44

2.1K 138 30
                                    

En Escocia, tras pasar dos días en una de las casas de Richard, que por cierto, jamás había visitado, el día de la feria llegó.
Era un pueblo pequeño, del que estaba encargado Henry y el padre Leonel . Todos sus habitantes eran católicos y algunos ovejas descarriadas como alguna vez Dorian y Samael fueron para todo el lugar.  No eran bien vistos por los demás. Desde niños se presentaron rebeldes y con poca fe, sin embargo, ellos si eran creyentes, más no aficionados o santurrones como la mayoría.
La escuela preescolar del pueblo prestó sus instalaciones como cada año para la obra. Un edifico precario en todos sus aspectos. Los juegos estaban peligrosamente rotos y el jardín no estaba cuidado. Habían solo cinco salones y escenario estaba al aire libre.
Richard sintió pena, pero primero debía hacer que  en unas horas todos esos malhumorados adolescentes terminaran su último ensayo.  Los niños pequeños eran fáciles de controlar, eran tiernos y solo se distraían con preguntas tontas que él fácilmente respondía.
Modificó el espacio levantando un telón como mejor pudo en esos dos escasos días. No llegó antes porque Samael le había prohibido rotundamente irse sin ellos, y no le quedó de otra que obedecerlo y como si se tratara de un pueblo de asesinos, no se alejó de él.
Dorian y Samael le dieron un recorrido por los lugares que ellos frecuentaban de niños. El orfanato era tétrico y muy triste como para que niños de todas las edades vivieran ahí.
Le contaron sus aventuran en el colegio interno donde estuvieron la mayor parte de su vida. Sorprendido porque esos colegios parecían museos, cuestionaba todo. Y jamás pensó, que se encontraría fotos de sus dos amigos de adolescentes en las vitrinas de trofeos. Después de burlas y chistes que los hicieron reír, el recorrido siguió.
Era difícil de creer que Oliver pasaría por lo mismo de no se porque lo sacaron de ahí.
El mismo Niño le dijo lo tan horrible que era vivir ahí junto con todos esos niños y sobre todo, ir a la escuela tan horrible en la que estaban. En algunos momentos, vio cómo era molestado por sus antiguos compañeros. No podía enojarse con esos niños, estaban molestos por no ser Oliver, quien era hijo de dos grandes profesionistas que les da para vestirlo como un muñeco. En cambio, ellos usaban ropas tal vez donadas y otros uniformes con el logo del orfanato " Luz de Dios " el cual llevaba el mismo nombre que la iglesia.
Los adolescentes huérfanos, como se los advirtió Oliver, eran una patada en el culo, pero su paciencia tenía para mucho.
A varios metros atrás, dos padres viendo a su hijo casi explotando de frustración por repetir una y otra vez la melodía ya que  los otros niños se equivocaban o lo hacían solo para molestar. Lo observaron hacer muecas, girar sus ojos, rascarse la frente con el torso de su mano por tenerlas ocupadas, mirar al techo de la estructura pidiendo ayuda, mirar feo a los demás, pero siempre, obedeciendo y repitiendo.
A María le encantaba ser el centro de atención, pero era muy distraída como para aprenderse líneas, así que era un linda y tierna ovejita. Su padre la miraba junto a sus amigos, para él, era La Niña más preciosa .
A las 7 comenzaba la función, así que les quedaba solo dos horas para poder terminar.
Richard invitó a muchos de sus amigos, el hombre conocía a tanta gente gracias a sus viajes y a la popularidad de sus obras, que se le hacía fácil escoger a los que necesitaba. Personas mayores de 30 con problemas de Concepción y quienes tenían matrimonios al borde del colapso por falta de un hijo.
Estaba consiente que los niños menores de los 10 serían los elegidos, así que para poner la situación en una balanza, apoyaría a todos esos adolescentes hasta sus veintiún años. El lugar estaba lleno de talentos, y a muchos les podía ayudar a ser admitidos en las mejores universidades de Estados Unidos, y en unas cuantas de Europa.
Sin embargo, todo debía hablarlo con su amigo, quien se portaba especial con referencia a la caridad.  No lo entendía, él tenía fundaciones a su cargo ¿por qué le molestaría ayudar?
- Tio Rick– Oliver se acercó a él– ¿podemos parar un momentos? Si llego a gritarles a alguno de estos zoquetes, vas a regañarme, y ya me duelen los dedos–
- Claro, vaquero. Descansa para la función–
- ¡Gracias!–
Richard tomó aire, la obra no necesitaba ser un 10, suficiente con un 7, de igual forma, sus amigos se divertirían con lo que fuera.
- ¡listo, muchachos! Los veo en dos horas–
- ¡Tio, Ick!–
- Perdón, princesa, entre tanto algodón te confundí con una nube– la tomó en brazos para irse con ellas y dejar a todos ahí–
- Pero soy una oveja– Rió–
- Y una muy bonita–
- papá, llevo seis años respirando, se como hacerlo–
- Ángel–
- Perdón, mami. Pero mira, ya me sé toda la obra con solo escuchar, repiten y repiten–
- Igual yo–  Con humor, hizo sentir al niño que lo entendían, Samael le había contado que tal vez Oliver comenzaba  a tener descontrol en sus sentimientos, especialmente con la iría, así que le pidió no creer que el pequeño era un malcriado o berrinchudo como todos comenzarían a creer. Pero él jamás pensaría algo así. Oliver era testarudo, pero seguía siendo un niño muy inocente, que aún podía ser engañado con facilidad.
Bajó a la niña, quien corrió a abrazar las piernas de su papá.
- y yo no suelo aprenderme los guiones– siguió su juego, aspiró hondo– ¿huelen eso? Creo que son palomitas.–Oliver lo imitó, además de María–
- Yo no huelo nada– Negó Oliver aún con su ceño fruncido. Los otros tres adultos trataron de percibir el olor, pero nada–
- hazlo otra vez, juro que están recién hechas– los niños lo hicieron un par de veces más–Mierda, ¿nada ?–
- Nada– los dos niños rieron por la grosería–
- De seguro es porque tengo hambre. Tal vez me coma...a una...oveja– con juego gruñó haciendo reír y gritar a La Niña– o...a un violinista– hizo cosquillas en él logrando risas escandalosos pero melódicas–
Los otros entendieron, todo fue un plan para distraerlo. Richard paró después de un instante.
- Háganme un favor los dos– De su billetera sacó algunas libras– traigan golosinas para nosotros y compren lo que quieran– Se las entregó a Oliver–
- Si, tio Rick– emocionado las metió a su bolsillo– vamos, Ari– Tomó a La Niña de la mano para después salir corriendo–
- Bien, Richard, ahora no solo me quitas el título de mejor amigo, si no también el de tío genial– Dorian negó mirándolo–
- ¿en serio?¿Seguirás con eso?– Se burló—
- hasta la muerte–
- Gracias, Rick– Samael agradeció su intervención–
- ¿de qué?– Fingió confusión – Yo en verdad quiero palomitas– sus amigos sonrieron agradecidos–
- eres bueno con los niños, deberías tener hijos– Dorian comentó– ¿en tu vida pasada fuiste niñero?– Richard soltó una carcajada–
- ¿o tienes muchos hermanos?– Añadió Samael– porque te he visto, y en verdad, yo no puedo ser así– avergonzado, Richard negó con una sonrisa–
- María y Oliver me recuerdan mucho a mis hijos–
- creo que no escuché bien¿ustedes escucharon lo mismo que yo?– Las burlas comenzaban–
- Chicos...- Eleanor trató de detenerlos–
- Si, creo que algo anda mal, ¿tú?jamaaas–
A Richard no le molestaban las burlas, en realidad, muy pocas personas lo sabían, y lo más divertido, eran ver sus caras–
- Si, como lo oyen. Fui padre por 7 largos años. Aunque no lo crean, tenía a cargo a tres personas–
- Chicos...–
- ¿te dejaron y ahora no los ves?– Samael cuestionó algo divertido—
- ¡Casanova!–
- No no, no soy divorciado, ni nada de eso ¿por qué siempre suponen eso?–
- ¿en serio lo preguntas?– Samael ladeó el rostro y se cruzó de brazos–
- Buen punto. Pero desde hace 10 años soy viudo, y yo no tengo a mis hijos porque murieron justamente el día que mi esposa– rió antes las caras de sus amigos, Eleanor ya lo sabía, así que solo cubrió su cara con su mano, Richard tenía un humor muy negro–
- estoy confundido, ¿es verdad o nos estás tomando el pelo?– Samael se sintió terrible–
- tu risa nos confunde–
- Es verdad, pero no se preocupen, ir a Afganistán me ayudó bastante, puse un trauma sobre otro–
- Lo sentimos tanto, Rick...–
- No empieces, Sam– Divertido lo hizo callar–
- ¿fuiste soldado?– Dorian cuestionó–
- Si, me enlisté un par de años, me hirieron y tuve que regresar, soy el único vivo de mi escuadrón–
Eleanor lo miró mal, lo ultimo no era verdad, solo molestaba a los dos hombres incrédulos–
- Es broma, quiten esas caras. Mi escuadrón está felizmente en sus casas. Excepto uno–
- No puedo creer que seas tan insensible, que bromees con eso–Samael gruñó y Richard rio– por favor, no le cuentes esto a Oliver, quedo como tonto frente al tío soldado que fue herido en guerra–
- No te preocupes, no se lo digo a muchas personas–
- No se si sea correcto preguntar¿pero como te dispararon?– Como Niño, Dorian cuestionó curioso–
- Nos emboscaron. El que murió fue el que estaba en guardia...nuestro cabo primero– negó recordando – Si él no hubiera tomado puesto dos minutos antes, quien iba a ser asesinado por un franco, sería yo–
- Mierda– musitaron ambos–
- Si, mierda. Y se puso peor cuando tenía a once hombres en mis manos. Yo no se como carajos le hice, pero con una bala en el abdomen y con un agujero en el brazo, pude llevarlos a salvo. Todos esos hombres tenían familia, así que recibí esas balas por ellos, de todas formas nadie esperaba por mi– suspiró– En serio, jamás en la puta vida se les vaya ocurrir enlistarse. JAMÁS–  
- Y tú jamás vayas a contarle esto a nuestros hijos– Dorian sentenció–
- Y gracias a Dios Eleanor escuchó esto después de termi...– Dejó de hablar por la sonrisa de Richard, miró a Eleanor quien le pedía a Richard gesticulando para que mintiera– No puede ser ¿ella lo sabía?—
- cada historia–
- Wow, por segunda vez, tu pene tiene la Victoria– Dorian negó– Le ganó a un simpático hombre de ojos azules, y a un héroe de guerra millonario WOW–
- mi autoestima la has pisoteado como no tienes idea, Rick—
- No digas eso. Puede sonar impresionante, pero cuando lo vives, mierda. Debes ser un hijo de perra muy trastornado para no ir a terapia después de eso.– Eleanor lo miró, estaba tranquilo contando su experiencia, pero ella fue testigo de sus pesadillas– Yo en mi vida vuelvo a tocar un arma. Así que no, no soy un héroe–
- amigo, lo sentimos...–
- Sam–
- oye, en esta familia hay empatía, acostúmbrate,animal. –
- Perdóname por ser tan insensible, pero me hice una película, deberíamos producirla— Dorian se gañó las risas de los demás– 
- No se lo cuenten a nadie– Los dos hombres asintieron– ¿y saben lo peor de ir ahí?– negaron– No te da tiempo ni de un polvo, y no hay con quien– Los tres negaron divertidos por el comentario–
- Que maldito– Susurró Samael– te lo tenías muy escondido–
-Lo siento, pero ya que sus hijos me dicen " tío " creo que deben de saber más cosas de mi. ¿Y qué momento más oportuno para contarles mis tragedias que una feria ?– divertido les guiñó un ojo. Ya las había superado, y contarlas, solo le ayudaba a recordar momentos lindos– oigan, en verdad quiero dulces ¿dónde están?–
Todos miraron al portón de salida, minutos más tarde, vieron a los dos niños caminar a ellos con dificultad gracias a las cosas en sus brazos–
- ¿pero cuánto dinero les diste?–
- como 20 libras ¿por?–
-  Eso explica que se trajeran toda la feria–
- Cielos– Samael pronunció con disgusto al ver a su padre a varios pasos atrás, se detuvo a hablar con una mujer y siguió su camino con unas sodas en su mano. Los niños le entregaron dulces a cada quien, quedándose para ellos otros.
- ¿por qué no están caminando por la feria?– cuestionó el hombre repartiendo las sodas– Está más bonita que otros años–
- si definimos bonita como qué hay personas siendo molestadas por los pueblerinos, si, es más bonita. Acabo de ver a un sujeto comprar un algodón de azúcar por 3 libras ¡tres!– Oliver habló metiéndose a la boca unas gomas– no se merecen ser tratados así, son lindas personas– Miró a sus padres– Necesito que nos pongan un cartel con " adoptado " a menos que quieran que escoja entre una pareja de alemanes amorosa que estoy seguro que me dejarán tener un play station–
- ¡un castillo!– María saltó–
- Para tú mala suerte,dinosaurio, ya estas sentenciado a vivir el resto de tus días con nosotros– Samael lo jaló hacia él–
- ¿alemanes?– Richard buscó en sus invitados, sonrió al recordar– Deben ser los Fischer, han estado en lista de espera por varios años en Berlín por un niño–
- en ese caso, el señor Fischer es genial, hubieran llegado 5 años antes– se separó de Samael– ¡él construye autos!–  Su padre frunció su ceño celoso, no entendió su razón, así que no habló.
- Bueno ¿y ustedes cuánto tiempo hablaron con ellos?– cuestionó Dorian–
- Yo quiero una mami como la señora Fischer, papi– María se acercó a Dorian, este la cargó—
- ¿qué castillo quieres?–
- Espero a mi no me quieras cambiar, Ángel— Eleanor lo atrajo hacia ella de forma dramática— ¿qué haría sin ti?–
- No, tú no– la abrazó–
- No se como agradecerte, Richard. Tus invitados son de gran ayuda– Henry habló ignorando a su nieto–
- Nada de eso, lo hago con gusto. Además, gracias a usted. Le aseguro que formará  algunas familias esta noche–
- Que Dios te escuche. Me preocupa el papeleo, tus amigos son extranjeros, deberán pasar por un largo proceso y es tardado–
- Bueno, ellos han sido pacientes por años, esperarán lo que sea–  Henry asintió con una sonrisa–
- Vamos, andemos por la feria, hay actividades divertidas– Ánimo el cura–
Pero nadie aceptó, en especial Samael, quien no deseaba pasearse con su padre en un lugar que detestaba.
Al pasar las horas, la feria se hizo presente. Los amigos de Richard tomaron asiento. Ellos en verdad añoraban tener hijos, así que veían el espectáculo con amor y tristeza.
Oliver no la pasaba bien, quizá unas cien personas lo estaban mirando, y no le gustaba. Sudaba y su estómago estaba pidiendo expulsar todas las golosinas que había comido.  Y su corazón, a pesar de la música que tocaba, podía escucharlo en su cabeza, pero no iba a decepcionar a nadie, así que se resistió y terminó la obra.
- ¡ahí está mi ángel!– Samael y Eleanor se acercaron a él para felicitarlo, pero ya no aguantó más, dejó el instrumento en el mueble más cercano y corrió a una de las jardineras para luego vomitar todo lo que había consumido–
- Ángel ¿qué tienes?– Eleanor sobó su espalda con amor–
- Dinosaurio ¿te duele algo?—
- No es nada, mami. Solo estaba muy nervioso– habló avergonzado por su acción. Sus ojos soltaron lágrimas.
- No llores, cariño– Samael Preocupado, le entregó su pañuelo para que limpiara su labios y lágrimas. Ella lo hizo mientras le decía palabras dulces que terminaron calmándolo–
Después de recorrer la feria como la familia que eran, se marcharon al hotel.
Al día siguiente, Eleanor charló con Henry como si se tratara de una confesión para que no pudiera revelar los motivos de no poder llevar a Andrew con ellos en ese instante. El cura aceptó de inmediato a pesar de no estar muy de acuerdo, y trató de convencerla para que se divorciara de Samael para no provocarse más problema como lo era ese bebé, del cual ella no era responsable. Que ya tenía Suficiente lidiando con dos enfermedades peligrosas.
También le pidió que se lo dijera a su familia, que no debía pasar por eso sola a su corta edad, pero ella se negó.
Dejando atrás el enojo y decepción que tenía en Samael, le dijo que pesar de equivocarse, se merecía saber lo que le sucedía, pues se supone que ella lo amaba y él a ella, que entre ellos no debían haber secretos, mucho menos uno de esa magnitud. Lo único que pudo responder fue que lo pensaría.
Henry era amable y muy liberal para su profesión, así que aceptó los favores que ella le pedía en caso de su muerte. Estaba impresionado de lo tanto que esa joven amaba a su hijo, nadie nunca lo dió todo por él, por eso le molestaba haberse enterado de su traición.
Charlaron un poco más sincerándose de todo lo que a nadie le podía decir. Lloró y fue consolada. Podía no cumplir sus votos, pero apoyar a las personas en sus peores momentos era aquello que lo convertía en un buen sacerdote.
Para el día siguiente, todos se despidieron de Escocía.
Varios niños también pronto dejarían sus raíces para irse con sus nuevos padres, quienes de seguro los amarían como a nadie.

..............
El final está más próximo de lo que esperaba

MY DADDYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora