EPÍLOGO

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—¡Harry!— Chillé soltando una carcajada, comenzando a correr por el largo jardín mientras lo sentía seguirme a pasos acelerados. 

El olor de los benditos y preciosos geranios rojos llegaba a mis fosas nasales como un sueño hecho realidad, el precioso sol bañando nuestro cuerpo y el silencio sepulcral siendo llenado por sonidos de animales y agua cayendo a ríos cubiertos de gloria. 

Sus manos agarraron mi cintura con firmeza, tirándome sobre el frío césped sin preocuparse por manchar la poca vestimenta que llevábamos. Sus firmes manos se centraron en detener los movimientos de mi cuerpo, hasta que agarró las mías y las colocó sobre nuestras cabezas. 

—¿Estabas acaso intentando escapar de mí, dulce esposo? 

Me liberé de su agarre para acariciar su rostro mientras sentía sus manos contra la piel de mi torso, sus labios juntándose con los míos y las yemas de sus dedos presionando en eso que me hizo chillar de nuevo.

—¡Harry! 

Comencé a reír de nuevo sin poder controlarme, moviéndome de una manera inquieta mientras lo escuchaba a él reír ahora también, soltandome al final para que respirara hasta normalizar mi respiración. 

Harry se puso en pie, colocando perfectamente su pelo mientras extendía una de sus manos hacia mí, ayudándome a levantarme. 

—Que atento— Dije con sorna mientras me subía a su espalda de un solo salto, notando como sus manos agarraban mis piernas y él comenzaba a caminar al interior de nuestro hogar. 

Besé su espalda con delicadeza, abrazándolo desde ahí hasta que me dejó con cuidado sobre la enorme cama que ahora compartíamos, los gigantes cojines acompañando eso como el adorno más puro y bonito de nuestra existencia. 

—Toma— Dijo mientras me extendía la carta que había llegado hasta nuestro buzón. 

La agarré mientras carraspeaba mi garganta, colocándome boca abajo en la cama, mi abdomen acariciando las suaves sábanas y mis manos abriendo ese sobre con olor familiar. 

Queridos Styles— Comencé a relatar notando como él comenzaba a dejar un camino de besos por toda mi columna vertebral— La felicidad llegó a la familia Horan en la mayor prueba que pudo traer el destino. No podéis imaginar lo orgulloso que me hace comunicar que Celestine Horan Tomlinson llegó al mundo la pasada semana. Es una niña hermosa y sana, sus ojos similares a los de Corey y a los de su madre. 

—Celestine— Repitió Harry mientras bajaba mi pantalón— Típico de Niall. 

Charlotte se encuentra a la perfección, el parto fue largo aunque salió todo como esperábamos. Corey se siente un poco desplazado, Charlotte dice que es normal aunque no es algo que me haga feliz, por lo que pronto tomaré una decisión. 

—Pronto se le pasará— Dijo Harry mientras se agachaba un poco más, besando una de mis nalgas hasta hacerme reír. 

—Continuo— Dije carraspeando mi garganta— Lottie está empeñada en veros pronto, al igual que Corey, tenemos ganas de que podáis conocer al nuevo miembro de nuestra familia. Esperamos como siempre que todo os esté yendo a la perfección y que las cartas estén llegando a vosotros. Zayn nos asegura a diario que os encontráis bien, es gratificante tener ese vínculo con vosotros. Como siempre, esperamos vuestra felicidad. Un saludo cordial y lleno de amor para mi Tommi y el Capitán arrogante. 

Harry soltó un gruñido y yo reí volviendo a guardar la carta en el sobre, estirando mi cuerpo solo un poco más para guardarla con todas las demás, girandome después y abrazando el cuerpo de Harry ahora sobre el mío. 

—Podríamos hacerles una visita— Dije casualmente mientras acariciaba su espalda con la yema de mis dedos. 

—¿Ya te has cansado de mí, pequeña flor?— Preguntó comenzó a besar mi cuello, dejando un rastro húmedo que provocó un suspiro en mí. 

—Sabes que nunca podría hacerlo, por algo me casé contigo. 

Pude notar como sus labios se estiraban en una sonrisa contra mi piel, mis manos ahora enredándose en su cabello mientras entrelazaba mis piernas a su cintura. 

—Pero ya sabes…— Continué lentamente— Son nuestra familia, estaría bien verlos aunque sólo fuera un poco. 

—Mmhh… Entiendo— Contestó separándose para mirarme— Tal vez podríamos hablar con Zayn y negociar una fecha para ir a verlos… Aunque sabes que para la gente estamos muertos, pequeño, no puedo prometerte paseos tranquilos por las calles de tu pueblo. 

Lo abracé más fuerte dejando rápidos besos por todo su rostro, haciéndolo reír hasta que mis manos acunaron sus mejillas y lo miré directamente a los ojos.  

—Solamente quiero pedirle perdón a mi hermana y a Corey, sé que les destrozó no verme más. 

—Lo sé, hablaré con Zayn si eso te hace sentir mejor ¿Quieres? 

Asentí con velocidad notando sus labios contra los míos de nuevo, como ahora hacían a cada segundo. 

Cuatro años nos separaban de aquella tortura que tuvimos que vivir alejados. Cuatro años en los que Harry y yo habíamos vuelto a respirar el uno con el otro, a vivir felices y a aprender a amarnos de nuevo. 

Ahora ahí, en nuestra casa compartida donde habíamos creado nuestra propia burbuja de felicidad y relajación, donde cada día era algo inolvidable, algo que recordábamos y que jamás dejaríamos de alabar. Cada segundo con Harry era único, era vida; y yo no podía pensar en lo mucho que tardé en llegar a darme cuenta. 

Si una cosa tenía clara es que por mucho que los años pasaran por nosotros, el destino nunca podría cambiar lo que sentíamos, ni siquiera con peleas sutiles que duraban menos de diez minutos o con cartas de Zayn asegurando que la gente investigaba todavía la muerte de Harry sin obtener nada; pues nunca se supo nada ni de lo que ocurrió con Harry Styles ni del paradero desconocido de Louis Tomlinson. 

Todas las noches, antes de acurrucarme contra su pecho, Harry me aseguraba lo mucho que me amaba; lo afortunado que se sentía y lo poco que cambiaría de nuestra estancia ahí. Me susurraba de nuevo cosas haciéndome temblar, me tocaba como si fuera algo que él no mereciera, me hacía sentir arte, y sin duda era maravilloso. 

Cuando eso ocurría, yo le aseguraba lo mucho que le amaba también, todo lo que volvería a dejar atrás solamente por él y como gracias a él yo había comenzando a respirar de nuevo. 

Respirar, eso era lo que ambos hacíamos con el otro, lo que a todos los seres humanos les mantiene en vida; algunos encontrándole un significado y poniéndole nombres y apellidos. Mi respiración llevaba el nombre de Harry, al igual que la suya llevaba el mío. Por eso mismo, cuando juré amarlo toda mi vida, entre lágrimas, con un anillo en mano a los pies de nuestra cama, escuchando como él hacía exactamente lo mismo conmigo sin importar nada más, cumpliendo nuestro deseo de casarnos aunque no de la manera tradicional; Harry y yo nos prometimos hasta lo último que nos podíamos ofrecer. 

En una bocanada de aire, una ráfaga de viento y flores con significados de verdadero amor; Harry y yo nos prometimos la vida, lo que nos mantiene vivos. Harry y yo nos prometimos lo que estábamos seguros de entregarle al otro hasta el final de nuestros días. 

Harry y yo nos prometimos hasta nuestra última respiración. 

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Solamente me salen palabras de agradecimiento a todas las personas que perdieron un segundo de su tiempo en leer mi proyecto.

Espero de verdad que todo os vaya bien, que estéis segurxs al igual que vuestras familias.

Son tiempos difíciles, pero colaborando y cumpliendo todas las normas saldremos adelante.

Gracias por todo<3

Sincerely, Carla <3

Última Respiración || Larry Donde viven las historias. Descúbrelo ahora