De regreso a los Ángeles.

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Después de dos días más en México, estamos de regreso a los Ángeles, hay mucho trabajo por hacer, Denis y Mariano decidieron pasar un días más con las chicas para que pudieran conocer más de México, yo en cambio me vine con Brenda.

Bajamos del avión y dejo que del equipaje se encargue los de seguridad. Tuve que venirme de México porque han visto por las cámaras de seguridad de la empresa varias irregularidades, personas no del personal de trabajo han estado ingresando a las instalaciones, debemos prevenir cualquier cosa. Por eso he contratado a un personal de seguridad.

Voy directo a la empresa para ponerme al día con lo que está pasando, y Brenda preparando todo para la Boda, yo la verdad estoy pensando en cancelar esa boda, necesito un pretexto para eso.

Trato de trabajar lo más que pueda pero Melissa aparece en mis pensamientos, cada vez que pienso en la última imagen que vi de ella, besando y sonriendo con Maximiliano me dan celos, no soporto saber que otro la vera al despertar, la besará, la tocará, y menos que sea el imbécil de Maximiliano.

Cuando supe que mi padre tenía otro hijo mi odio y rencor hacia ellos fue inmediato, ¿Por qué mi padre buscaría otra familia? ¿Ya no éramos somos suficiente para él? Sus constantes viajes, sus constantes ausencias, era para estar con su otra familia.

Llamo a Martha, mi secretaria, y le pido una botella de whisky, la trae en seguida y comienzo a beber. Todos los recuerdos vienen a mí, tanto los de mi infancia como los de Melissa, pero aún así me duele, me duele saber que no fuimos suficientes para mi padre.

— ¿Tan poca cosa fuimos mi madre, Mariano y yo, para que buscarás otra familia ?— me preguntó a mí mismo, sin obtener ninguna respuesta porque simplemente no soy capaz de enfrentarlo.

Bebo una y otra vez en mi despacho, está vida tan miserable me trae mal. Ni los millones del mundo pueden darte felicidad si estás vacío por dentro.

¿Que voy hacer después que me case? ¿Darle un hijo a Brenda? Y así fingir una familia feliz, como lo ha hecho mi madre durante todo este maldito tiempo con mi padre. Las lágrimas no tardan en aparecer, ¿Que mierda me pasas? ¿Por qué estoy así?

Melissa... Traes mi vida de cabeza, te quiero aquí conmigo y tú estás con el bastardo aquél. ¿Que te puede dar el que no pueda darte yo? Yo soy mejor que él, yo soy mucho mejor que Maximiliano Andrés Ádrian Evans, soy mucho mejor que él. Bebo el último trago y de tanta importancia estalló el vaso contra el suelo.

—MALDITA SEA MI VIDA—

Martha entra de inmediato a la oficina preocupada.

— Señor ¿se encuentra bien? —

— Si Martha, estoy bien, puedes traerme otra botella y algo para limpiar este desastre—

— Si señor, ya regreso—

Vuelvo a ver por el ventanal que hay en la oficina y el día esta gris, esta apunto de llover. Martha entra nuevamente a la oficina y coloca la botella en el escritorio y recoge los vidrios.

— ¿Necesita algo mas señor? — pregunta antes de irse.

— Si, tienes todo el día libre al igual que todos los del personal, avísale y por favor que nadie me moleste, puedes retirarte—

Se retira. Me sirvo un trago más y lo bebo, recuerdos vienen en mi mente.

*Flashback*

— Ivanna, no es lo que tú piensas—

— ¿No es lo que creo Maximo? Entonces explícame porque esto esta más que claro— dice mi madre.

— Ellos no son nada para mí—

Del Infierno a la tierra [Completa ✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora