Dream Lovers

G: Niña Bonita

(TN) corría al lado de sus dos mejores amigos Giotto y G, los tres eran bastante unido e inseparables. Eran niños de pueblo bastante normales y alegres como el resto de los niños, pero con forme pasó el tiempo entre ellos tres decidieron former un grupo que se encargarían de proteger a las personas del pueblo, junto con otros nuevos amigos. Al pasar del tiempo G fue desarrollado sentimientos hacia la peli (C/C) no sólo por su aspecto físico, pues se debía admitir que (TN) era muy bella, sino por su forma de ser, siempre alegre, su cálida sonrisa que siempre alegraba el día de los demás, su determinación y su madurez cuando la situación lo requería, pero lo que más lo había enamorado eran aquellos hermosos y profundos ojos color (C/O) brillante, que transmitían dulzura y confianza.

El pelirrojo estaba decidido, hoy confesaría sus sentimientos por su mejor amiga, miró la hora en el reloj de péndulo y salió de su casa directo hacia el lago que se encontraba cerca del pueblo, estando allí vio a su amada peli (C/C) sentada a orillas de este contemplando el cielo.

-Buenos días, niña- Saludó G con su típico rostro serio.

La chica volteó a verlo e infló las mejillas con molestias.

-No soy una niña G- Reprochó la chica frunciendo el seño levemente, gesto que le pareció adorable al de ojos rojizos.

-Cómo sea- Dijo sentándose al lado de la chica.

-¿Para que me citaste aquí? - Preguntó la chica volteando hacia su mejor amigo.

-Bueno, mmm ¿Cómo decirlo?- Dijo el chico rascando su nuca ligeramente nervioso y sus mejillas tomando un leve tono de rosa.

- G, puedes decirme lo que sea- Dijo la peli (C/C) con una cálida sonrisa colocando su mano sobre la de G y sonriendo con calidez.

Ante la pequeña acción de su amiga, el rostro de G comenzó a tomar un color carmín y sus nervios aumentaron. El pelirrojo respiró profundo relajándose al exhalar.

-Tus ojos, siempre tan expresivos, tu mirada dulce y agradable, tu cara sonriente, adornada con aquella hermosa sonrisa con los hoyuelos en tus mejillas que te hacen ver adorable- Habló el chico mirándola mientras (TN) sólo se sonrojaba apartando la mirada -Todo eso en ti es lo que me tiene enamorado, te amo (TN) ya no quiero seguir ocultando más estos sentimientos, si no te los digo siento que voy a explotar- Dijo ha cercando su rostro al de ella.

-Yo también te amo G- Dijo (TN) sonriendo con dulzura mientras miraba los ojos rojizos de su amado.

Sin inmutarse un segundo G posó sus labios sobre los de (TN) besándolos con suavidad y lentitud, gesto que fue correspondido por la chica al instante.

Pasaron unos años, ahora aquel pequeño grupo de guardianes se había convertido en una poderosa familia de la mafia, la respetada y conocida familia Vongola, G era parte de aquella familia mientras que (TN) era dueña de una pastelería, claramente aquello no pes impedía estar juntos, pues G de vez en cuando la iba a visitar y pasaba tiempo con ella pero, aquellas visitas no eran tan frecuentes y eso la entristecía.

(TN) cerraba la pastelería con llave para seguidamente dirigirse a casa. Mientras tanto G estaba en su oficina terminando de hacer los deberes que le correspondían hasta que un pequeño toqueteo en la puerta lo interrumpió.

-Adelante- Dijo el pelirrojo.

- Señor G, le ha llegado está carta- Le informó un mayordomo con un sobre blanco en sus manos.

-Déjame verla- Dijo el chico extendiendo su mano.

El hombre le entregó el sobre a G e hizo un reverencia para seguido salir de la oficina.