A Metros de Millas - T.C

Capítulo 13: Mentiras

Anoche dormimos juntos.

Me abrazó y prometió que por la mañana seguiría allí, al lado mío, sujetándome como quiso hacerlo desde hace mucho, aunque no encontraba la manera de hacerlo.

Eran las siete de la mañana. Tenía miedo de voltear y encontrarme con ese lado de la cama vacía.

Que me haya mentido, de nuevo.

Que se haya ido, de nuevo.

Pero allí estaba.

Con sus brazos apretando a una almohada, descansando casi encima suyo. Parecía un ángel.

Lo era, facialmente hablando al menos.

Decidí acercarme un poco más a él, con cuidado para no despertarlo, y tratar de dormir un poco más juntos. En media hora ya era el horario en el que teníamos que estar despiertos y en una Reece y el resto del equipo ya nos esperaba en el lobby para hecharle un vistazo a la alfombra roja y practicar el orden en el que entraríamos.

No esperen que lo levante de alguna manera sensual y que nos bañemos juntos y que actuemos como pareja. Técnicamente, su noviazgo con Lily continúa, se supone que somos solo compañeros de trabajo y, pequeño detalle, odio mi cuerpo.

Probablemente la razón por la que anoche hice todo sin siquiera pensarlo dos veces sea la oscuridad que había, dentro de todo, o el que me haya dicho que le pareciera hermosa, me subió mucho el animo, por lo menos en ese momento.

Salí de su agarre y me fui a la ducha. Al salir elegí una remera oversized negra con un diseño de Nirvana en ella que me llegaba por el inicio de los muslos, juntos con unas zapatillas Air Force blancas. Me puse unos aretes redondos y un rodete desprolijo pero fino a la vez. Usé un poco de rímel y gloss y a estaba lista, aunque el labial lo llevaría en mi cartera negra en el caso de que se me corriera con el desayuno.

Como sin piedad.

Ya en la habitación de nuevo no lo vi.
Estaba un poco decepcionada, triste, pero al avanzar un poco más pude notar su silueta en el balcón, fumando con una remera beige y un jean negro, con unas botas negras.
Al voltear observó de reojo, pero al verme allí volvió a hacerlo, solo que esta vez posó su mirada por un buen momento, y me pidió que me acercara.

Al acercarme allí podíamos ver la Torre Eiffel de una manera hermosa, gente alrededor sacándose fotos con ella, cortadores de pasto arreglando el lugar sin parar, sumando a que el día era soleado y un poco fresco, el clima perfecto.

Tal cual como el día inició con el pie derecho podría decir que nosotros también lo hicimos, estábamos de buen humor, no necesitábamos pelear para captar la atención del otro.

Ya no más.

Cada uno con un cigarrillo en los labios y a dos pasos de distancia, en el caso de que algún paparazzi llegara y quiera tergiversar todo lo que estaba pasando, a pesar de que estaría en lo correcto.

Fumando y saludando a uno que otro fotógrafo recibí instantáneamente la notificación de una revista. La portada iba a ser una foto nuestra mientras reíamos cuando le estreché mi mano para que me encendiera el cigarrillo.

Creo que nunca tuve una imagen tan linda con una felicidad tan genuina como en ella.

Por otro lado, a Timothée le llegó un mensaje, pero de ninguna revista ni fotógrafos, fans mucho menos.

Lily
Buen día amor, te extraño tanto. Espero que estés disfrutando mucho tu recorrido allí, me dijeron que el clima estaba precioso. Abrígate mucho y cuídate para la premiere, ¡diviértete! Te quiero.