Capitulo 84

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- Imposible– Maria entre abrió la boca–
- como lo oyes– Eleanor cruzó las piernas–
- Es muy gracioso– Maria rió–
- No para mi. Fue como ver a Samael en Oliver. Puedo con uno, dos son multitud–
- Entonces es un retrato de Samael–
- Lo es– Eleanor negó– Si Samael no me hubiera mostrado los registros de Oliver, juraría que es su padre biológico–
- ¿no tienes miedo, Ell? Ya tienes una familia...tan pronto—
- ¿me lo dice la embarazada de cinco meses? –
- Que chistosa– Maria fingió gracia– Pero mi hijo es un accidente, lo voy a amar, claro que si...pero como que no es algo que pedí. Tú elegiste ser mamá de ese niño–
- El amor que le tengo a Samael me llevó a querer amar y proteger a ese niño– miró la taza de té que estaba sobre la mesa– Oliver es el hijo que siempre imagine para mi futuro...es un niño tan tierno, cualquiera podría amarlo– suspiró– Te apuesto que amarás a tu hijo no solo por el hecho de serlo, si no porque es una parte del hombre que amas–
- Cuando te hice acercarte al catedrático aburrido que llegaba a tu casa nunca pensé que terminaría así...se supone que solo ibas a molestarlo un rato– Maria estaba sorprendida–
- Ni me lo digas. Es tan extraño. Ambos escondimos nuestras verdaderas personalidad al conocernos...él se mostró tan seguro de si mismo...y yo cómo si fuera una zorra – Negó– creo que esas son nuestras peores versiones–
- me pasó con Thomas, al principio yo era quien lo corrompía y él el santo...de santo no tiene nada– ambas rieron–
- ¿vendrán con nosotros en navidad?–
- Creo que si, no queremos estar solos de nuevo con mis padres. Mi papá le rompió la nariz a Thomas cuando se lo dijimos–
- Si, lo sé– Eleanor rió – al menos tu padre no tiene la misma edad que tu prometido–
- Si, lo siento por ti–
- Ni que lo digas– soltó aire–
- ¿Dónde están tus neuróticos posesivos?–
- Oliver con Alexander y Samael en...– olvidó el lugar que le había dicho– me dijo dónde iba a estar pero lo olvidé por completo– Se encogió de hombros– miró su reloj, eran las seis de la tarde– ¿irás conmigo al evento que te dije?–
- Si, claro. Ahí debe estar tu secretaria–
- No eres la secretaría, María– la miró mal–
- Es broma, lo importante es el cheque– le guiñó un ojo– Espero encuentren un director de categoría–
- Ese evento es mi última alternativa. De no ser porque a mi abuelo lo invitan a esas cosas, no me envían la invitación. Estoy preocupada, necesitamos un monto muy alto, buen director es igual a mucho dinero–
- Lo encontrarán, tu tranquila–
...............................
- Ta hizo la tarea. Alex le compró lo que necesitaba para mañana, también lo de María, Dorian me pidió el favor. Ehm...ya está duchado y hace una hora cenó, el uniforme ya está lavado...– Eleanor pensó si tenía que decirle algo más– creo que es todo–trata de no despertarlo cuando subas por él, ya es muy tarde–
- Gracias, Cariño– le besó la mejilla–parece que estuviéramos divorciados– Bromeó–
- Está bien, no te preocupes— sonrió–
- perdóname por llegar a estas horas–
- No es nada, pero no me agrada que manejes a estas horas con Oliver abordo ¿y si yo lo llevo a la escuela? Bueno, el chofer–
- o ambos podríamos quedarnos–
- Si quieres–
- Si quiero–
- Bien, vamos– lo dejó pasar— el otro día dejaste una camisa, la puedes usar mañana– lo miró – ¿no usaste corbata? – Samael se tocó el pecho en el luchar donde debería de estar colgando la prenda–
- Si, si, pero la dejé en...el auto– mintió–
- si no quieres usarla de nuevo, también has dejado un par–
- Gracias, amor— la abrazó aún caminando, Eleanor no le correspondió el abrazo por tener escondidas sus mano en la bolsa del suéter pijama que llevaba puesto–
- Samael, vamos a caer– comenzaron a subir las escaleras–
- No lo creo— La cargó hasta llegar a la habitación, la bajó justo es la puerta–
- Sam, tú duermes con Oliver— anunció poniéndole una mano sobre el pecho para que este no entrara a la habitación–
- Eleanor, a Alex no le molesta, no hay nada de malo—-
- Esta vez si, hoy en la mañana discutimos, así que todo lo que haga le molestará– se excusó–
- está bien, amor, te entiendo–
..............
Eleanor miraba la copia de la investigación de Samael. El profesor Bianchi, uno de los encargados de aceptar y rechazar este tipo de textos, le había dicho que el trabajo de Samael había sido anulado por completo de las listas. Que no estaba ni un poco cerca de ser publicado por la editorial de la universidad.
La información había sido compartida solo para que cuando la lista oficial fuese publicada, Samael supiera que no estaría en ella.
La única manera de salvar a su novio de tan vergonzosa situación era hablar con los antiguos amigos de su abuelo.
Cuando lo leyó se dio cuenta que en verdad era un pésimo trabajo. Este perdía sentido en más de la cuarta parte.
Eleanor suspiró, tomó su celular y marcó. Le rogó al catedrático que lo anexara a la lista, que haría lo que fuera necesario.
Inventó que su prometido había sufrido de una Laguna mental, que frecuentemente los escritores e investigadores tenían, que el tiempo no le fue suficiente para ordenar sus ideas y salir de esta. Además de tener en mente problemas familiares que no podía revelar.
También dijo que si su futuro esposo, un reconocido investigador, tenía una decepción de tal magnitud a estas alturas de su carrera, afectaría los planes de la boda.
Después de un largo tiempo el catedrático accedió a ayudar a Samael.
A pesar que nadie en la universidad debía saber de la relación entre ellos, había un grupo de viejos catedráticos que sabían y tenían fe que la relación amorosa fue concebida meses atrás de que Eleanor se hiciera estudiante de la universidad.
Días después Samael encontró su investigación en la lista.
- Felicidades, Sami–
- Tú lo hiciste posible , de no ser por ti la universidad me hubiera hecho trizas– la besó– creí perdida mi reputación, Ana–
- Yo solo te ayudé un poco, no es para tanto–
- Lo que escribiste aquí son grandes ideas, yo solo las formé–
- ¿eso crees?– Samael asintió.
Lo verdadero era que Samael se había distraído tanto y estaba tan bloqueado en ese momento, que todas las ideas que Anastacia le decía se escuchaban bien para él . La investigación iba bien encaminada hasta que tuvo la maravillosa idea de aceptar ayuda de una persona que no tenía la categoría para realizar un trabajo cómo el de Samael.
Ahora no solo había perdido su relación, si no su perfecta carrera. Solo por unas lindas piernas.
......
Aún alegre por el supuesto triunfo, se lo hizo saber a Eleanor, quien fingió no tener información sobre aquello.
- Me alegro tanto por ti– lo abrazó– ¿cómo quieres celebrarlo?–
- No es tan importante, no es necesario celebrar. Pero si quiero que estés conmigo. ¿Tú qué quieres hacer?–
- Ehm, no lo sé, tú decídelo–
- Veamos películas en casa tirados en la sala mientras comemos palomitas y tus dulces favoritos ¿qué dices? A Oliver le encantará que duermas en el apartamento–
- Tiene mucho tiempo que no hacemos eso–
- ¿eso es un si?– Samael sonrió, restregó su nariz con la suya –
- está bien–

MY DADDYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora