Butterfly Effect.

61- Tranquilizante.

Pov Eleanor.

Luego de que llegaramos a mi nueva casa, la sensación de miedo me atacó muy fuerte, mi mente empezó a maquinar imágenes del tipo arrastrandome por la casa e insultandome como lo hizo, hasta que Alejandra me abrazo asegurandome que ella me protegeria y que nadie me tocaría o sabrían quién en realidad es, si me dio miedo lo que dijo, a los demás igual, así que, respire hondo y nos pusimos a cocinar platillos venezolanos, posdata amo las caraotas negras y no sabía que las tenía en mi alacena.

Ahora en pijama de seda gris, en mi sala, frente al plasma de 89 pulgadas teníamos puesto en Netflix, la última temporada de Lucifer.

-hubo una vez hace un año, me presentaron a el tipo ese y de lo nerviosa que estaba, ¿adivina que le dije? -le empecé a contar-.

-¿que le dijiste? De seguro algo estúpido -se carcajeo-.

-¿oye te pintas la barba? Me sentí una idiota total -fingi llorar- me dolio cuando se empezó a reír -puse una mano en mi pecho-.

-ay dios contigo Amelia -se ahogó con el agua por reírse- dime que siguieron conversando... Ya va... No me digas que... QUE PERRA AMELIA -me manoteo-.

-oye chica, si Lucifer viene y te pide de rodillas, obvio que me voy a poner de rodillas -le saque la lengua-.

La mayoría de la tarde se fue entre risas, chistes, juegos de mesas con más años que matusalen, pero mi querida... ¿Amiga? Sacó el tema del golpe, antes me contó la pelea que tuvo con el clan Kardashian Jenner, el hecho de que mi papa no desmintiera que me abandonó a mi y a mi mama cuando se enteró de mi concepción me dolió, volvi a llorar cuando supe que en serio me había ganado el odio de quiénes fueron mi familia adoptiva, la venezolana se sintió muy culpable, me decía que me tranquilizara y respirara pero el terror que había alejado por unos momentos, regresó junto a las imágenes del intento de homicidio, el golpe que le di al amor de mi vida y no tanto el hecho de que mi padre era una verdadera mierda; ahora estaba sedada con un tranquilizante que ella usaba para sus ataques de ansiedad, mi cuerpo se sentía muy liviano, me había sentado en el piano para reposar mi flacido cuerpo, luego llego el hijo de puta de Damián peleando y reclamandole entre gritos a Alejandra, quise irme pero ni ella me dejo, ni las piernas pusieron de su parte, lo único que pude decirle fue algo relacionado a un cuento idiota pero el tranquilizante me tenía adormecida.

-es un idiota -gruño-.

-los hombres no sirven... ¿Soy un hombre? -pronuncie con lentitud-.

-¿tienes pene? -alzo una ceja-.

-mi clítoris es grande -sonreí con flojera- sele infiel conmigo a kendall -.

No sabía lo que decía, solo se que mi cuerpo se siente tan liviano que podría salir y ser elevada por el viento.

-la pussy de ella es más jugosa cariño -dijo con una mueca rara-.

-la de su hermana es apretadita -me mordi el labio-.

-no quiero saber sobre su vagina gracias -exclamo con asco- ¿quieres nutella con doritos? -.

-eso no se pregunta idiota -le saque el dedo del medio-.

-jodete -.

-ya me jodio tu cuñada, ¿no le haz visto los dedos? Son la gloria -hable intentado levantarme-.

-ains asco -salio corriendo-.

Pov Kylie.

Quiero, necesito, hablar con ella para saber si esta bien, una chica que trabajaba para mi hacia una presentación de un posible nuevo envase para los labiales, pero no me podía concentrar bien por regresar mis recuerdos a la mañana cuando la vi muy fuera de si, me dio una profunda tristeza ver como la culpa causó estragos en su cuerpo, no me gustó ver el desaparecido brillo de sus ojos, no me gustó su frialdad y que no me mirara ni una sola vez, ocasionó que me doliera aún más el corazón.