A Metros de Millas - T.C

Capítulo 8: Elio

-Yo exijo esta cama, no puedo dormir sin una ventana al lado, necesito luz natural y el baño me queda mucho más cerca. Si te digo que sufro de una infección urinaria y una incontinencia que hace que me haga pis encima si no llego a un baño lo antes posible no seguirías queriendo dormir aquí.

Lo miré horrorizada.
-Jacob ¿tienes una infección o incontinencia al menos?

-Podría si no me das esta cama, es una probabilidad si.

Reí y solo dejé mis valijas en el otro extremo, no iba a pelear por algo tan absurdo como ello.
Entré al baño, que era casi tan grande como mi departamento entero, me di una ducha caliente y luego de envolverme el cuerpo con una toalla me dirigí a la habitación. No lo encontré a Jacob, pude ver a Timothée en su lugar.
Estaba de espaldas por lo que no podía verlo, ni tampoco hablaba, aunque se había percatado de que yo estaba detrás suyo.

-Sabes Timothée, prefiero tu versión callada a la que me insulta sin parar como si fuese una mal nacida, en verdad, pero qué haces aquí. Jacob fue al lobby para reunirse con el resto del elenco, teníamos pensado ir a cenar a un restaurante y dormir temprano al volver de allí.

Solo escuchaba sollozos, estaba llorando, de nuevo.

No dije ni una palabra más, solo me senté al lado suyo y le ofrecí mi brazo como apoyo, se sujetó de él y me abrazó con todas sus fuerzas, pero no me apretaba en absoluto, me sentía muy cómoda.

Estuvimos un largo tiempo de esa forma, hasta que las lágrimas desaparecieron y se reincorporaba poco a poco, acostándose en la cama y mirándome fijamente.

-Me molesta que tengas todo bajo control.

-Tim, una de nuestras discusiones finalizó con la conclusión de que fingía tener todo de tal manera, pero que en realidad era todo lo contrario.

-Mentía.

-No mientas.

-Para ocultar lo que somos debemos dar una imagen inexistente nuestra cuando sea necesario.

-¿Y tú cuando lo haces?

-Cuando te tengo cerca.

-¿Y por qué lo haces?

-Sentir que te doy pena me llena de rabia, pero estar a centímetros tuyo y no poder romper la distancia me destruye mucho más.

No podía creer lo que acababa de decirme. Parte de mí esperaba que se refiriera a lo que yo estaba pensando, pero la otra me dice que puede querer hacerlo ante algún movimiento agresivo.
De Timothée sorprendería más un beso que una cachetada.

-Hay que parar esto.

-El qué

-Pasar de llevarnos sumamente bien a odiarnos en tan solo segundos. No quiero tener una mala relación contigo, nos quedan semanas de rodaje alrededor de la mitad del mundo, y debemos compartir gran parte del tiempo juntos, somos los protagonistas y fuera de las grabaciones debemos tratar de conectar, realmente. Tiene que haber química, pero teniendo esta clase de trato jamás lograremos a ser estables o profesionales.

Chasqueó la lengua y me miró con las cejas levantadas casi hasta su frente. -Profesional ya lo soy, que tu también quieras serlo es algo diferente, si quieres apoyarte en mi carrera y éxito adelante, estuve en tu lugar.

Me rindo, esto no va a llegar a ningún lado.

-Hoy tenemos lo que queda del día libre y los demás harán lo que te expliqué hace un rato. Diviértete si vas.

-¿Y qué hay de ti?

-No me apetece ir. Yo me quedo.

Abrí la puerta de la habitación e hice una mueca señalando con mi cabeza el pasillo, como señal que quería que se fuera de allí. Empezó a reír y a negar de un lado para otro.