Butterfly Effect.

14- Dulce Jeque.

Pov Eleanor.

Casi, casi la beso en esos hermosos y carnosos labios rosados que nuestro creador le dio, sus ojitos presentaban claros signos de confusión, su piel blanquicia se erizo en la invasión de mi tacto... Si que estoy enamorada de la progenitora de mi ahijada Stormaloo.

Pero viene a arruinar este hermoso momento luego de una terrible semana, que el dulce árabe me siguiera a casa de la que me gustaría que fuese mi suegra, Zafar tenía 34 años de edad, un dubaití de sangre azul y vicepresidente de la otra planta de petróleo de su tío, el actual rey de Arabia Saudita, pensarán que tengo una tremenda suerte; pero Waleed II era de esos árabes que se enamoraban y eran insistentes, yo no puedo casarme, y darle alas significa eso.

Cuando por fin llegamos a la mansión de la matriarca del clan, vi a los escoltas del magnate afuera vistiendo el traje típico de su país, nos bajamos en total silencio y entramos a la casa.

-habibi -sentí un gran cuerpo de 1.87 abrazarme-.

En el gran comedor estaba todos los Kardashian y los Jenner (Cait, Kendall, Brody y Kylie), obviamente supe que ese cuerpo era el del dulce niño bonito de los Waleed Al Maktoum, mi papa como hombre celoso parecía un perro rabioso y Kris maravillada por el muy bien perfumado hombre..

-Zafar -le devolví el abrazo- ¿que haces aquí? -.

-buscando al amor de mi vida mi habibi -suspiro enamorado- mi padre se quedó en el hotel con su nueva esposa, y quiere que lo visites -.

-¿cuando? -frunci el ceño- mañana tengo un compromiso -.

-cancelalo mi niña, a mi padre no le gustaría aplazar tu visita, está fascinado por tu inteligencia -habló con celos notorios-.

Eso era lo malo de el niño lindo, es un hombre enamorado y celoso, hasta de su padre, y no era para menos, Al Waleed era un hombre mayor apuesto y caballeroso; lo malo, iba por su octava esposa en sus 67 años de edad, las otras solo le daban herederas y no herederos, que siguieran sus pasos como su único hijo varón, entre las 15 mujeres islámicas que procreo con las otras exesposas.

Y mañana tenía el entrenamiento jugador y esposa, novia o prometida, Jay me había acompañado a la inauguración y yo le tenía que devolver el favor.

-mañana tengo un compromiso con los Cowboys en Santa Ana California -fingi pena-.

-no importa princesa mía -besó mi frente-.

El era hermoso, y el material de novio que todas deseamos, pero mi corazón le pertenecía a la menor del clan, los ojos del hombre fornido eran tan oscuros como su barba y suaves como sus manos de niño rico, el, Jaylon y sobre todo Kylie eran como mis amores no tan secretos; el futbolista me daba adrenalina y fuego en todo momento, el árabe poder y romance, pero Kylie me hipnotizaba con solo estar cerca, no se como es ella en una relación o en la cama, pero en la mirada lo sensual, pícara, fogoza y que si se lo propone es romántica, me vuelve loca.

-¿podemos dejar el romance para más tarde y cenar? -habló la dueña de mis pensamientos-.

Todos la miramos y está bufo, con años conociendola, me di cuenta que amaba romper los buenos momentos que no la incluían.

La cena es una delicia, platillos exuberantes y multiculturales te transportaban a sus sitios de origen, el vino tinto, blanco y el champán endulsaban los paladares de nuestras bocas; el postre era un buen trozo de torta tres leches con chocolate negro y coca cola. A pesar del gran silencio que se formó desde que ocupamos la mesa de madera oscura, no estaba tenso y era cómodo, como antes de que los malos ratos dominaran la familia, los niños en sus tablets, los adultos en sus mentes y el árabe no dejaba de mirarme, ni Kylie podía dejarlo de mirar a el con fastidio.

-dime querido, ¿te quedarás en el Hilton? -pregunto kris-.

-si señora Jenner, esperaba a que mi habibi me invitara a pasar la noche con ella pero veo que no pasará -hizo una mueca-.

-oh querido -rio por compromiso la momanager-.

-¿vamos al patio a por un rato de aire? -dijo Scott levantándose- vamos Martone -.

Me tendió la mano (ya que lo tenía a mi derecha) y salimos casi que corriendo a el jardín trasero de la matriarca, el Lord tenía sus manos en los bolsillos del pantalón jean de Guess y miraba sus pies, yo por mi parte me abrazaba a mi y seguía sus pasos.

-vaya que ese chico es intenso -se burlo con escandalo-.

-demasiado diria yo -bufe- es molesto a veces, mañana tengo que ir al entrenamiento de los Cowboys donde las parejas de los atletas participarán, y este niño no dejaba de presionar para que no -me queje-.

-es incómodo ¿sabes? Si yo fuera el, no me siguiera arrastrando -habló el judío-.

Asenti para darle la razón, muchos dirán que si no me incómoda estar tan íntima con el, hablando de mis amantes, por el haber sido uno; pues, Disick es un gran amigo que enterró ese recuerdo por el bien de nuestra amistad, tal cuál, yo lo hice.

-Deberías prestarle atención a el arabito ese, así te olvidas de mi y de acosarme -comento Kylie-.

El Lord y yo detuvimos nuestra caminata para sentarnos cerca de la fogata de cemento que la mayor del clan había mandado a hacer, el frente de mi y yo con los pies en la orilla del círculo; cuando mi amor imposible llegó para tirar su veneno.

-no te acoso niña idiota -escupi con molestia-.

-no me insultes -medio grito-.

-te dije que no me siguieras humillando porque no voy a responder con flores -finalice-.

-no eres nadie para amenazarme -me apuntó con el dedo-.

Me levante y me le acerque a ella, quedándome a escasos centímetros de su pincelado rostro, decorado con maquillaje.

-tan bonita pero tan perra -le acaricie su mandíbula-.

-tu tan idiota pero tan mal nacida -tartamudeo-.

-pideme que me aleje -bese su nariz-.

-alejate -susurro-.

A todo malo le llega su hora, así que la cargué y tire en la piscina, sus gritos escandalosos llenos de maldiciones y otras barbaridades salieron de sus gordos labios y los demás que estaban dentro de la casa, salieron a ver lo que sucedía.

-dulce jeque, te concedo el honor de llevarme a mi humilde morada -reí al ver a la reina del maquillaje nadar hasta la escalera-.