Butterfly Effect.

43- Horas de retraso.

Pov Eleanor.

No había más molesto que despertarse con resaca y una luz demasiado fuerte en tu rostro, al abrir mis ojos vi que está habitación no era la mía, ni mucho menos un hotel, la decoración era exquisita y notablemente lujosa, entendí que esa habitación era la de Kylie.

Mi mente empezó a recordar como nos tocamos, como su rostro cambiaba de expresión cuando bese salvaje sus pechos preciosos, la forma en que su cuerpo se arqueaba y la cristalina esencia que dejó en mi rostro al llegar a su preciado orgasmo, sus gemidos fuerte y como gimoteaba mi nombre en éxtasis, masajeandose las pechos, cuando quería y no quería que parara, la mirada de fiera cuando comía su feminida y me.miro con sus voluptuosos labios entre abiertos y jadeante.

Sin tocarme por mucho tiempo, sin penetración, solo moviéndose encima de mi, me hizo acabar tan estruendosa, nunca imaginé que nuestra primera vez sería tan caliente y fogoza, me moví pero su cuerpo estaba literalmente encima de mi, la sabana le llegaba a mitad de inicion de sus nalgotas, su rostro escondido en mi cuello y nuestros pechos aún duros juntos; me sentía realizada, extasiada y completamente feliz.

Pero... ¿Como reaccionaria ella al despertar?, tenía miedo de que me diría o si sólo me miraría y se iría al cuarto de baño esperando a que yo saliera de su mansión.

Giré mi rostro quedando nuestras narices juntas, ambos alientos oloroso a licor, y labios a centímetros escasos, se veía realmente preciosa, si maquillaje ligeramente corrido mostraba sus pequeñas pecas en los pómulos, me gustaba muchísimo Sky, pero se que de esta vez ya no habrían más, dos razones:

1) ella no volvería a dejarme tocarla.
2) aún me quedaban dos semanas y media de gira.

Quería probar sus labios por última vez, llevarme un recuerdo de como la hice verse como una perra en celo, sería mi consuelo.

-dime que no paso lo que creo que pasó -susurro ronca con los ojos cerrados-.

Aleje mi rostro del suyo, cerré mis ojos y ella se quitó con pesades de encima de mi, sentí como se sentó en la cama y movia unas cosas en el buro de madera blanca.

-Eleanor -me movió- despierta idiota -me empujó de la cama-.

Sentí mi rostro tocar el suelo, mi cuerpo se erizo al chocar el suelo frío de mi socia, como pude me levante enredandome en la sabana, al estar frente a frente, mirándonos fijamente, nos quedamos en esa posición, por lo menos no ha hecho nada.

-¿qu..quieres desayunar? -pregunto titubeante-.

Sus ojos traviesos recorrían mi cuerpo, su boca se abría cada vez más al darse cuenta de algo raro en mi cuerpo, me asusté.

-¿porque me miras así? -exclame nerviosa-.

-creo que me pase -río con pesar-.

Algo hicimos que me dejó consecuencias que podrían tomarse como evidencia, camine torpemente hasta el baño y en el espejo, note que mi cuello tenía dos chupones grandes, mis senos tenían unos tres, mi abdomen unos cuantos más, ¡vaya! La niña si era una fiera, pero me llevaría un gran regaño.

-sabes que me van a regañar ¿verdad? -le dije con los ojos entrecerrados-.

Ella solo se río escandalosa.

Por lo menos no reaccionó mal, al ver que amanecimos desnudas y oliendo a sexo intenso, se levanto de la cama y noté que ella estaba igual que yo pero menos peor, dulce venganza perrita.

-mirate en el espejo Sky -le hable con seriedad-.

Ella fruncio el ceño y con elegancia camino hasta el baño,conté hasta tres cuando quejas molestas se escucharon desde su baño, antes de que dijera algo, salí del cuarto y me metí en el que yo siempre me quedaba en las pijamadas. Me duche con tranquilidad, ya qué, me dolían los chupones que me hizo, hice lo que hice, para salir y vestir con un short de jean desteñido, yeezy gris y una camiseta gris de Astroworld Tour dos tallas más grandes, peine mi pelo y fui directo a la cocina; dandome la espalda, una sudadera inmensa y unas pantuflas estaba ella con su hija aún en pijamas en brazos.