Butterfly Effect.

64- La Repartidora.

Pov Eleanor.

No se si reír o llorar, ni mucho menos que pensar con respecto a estos dos días que pasaron, me he vuelto más cerca a Reshad  desde la escena frente de la piscina, y luego de ¿una semana? la vi frente a frente, como había engañado a un grupo de mastodontes, ella es sumamente preciosa, pero ¿quién dijo que con el sueldo de un repartidor, se puede comprar unos Prada Milano de suela roja?, la cosa iba así...

Hace dos días atrás, en la mañana siguiente del asunto de la fulana piscina, desperté porque mi timbre sono muchísimas veces y mi ahora compañero de habitación (no tiramos, no hay de que preocuparse) estaba en el gimnasio que es subterráneo, así que me toco salir de mi estudio y al abrir la puerta la vi vestida de repartidora montada en los zapatos de tacón de 2500 dólares cocidos a mano, tenía una pizza de mi favorita, sonreía y me comencé a sentir realmente mal, sentía que en cualquier momento se me iría los tiempos y la volvería a golpear, me siento un asco cada vez que me pongo a darle vuelta al asunto, me vi apurada y llamé a los de seguridad, fue muy gracioso ver como la dueña del emporio de maquillaje más utilizado del mundo después de MAC, corría hasta... Osea... ¿Un repartidor conduciendo un Ferrari Italia serie A y en Pradas cocidos a mano? Los escoltas de Aleboo eran unos casos serios; para culminar, antes de que saliera corriendo, vio con una rara expresión al futbolista americano que venía entrando al corredor en speedos ajustados a su gran herramienta de color negros, no se que paso cuando ya se había ido, la venezolana me llamo y es como que me dijeron empieza a llorar al escuchar su voz, le conte todo, para que ella respondiera con su típico lo solucionaremos.

-te propongo algo -dijo el moreno- si me como todos esto, salimos de compras para hacer una parillada interna -señalo la bolsa de bombones extre grandes-.

-reshiii -hice berrinche- sabes q...

-en un minuto -seguía señalando la bolsa- y te dejo hacer conmigo lo que sea como bonus -agregó-.

-bien -le saque la lengua-.

Me estaba empezando a sentir bien con el.

Pov Kylie.

Se reían de mi.

La vi por fin, pero me gane que se burlaran de mi por vestirme como repartidora y acabar en la calle por sus mastodontes tatuados, no había dicho nada hasta que mi cuñada habló con mi hermana y ahora toda la familia sabe que hice una gran gracia solo para poder verla, hasta que vi a ese saco de musculos morenos, cuya fama en el mundo del deporte era de un mujeriego infalible, en boxers de traje de baño lo vi, ella no se dio cuenta de su presencia pero yo si, me moleste demasiado, es como si una desesperación me atacara y quisiera matarlos a los dos, a el por ser quién está a su lado y a ella por no llamarme a mi.

Ilógico porque demostró no querer saber nada de mi, rompiendo mi corazón.

-¿que tan cierto es que Alejandra dejó a Reshad con Elea? -pregunto Kim dejando de reír-.

-Me cae mal el idiota ese, se supone que yo debo de estar con ella y no con el -me cruce de brazos-.

-primero querida -empezó Kendall- tu y ella no son... Nada, segundo te recuerdo que ella está asi por algo que te hizo a Ti, tercero no entiendo porque te cae mal sino son nada -terminó de enumerar-.

Si si lo se, ella tiene muchísima razón pero ver que solo el puede estar cerca de ella, que la puede besar, hacer suya, simplemente me molesta, aun con tanta basura por la que hemos pasado, si ella me ama debería éstar a mi lado, por más que ella no me enamore, yo la quiero, solo eso; el asunto es que ni que me disfrace de Trump ella me querrá hablar, no me puedo rendir, tengo que por lo menos escuchar su voz, y pedirle que aleje al idiota ese.