A Metros de Millas - T.C

Capítulo 31: Preguntas y Respuestas

-No voy a responderlo, siguiente.

-Si pudieras cambiar que Timothée tuviera tal sobredosis, ¿lo hubieses echo?

Vaya pregunta.

-Irónico, siguiente.

-¿Repercutirá su estado actual en las premieres restantes de su film juntos?

-No hay premieres restantes, siguiente.

-¿Qué consumía para llegar a tal estado? ¿Por qué no estuvo allí para él?

Las dudas de los paparazzis eran insaciables. De mi primer vuelta a Nueva York luego de mudarme a Crema es lo menos que podía esperar, aunque no me imaginaba en una premiere por otra película respondiendo sobre la sobredosis de mi ahora ex novio.

-Siguiente.

-¿Qué te cautivó, más que nada, de tu novio actual?

El bullicio y cuchicheo se hizo notar en la sala. A mi derecha tenía a Saoirse y Greta mirándome apenadas, y por mi izquierda el resto de mis compañeros un tanto intrigados, molestos probablemente.

Era la milésima pregunta que me hacían, y siguen si preguntar sobre lo que vinieron a entrevistarme.

-¿Qué acaso tengo que estar sentada, oyendo como a los demás les hablan sobre sus personajes en la película, mientras que a mí sólo me cuestionan por lo personal?.- Exclamé tranquila, tal que podría haber parecido sarcasmo, pero no lo era, en absoluto.

-Gracias por preocuparse, si así podría decirse, por lo que hago o no hago, tengo o no tengo puertas adentro, pero a mi carrera no llegué por mi intimidad, sino por talento, al igual que ellos.- Señalando a la mesa entera, posicionada en el escenario, enfrentada a donde los interrogantes se encontraban.- Y es una pena que no puedan notarlo, da igual, mal rollo habremos tenido todos más de una vez. Sepan que no contestaré a nadie más de aquí en lo que resta de la premiere, jodida pena, para ustedes, llevarán sus artículos con las manos vacías o en su defecto, me titularán como la actriz que perdió las cuerdas y corrigió como una loca a quienes sólo les interesa qué color de bragas lleva puesto o cuántas aspirinetas llevaron a su ex novio a un coma.

Estaba sonriente y nadie lo comprendía. Pero era lo de menos en aquel momento, le cerré la boca a quienes necesitaba, me quedé en silencio hasta que el cuestionario finalizó y al ver la película, los aplausos llenaron la sala.

Un par de guardias me acompañaron hasta la limosina, acercándome hasta el departamento donde vivía antes. No lo había vendido, seguía estando bajo mi nombre, por lo que no necesitaba de hoteles ni el techo de otra persona para descansar en lo que quedaba de la semana en Nueva York.

Tirada en el sofá a segundos de descansar, la cerradura de mis ojos se vio impedida por mi teléfono sonando al extremo de mis pies.

C: ¿Qué tal todo? Cuéntame cuando puedas, te quiero.

Sonreí incrédula al ver el mensaje de Carlo, lo extrañaba mucho, a él y a todos.

L: Tema de conversación: Timothée. De lo contrario eras tú o cualquier cosa que pase por tu cabeza, excepto la película o mi papel.

C: Lo siento, cariño. De igual manera, ha pasado año y medio desde tu última visita, ¿por qué tan insistentes?, él no lo recuerda nada aún ¿cierto?.

Era verdad, el tiempo corrió desde ese reencuentro con él, sin embargo decidieron dar de baja todo lo que estuviera relacionado a mí. no querían que me reconociera, se dice que porque no iba a sentarle bien a la prensa, fuimos una pareja en su momento pero que ahora no venderíamos.