me habían hablado sobre varios temas que según ellos Harry se había empeñado en ocultarme. Yo no había sido el único. No fue algo que consiguió dañarme, no sentía un afecto demasiado grande por Harry para sentirme molesto, pero siendo honesto, la simple idea de ser la última basura en su lista consiguió que la incomodidad y la desaprobación me invadieran sutilmente. 

Cuando lo hablé con Niall, él me aseguró que jamás había visto a Harry tan emocionado con alguien como lo estaba con mi presencia y, aunque sabía que eso no debería haberme calmado, lo hizo. 

Harry era una persona pura y con una paciencia envidiable cuando se trataba de mí. Otra persona ya me habría violado más de mil veces mientras que él estaba ahí, durmiendo a kilómetros de distancia sin atreverse a tocar mi piel ni siquiera para detener mis movimientos en actos pasajeros. 

—¿En Harry qué? ¿Qué si confío en él? 

Zayn asintió con su cabeza agarrando una galleta de la bandeja, su vista fija en mí y el final de esa conversación demasiado predecible. 

—Sí, supongo… 

—¿Supones? ¿Confías en un maldito demente?

—No es un demente. 

—Claro que lo es— Debatió frunciendo el ceño— ¿Tú eres consciente de lo que hace cuando tú no estás delante? Está loco, Louis, no deberías creerte ni una sola palabra de su boca. 

—Lo sé— Contesté bajando la cabeza. 

—Además, él es homosexual, recuerda que tiene una enfermedad, Louis. ¿Quién te asegura que una noche no empiece a violarte hasta que se canse? O peor aún, ¿Quién te asegura que no te pegará un tiro en la sien una vez que haya conseguido calmar su polla?