Esto de no recordar nada de las noches anteriores no me estaba gustando.
Me olvidé toda mi jodida Navidad desde que subí al auto de Carlo rumbo a la casa de Giuseppe.
Mátenme.
Ya no sabía cómo sobrellevar mis problemas por Timothée. Cada vez que se conectaba mi corazón daba un vuelco incalmable y nadie era capaz de contarme qué más pasó luego de la última vez que pude verlo en línea.
Mis ganas de escribirle se habían vuelto insaciables. El miedo porque no me recordara también lo era, probablemente si su fama sigue en pie ya le hayan encontrado una fila extensa de modelos hegemónicas y voluptuosas para que tenga tres acompañantes por semana, y que Lauren Walsh sea tan solo una ex novia del pasado.
Finalmente, decidí avanzar yo, por primera vez, en busca de respuestas.
Entré al chat más reciente. Mi ángel de la guarda, en otra fiesta más.
C: esnifaste coca como nieve navideña.
C: no saldrás más hasta que logres recomponerte. No puedo cuidarte así.
C: no puedes herirte así.
C: como la otra vez, el desayuno te lo dejé en el mismo lugar, también con un ibuprofeno. A tu lado hay dos pañuelos remojados en agua. Cuando los puse estaban cubiertos de hielo pero ahora probablemente ya esté derretida.
C: cerré las ventanas para que no fuerces la vista, y llaveé toda la casa, no tienes de qué preocuparte.
C: en la pieza de Oliver te dejé un regalo.
C: mensaje eliminado.
Carlo y su permanente obsesión con anular lo que sea que piensa que esté bien al mandarme, pero termina retractándose.
Fui a la pieza y al abrir la puerta dejé caer el libro que tenía en mano, junto con mi mandíbula hasta que tocara el suelo.
Era una caja amarilla tan grande como la cama donde estaba apoyada. Las ventanas abiertas y el ruido enternecedor de los pájaros de la terraza me daban ganas de acurrucarme en mis propios brazos, era una escena tan acogedora.
Sin más vueltas me acerqué a ella, atada con un lazo de la misma tonalidad. Una vez que la levanté, me percaté de que la parte inferior tenía un papel con textura distinta. Extrañada, decidí dejarlo pasar, prefería saber que había dentro primero.
Al abrirlo, un vinilo del soundtrack de Call Me By Your Name se encontraba rodeado de papeles, golosinas, moños, y pequeños peluches amarillos.
Estaba tan feliz y sorprendida como extrañada, ¿en verdad esto era suyo?Ahora sí, la nota.
Una vez que la quité cuidadosamente, separando la cinta adhesiva de la hermosa caja, pude notar lo extensa que era.
Joder, que no leo testamentos a menos que sean de Timothée y una sola excepción que tuve, volumen II.
En el mundo cinematográfico, cada color representa un sentimiento o sensación distinta, depende de la trama que vaya a desarrollarse en el film.
El rojo representa la lujuria, el deseo, fusionado con crudeza, maldad, agresión. Puedes notarlo en películas como It o cualquiera con asesinatos, este aparece sin cesar, puesto a que es todo eso lo que el director quiere causar en el espectador.
El azul, tristeza, drama, quizá sobre un amor imposible, como la película que tanto anhelas y está en el vinilo a tu costado.
Podría nombrarte todos ellos pero el importante es el amarillo aquí. Enfócate en él.
Te estarás preguntando que transmite este, felicidad.
Optimismo, risas, diversión, con un poco de agresión, tan minimalista que pasa desapercibido entre tanta alegría.
Eso eres en mí Lauren Walsh, desde el día uno, eres mi amarillo.
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A Metros de Millas - T.C
FanfictionNueva York sin dudas es la ciudad que no duerme, y sus ciudadanos no se alejan de tal teoría. Esta historia se comprueba gracias a la joven Lauren y el rotundo vuelco que su vida consigue, al conocer al prestigioso Timothée Chalamet. Todo inicia en...