48- New House.

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Pov Kylie.

Haberme quedado con ella, fue la mejor decisión que he tomado en lo que va de año, lo juro, después que el médico milagroso nos encontrara besandonos encima de la camilla, con los labios hinchados y la máquina de pulso a millón, nos separamos para luego quedarnos en silencio mirándonos sin soltar una palabra; me gustaba como me había sentir y eso me daba mucho miedo, de qué, no se, aún así me gustaba lo que sentía.

Al ser una clínica privada teníamos las mil y un comodidades que por lastima, en un hospital normal no, pusimos Netflix para ver Bohemia Rhapsody, termino y me obligó a dormir con ella, lo que me fascinó muchísimo, me sentía muy cómoda en sus brazos, escuchando los latidos de su corazón y la respiración pacífica que hacía.

-¿ya llego Johnny? -dijo Elea mientras se peinaba su larga cabellera-.

-sip -Asenti- y le dije que te quedarías conmigo para cuidarte la herida -le dije avisandole de mi plan-.

¿Como se me ocurrió? Pues, anoche soñé que volvían a hacerle daño pero esta vez eran varios hombres, no podía salvarla, me dieron ganas de llorar y eso significaba que ella se despertara y no cumpliera con lo que el médico le dijo con eso de la inflamación, unas pastillas y el corte de la ceja izquierda, de allí me dije a mi misma que mientras resolvieran lo del caso en un tribunal (que seguro no sería una sentencia a lo legal, por venganza de los Martone),yo no la dejaría sola, era una loca necesidad de saber que ella iba a estar bien, además... Estaríamos con mi hija, Stassie y Andrea en mi nueva casa, una loca pijamada.

-yo quería ir a mi casa -hizo pucheros- la cama es blandita -achico la voz-.

-iremos a nuestras amiguitas y Stormi, que por cierto, la tengo abandonada -hice una mueca-.

Ella me miró sería e indecisa, podría ser una oradora activista de los derechos de la mujer en los Emiratos Árabes Unidos pero muchas veces era una linda ovejita miedosa.

-¿molestarte o irrumpir en tu para nada humilde morada? -jugó con sus dedos-.

-no importa bae -termine de recojer nuestras cosas-.

Ese apodo que le di desde que nos conocemos, hizo que sus ojitos brillaran, sus mejillas sonrojaran y una sonrisa tímida me saludara. Esa chica sería mi perdición, puede que a eso le tenga miedo, pero como ella dice: "El miedo es opcional, solo es psicología y negación".

-hola chicas, ya esta listo el auto, podemos irnos con tranquilidad -entró Johnny-.

-¿como esta la entrada? -pregunte dandole la maleta-.

-ammm más o menos, pero hablé con todos por un megáfono y les dije que cuando las vieran salir, las dejaran pasar porque estabas un poco golpeada y te dolía el cuerpo -explicó-.

-¿osea que tengo que poner mi mejor cara de dolor? -fruncio el ceño-.

-si pero no exagerada -río-.

-muy bien -le seguí la risa-.

Elea se levantó de la camilla con su teléfono y jugo de manzana en una mano con la otra tomó mi cartera para ponersela en el brazo, me tendió su mano libre, obvio que se la tome para salir de la habitación con la nueva flota de gorilas armados que su abuelo le había puesto.

La entrada era un caos de fans, reporteros, policias, escoltas, y personas entrepitas que les gustaba el chisme, vimos; johnny hizo una seña y las puertas se abrieron junto el paso que hicieron los fans, lloraban y tiraban palabras bonitas, y los paparazzis tomándonos fotos, quise soltar su mano pero ella no me dejó, hasta que nos montamos en la Escalade blanca y nos fuimos.

Butterfly Effect.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora