Ya es hora, ya tengo que ir hacer mi gran show principal.
Tengo puesto un traje totalmente transparente con diamantes en mis partes íntimas, me veo realmente sexy. Esté traje marca bien mi silueta, termino de poner labial rojo en mis labios y listo, estoy feliz por lo hermosa que me veo, pero me da asco saber que bailare para todos esos tipos que solo nos utilizan para sus asquerosidades.
Yo he tenido la suerte de que ninguno me ha podido tocar, órdenes del Jefe, esa es una de las cosas por las cuales he estado agradecida pero de igual forma me siento como una gran puta.
Ojalá algún día pueda salir de este infierno.
—Ya debes salir Estrella, es tu momento —
— Voy — coloco mi abrigo negro, cubriendo mi traje.
Salgo de la habitación y todas las chicas me ven con mala cara, sé que a ninguna le caigo bien solo por el simple hecho de que el jefe no deja que nadie se meta conmigo.
Camino hacia mi lugar y espero mi momento para salir.
La música comienza a sonar.
Camino delicadamente por el escenario todos los espectadores están atentos y sus miradas solo se encuentran en mí. Muevo mis caderas sensualmente mientras espero que el tubo de pole dance termine de aparecer, dejo caer la braga y muestro mi gran figura junto a mi transparente traje. Me posiciono y comienzo mi espectáculo, no dejaban de aplaudir y lanzar dinero al escenario, me siento tan poderosa en este momento.
Todos me ven, todos me aplauden realmente me siento importante.
Unos ojos potentes se posan sobre mí, un joven bastante atractivo, fino, adinerado y algo intimidante ¿Que hace en este lugar? Sigo mi gran baile hasta terminar. Llego a mi camerino y me siento bien, bastante agotada pero satisfecha hoy ganaré mucho más que los días anteriores eso lo sé.
Procedo a cambiar mi traje y ponerme otro conjunto, este no mostraba tanto como el anterior pero si es bastante sexy.
—Estrella hay un cliente que necesita de tus servicios — dice Jack entrando a mi camerino.
— ¿Quién es el cliente?—
—Vamos y te lo muestro, ha dado una buena suma de dinero, has lo que sabes hacer —
Por un instante quise que fuera aquel chico con mirada penetrante, pero no es así, recorrí con la mirada todo el lugar pero ya no estaba, de seguro vino por obligación se ve que es rico de cuna y lugares como esté no está a su altura.
Me acerco a la zona V.I.P y veo a mi famoso cliente, tiene como aproximadamente 35 años, es alto, tiene ojos azules, luce una barba bastante cuidada y se le ve muy sexy.
Me acerco a él y su mirada me devora de inmediato, se levanta y trata de tocarme. Pero logro empujarlo y hacerlo caer en el sofá nuevamente, hago un baile bastante sexy, veo cómo crece entre sus piernas una gran erección. Lástima que yo no podre bajarle su gran amigo, no me pagan para eso.
Me doy vuelta y sigo moviendo muy bien mis caderas, sin percatarme ya lo tengo sobre mí, como un tigre asechando a su presa. Intenté zafar me dé su agarre pero no pude, mi corazón se aceleraba, el olor de alcohol que esté llevaba era penetrante al igual que su perfume.
—Estas demasiado rica estrella — intenta besarme
—Lo siento pero yo no soy como las otras, a mí me pagan por bailar —
— No chiquita, yo pagué para que fueras mía—
—Lo lamento pero no, le diré a mi jefe que le dé vuelva su dinero —
—No te irás a ningún lado zorra, serás mía quieras o no — me besa pero lucho contra él.
Me desespero y comienzo a golpearlo pero no puedo.
—Por favor no me haga nada, suélteme —
—Te dije que no —
—Jack ayuda — grito, pero la música está a todo volumen, imposible que me escuche.
—Grita lo que quieras, nadie te escuchará —
Lágrimas salen de mí sin césar, sentí tanto miedo, sentí miedo de que abusara de mí.
—Se lo suplico suélteme —
—Cállate maldita Zorra — me da una cachetada
Lloro aún más —Déjeme por favor —
Lucho por quitármelo de encima pero no puedo, es imposible.
—La señorita ha dicho que la suelte — escucho una voz autoritaria pero no lo logro verlo
— Lárgate de aquí, yo pague por esta zorra y la haré mía — un fuerte golpe escuche.
El cliente que me tenía hace unos instantes ya está tirado en el suelo con su labio partido, aún sigo sollozando y temblando de miedo.
—Señorita ¿se encuentra bien?—
Dice aquel chico de voz autoritaria, lo reconocí al instante es el mismo chico intimidante, adinerado y atractivo que vi hace rato.Niego con la cabeza — Sácame de aquí — dije en un susurro
Ayuda a escaparme de ese infierno, no quiero volver más, no quiero trabajar más ahí, si antes lo odiaba ahora es el doble.
Nos acercamos a una camioneta bastante lujosa color negra, abrió la puerta del copiloto y dio paso a que subiera, se dirigió al lado del chófer y nos alejamos de aquel lugar.
Cerré mis ojos por un instante pero lo único que logre fue quedarme dormida, tenía tanto tiempo sin dormir bien, las desveladas del bar me dejaba agotada.
Unas manos grandes y frías me estremecieron levemente, abrí los ojos y me encontraba en un extraño lugar, estaba en un ¿Estacionamiento?
— ¿D-Donde estamos?— pregunto nerviosa
—Ven, sígueme estás segura conmigo —
Bajo de la camioneta y sigo aquel atractivo hombre a no sé dónde. Presiona un botón y al instante se abren las puertas del elevador, entramos en él y marca el último piso, imaginó que es su departamento.
El olor de su perfume es adictivo y fuerte, no se quien sea este señor pero me transmite confianza no sé porque.
Las puertas del elevador se abren dando vista al gran Pent-house, adornado grandes y acolchados muebles, un fino piano color marfil estaba en medio de la sala, una gran lámpara adornaba el techo y el gran ventanal daba una buena vista a la ciudad de los Ángeles. Quedo impactada por tan maravillosa y fina casa, como quisiera vivir aquí.
—Mucho Gusto soy Matthew Ádrian—
Pude verlo con mejor claridad y más de cerca, sus ojos Gris intimidaban, tiene unos labios carnosos bastante provocativos y sin dejar atrás su grandioso cutis, no tiene algún rastro de acné ni de ojeras. Se cuida bastante para ser hombre.
—El gusto es mío, mi nombre es...— dude por un instante — Melissa Scott. —
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Del Infierno a la tierra [Completa ✔️]
Storie d'amoreMi vida ha sido un infierno total desde que tengo 15 años, siempre he tenido envidia de la buena a todas aquellas personas que pueden darse sus grandes lujos. Mientras personas como yo solo vivimos en el mas grande infierno tratando de sobrevivir en...