Butterfly Effect.

65- Vídeos. part2

Pov Eleanor.

Ya los ensayos habían terminando, me sentía liberada, hice lo que me gusta y besar a Kylie me encanto, la culpa no se ha ido, el miedo de que se repita siga allí, pero el haber estado en esa burbuja con ella, el hecho de que sentí que yo era suya de verdad, me fascinó demasiado, iba camino al estacionamiento para irme a mi casa, note que el Bently gris de Kylie seguía al lado de mi Lamhirgini, fui a abrir la puerta y...

-hey Elea -me llamaron-.

Me gire y vi a la menor de las Jenner con su hija en brazos, caminar hasta donde yo estaba.

-Kyzzle -sonrei- ¿necesitas algo? -.

-no... Digo si, yo quería invitarte a almorzar, creo que, necesitamos hablar -dijo jugando con los dedos de su hija-.

-amm bueno, si -rei por su nerviosismo-.

-¿Nobu? -hablo montando a su hija en el asiento trasero-.

-si -Asenti-.

-Te sigo -se montó en su auto-.

Me monte en mi auto, espere a que ella arrancara primero, respire hondo y la seguí, estoy como la canción de Bad Bunny que dice me pongo nerviosa cuando dice que tenemos que hablar, pues si, esa hermosa mujer siempre me hará sentir inferior, ella es una diosa, yo lo soy, aún así, me siento sumamente extasiada por tener que aclarar todo lo sucedido, no me gusta pedir perdón y eso es un pecado, pero es Kylie Jenner.

Si saben a lo que me refiero.

Al llegar al famoso restaurante, nos bajamos cada una de su auto, entramos, sin dirigirnos mas que miradas discretas, pedimos una mesa, no hablabamos, solo veíamos la carta pero me gusta verla, así de sonrojada por movimiento que hizo, sus pechos inmensos se movían con las respiraciones de frustración por no saber que elegir.

-pide lo de siempre -reí-.

Ella terminaba eligiendo lo de siempre, es muy quisquillosa con su comida, la de Storm y la mía, a veces me hacia ilusiones que se preocupara por mi de esa manera, pero cuando se lo preguntaba decía que todo era por que yo la cuidaba, las palabras que me dijo al enterarse de todo, seguían en mi mente y eso me dolía, tal vez demasiado.

-tienes razón -chasqueo la lengua- llama al mesero por favor -le dio un vaso de agua a su hija-.

Hice una seña y el mesero, un hombre alto, blanco, pelirrojo con sonrisa bonita vino a nuestra mesa.

-buenas tardes hermosas señoritas -me miro los pechos - ¿que pedirán? -.

-yo pasta carbonara, mi hija comera lo mismo pero pasta de la corta y ¿tu cariño? -dijo entre dientes-.

Pov Kylie.

¿Porque sus pechos? Osea, los tengo más grande, al cabeza de zanahoria le sonreía a mi acompañante, y eso me está molestando, ya no ha respeto por parte de los hombres hoy en día, creen que la mujer es un juguete, las cosas no son así, la mirada del mesero fue épica cuando le agarre la mano a Elea y le dije cariño, pero no me gusta el abuso, solo su busto.

Elea había pedido sus raviolis en salsa que tanto amaba, el tipo por fin se fue, ahora solas, sólo viendonos fijamente, sin ninguna palabra, palabras que eran necesarias.

-perdon -susurro agachando la mirada-.

-¿perdon? -dije confundida-.

-yo...yo, he cometidos muchísimos errores este año, me ha ido muy bien, pero estoy pagando mis errores, te hice daño cuando prometí nunca hacerlo, te humille...