Le extendí la taza de té sin entender del todo su presencia, sentándome justo en la silla de enfrente en la gran mesa de madera oscura que decoraban el salón; el gran ventanal dejando entrar la luz del día y regalándonos su máximo esplendor sin esfuerzo alguno.
—Vas a tener que explicarme muchas cosas— Dije pasando mi mano por el frío contorno de la taza entre mis dedos, Niall dándole un sorbo pequeño sin desviar su vista de la mía.
—Lo sé, estoy preparado para ello.
Me quedé callado intentando normalizar los rápidos latidos de mi corazón, respirando hondo y bebiendo de la taza para ganar algo de tiempo que pensar.
—¿Has venido solo?
—No. Es complicado, creo que has dado justo con la pregunta en la que me toca explicar todo desde el principio.
—Te escucho.
Niall pasó lo lengua por sus labios, sus facciones totalmente idénticas a la última vez que lo vi y ese brillo en sus ojos creciendo desde que se encontraba en esa casa.
—Cuando os fuisteis fue un descontrol; un maldito descontrol en todos los sentidos. Harry se volvió loco, no había forma de calmarlo e incluso el doctor Méndez pensó en inyectarle calmantes. No dejaba de llorar en ningún momento y amenazó con matar a cualquier persona que se acercara con una aguja a él.
Le presté toda la atención del mundo, una parte de mí demasiado intrigado por saber qué había sido de él después de mi partida, la otra parte sin querer saberlo porque se apostaba lo que fuera a que esa información no me iba a gustar.
—Se pasó una semana entera en la cama y cuando por fin lo pudimos llevar a su casa en Londres, Liam habló con él sobre qué pensaba hacer para encontrarte, sabiendo que era difícil porque no tenían ninguna idea de vuestro paradero. Yo iba a visitarlo la gran mayoría de días y cada día me arrepentía más y más de verlo tan demacrado. Parecía un muerto viviente y dolía imaginar por lo que estaba pasando.
Quise asegurar que dolía, que me sentía totalmente igual a lo que estaba contando él sobre Harry, sabía perfectamente por lo que solamente los dos podríamos pasar después de eso.
—Entonces un día llegó la carta de Zayn diciendo que-
—¿De Zayn?— Le corté rápidamente mirando sus ojos.
—Sí, de Zayn.
—¿Cómo que de Zayn, Niall? No puede ser de Zayn, llevo más de tres meses sin saber nada de él.
—Espera, ¿No lo sabías? En la carta mencionaba que habías hablado con él para darle permiso a contarle a Harry dónde estabas.
—¿Quieres decir que estás aquí porque Zayn te lo dijo?— Pregunté sintiendo como mis piernas temblaban aún sin saber la respuesta.
—Claro. ¿De verdad no lo sabías? Zayn nos dió la dirección y se aseguró de que le llegara a Harry a través de mí.
Pasé la mano por mi pelo, atónito, sin ni siquiera imaginar que Zayn hubiera hecho eso por mí después de todo lo que había luchado por separarme de Harry, que ahora él fuera el que me volviera a unir a él.
—Continúa— Dije restándole importancia mientras bebía de mi taza, viendo la verdadera sorpresa en el rostro de Niall y la duda si debería seguir o no.
—Pues… Después de la carta de Zayn, Harry ni lo pensó y decidió presentarse aquí, cosa que por razones obvias y espero que entiendas Liam y yo nos dedicamos a impedir, llegando a la idea de ir a visitar Doncaster pero sin que fuera algo que pudiera llamar la atención de la gente. Después de pensarlo demasiado salió la idea de contar nuestra experiencia en la batalla, hablar sobre cómo vivimos aquello y cuál fue nuestro papel ahí. Harry aceptó sin dudar, por lo que llevamos dos meses viajando por toda Inglaterra para que tú le puedas ver tan solo cinco minutos que dura su discurso, ya que la condición de hacer eso fue que el Estado nos proporcionara protección.
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Última Respiración || Larry
FanfictionTras la Batalla de Inglaterra en 1940, Louis Tomlinson acepta ser enviado como espía inglés hasta Alemania, aprovechando que ésta va ganando la batalla. Con los meses, Alemania pierde territorio e Inglaterra recluta soldados alemanes para hacer más...