77- Idiota Arcoíris.

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Pov Eleanor.

Me molesta todo esto de cambiar de autos, vendas en los ojos, tipos con apariencia criminal, música idiota del idiota arcoíris, menos mal que había decidido ponerme un traje deportivo de mi marca con Dolce&Gabbana de leggi de licra negra con una sudadera corta color chicle como las Air Jordan de suela blanca, porque sino me hubiese molestado toda esta boberia del sapo de los Bloods. A Gemma se le ocurrio, por lo menos, que me dejaran llevar mi propia seguridad para ser menos evidentes, dos canciones a duo y una el solo bajo mi apadrinado discográfico, el idiota arcoíris había pedido que pasara un día y medio con el para terminar una canción rápido ya qué su discográfica pedía una colaboración con una artista femenina que le devolviera la fama perdida por lo del juicio más el encarcelamiento que sufrió desde el 2018.

La mansión era relativamente grande, inmensos jardines, autos costosos estacionados afuera y ¿patrullas? ¿En que me metí?, Johnny me ayudo a bajarme del último Jeep que me monte en el transcurso del aeropuerto internacional de Miami a la mansión del idiota arcoíris, los policías al verme asintieron con pena, yo también pienso que esto es una locura y dinero que no necesito.

-¿puedo revisarla? -pregunto serio un policía rubio-.

-¿me vas a asfixiar como...

-adelante sargento Barreto -me interrumpió Johnny mirándome mal- el jet lag la tiene atontada -me excuso-.

Me acomode para que el policía gordito me revisara con un aparato, un perro de antidrogas me olisqueo y pude entrar a la casa que por fuera parecía ser seria, el idiota arcoíris tenía gustos un poco fuera de onda que se notaba en su vestimenta, tres mujeres de compañía me sonrieron, al menos el mexicano tenía buenos gustos en mujeres menos ellas que estan con un periódico andante de tanta tinta.

-en persona eres mucho más hermosa, soy Tekashi un gusto -se presentó acomodandose la ropa-.

Un traje deportivo amarillo, unas pantuflas Gucci y dos largas trenzas de colores, ¿como las cubanas no se enrredaban con esas extensiones?, las palabras que Kylie me dijo sobre las trenzas del Trapero casi me hacen reirme, las trillizas afroamericanas parecieron notarlo y se rieron en silencio.

-me halagas -sonreí arrogante- ¿podemos hablar de las canciones? -pregunte viendo el extravagante interior-.

-por supuesto -me abrió la puerta del estudio- he estado pensando en algo que nos represente, dicen que eres mala cuyos pensamientos son salvajes, dos canciones basadas en...

-¿crees lo que dicen en las redes? -alce una deja sentándome en una silla frente al panel- porque yo de ti no -.

Mentira.

-pues no -prendió la hooka- una canción sexi, fuerte y muy explícita pero que sirva para perrear -explicó-.

Si el idiota arcoíris no fuese tan extraño, sin muchos tatuajes en la cara, un convicto y sapo de una organización criminal, por lo menos hubiese tenido una noche con el para ver que tal pero no, el es tan raro y no lo conozco, el me trae pensamientos salvajes pero de buena manera, me hace acordar a Kylie la noche de ayer cuando me estaba duchando en su baño y entró para bañarse conmigo.

Esos si son pensamientos salvajes, la necesidad de vernos desnudas, mojadas y jadeantes como cuando vemos diamantes en las vitrinas de Tiffany o Cartier.

-Daniel danielito tengo una idea -empecé a mover los controles-.

-¿un verso? -tomo una libreta- yo igual -se mordio el labio-.

Me gusta la voz del niño mexicano con vómito de unicornio en sus cabellos.

-No sé si podrías tomarlo
Sabes que quieres verme nakey, nakey, desnuda, Quiero ser tu bebé, nena, nena -me acordé de Sky- Girando y está mojado como vino de Maytag...

Butterfly Effect.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora