Pov Eleanor.
No era tan fácil como pensaba.
Alejandra no estaba, mi jefe de seguridad tampoco, no quería a nadie cerca de mi, solo a ellos dos, la soledad me incomodaba y más si sentía ansiedad de una posibilidad alterna de que otro loco entrara a la casa, imposible porque mis mastodontes y los de mi ¿amiga?, no dejarían que entrara alguien para hacerme daño, bastante tenía con no poder dormir por las imágenes de mi tormentosa pesadilla, se que tengo prohibido tomar cafe hasta que el médico me diga que mi sistema nervioso estaba fortalecido, pero joder, el café era lo único que me calmaba, eso o ir y tomarme el Jack Daniels que tengo en uno de los dos bares de la casa; solo tres días in la venezolana, solo tres días sin hablar nada más que con mis cinco perros negros y mi tigre bengala bebe que Hamdan me mandó como regalo y un sexy acompañante, un correo de Def Jam me llego avisandome que en dos semanas comenzaremos a rodar los vídeos de las canciones listas y lanzar oficialmente esas canciones en versiones cortas para dejar la versión completa para el álbum, no he hecho más que trabajar en la canción que modifique llamada More, triste pero me fascinaba por el ritmo.
Dejando de hablar de trabajo, me sentía hasta cierto punto tranquila, hasta que me llegaba el recuerdo por supuesto, lo que yo llamo momento de locura, el momento sano lo aprovechaba para hacer algo oficioso y cuando no, solo lloraba hasta que me sentía mareada por la deshidratación que sufría, masoquista, lo sé.
Pero eso era lo que merecía.
Sufrir como la hice sufrir.
Llorar sangre como la que le salió del labio.
-Baja a comer nena -gritó el morenazo-.
¿Quién era ese hombre? Se llama Reshad Jones y es un agente libre de la NFL, jugó para los Dolfins de Miami, y ahora era mi ¿curador? Según la legislación americana ese es el nombre indicado para el hombro moreno de 1.90 cm de altura cuyo brazos son mis dos muslos en cada uno, el llego al día siguiente de que mi venezolana favorita se fuera a un asunto que ni idea, la cosa era que el me había visto llorar como una bebe, he llorado en sus brazos tatuados mientras repetía sin cesar el nombre de mi socia, el hombre era muy caliente pero yo amo a Kylie y pensar en el como un amigo con privilegios me hacia sentir infiel.
Estúpido, lo se.
-reshiboo -sonreí- huele delicioso -.
-hice la comida favorita de Carson -dijo nombrado a su hija de seis años-.
-amo la pasta, soy buena italiana reshiboo -me senté en la silla-.
-lo se niña -rio-.
El sirvió y empezamos a comer en silencio, cómodo, relajado, con un olor a pasta que me hacia engordar, pero como mi nana decía...
La calma anuncia una tormenta.
Y lo acababa de confirmar.
-¿quieres hacer algo esta noche? -pregunto el morenazo-.
-no -dije cortante-.
-¿segura? -fruncio el ceño- tienes que dejar lo malo atrás, vivir la vida, celebrar que estas viva -habló con obviedad-.
-rei amarga- no cuando heriste a quién amas, ni cuando te das cuenta de que tu vida es una mierda -.
El me miro sin ninguna expresión.
-disculpame -susurro con la mirada abajo- no se lo que...
-no pasa nada -seguí comiendo-.
El no parecía entender, nadie parecía hacerlo.
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Butterfly Effect.
FanfictionElla es como mi efecto mariposa. Tan maravillosa. Tan dulce. Tan perfecta. Me gusta.