Capítulo 23: Tómalo o Déjalo

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Pasó un mes.

Los medios no sabían absolutamente nada excepto por las llamadas que hacían con "Timothée". Estas en realidad eran de su manager hablando mientras el resto del equipo alteraba la voz haciéndola parece a la suya.

Yo por otro lado, fui todos los días.

Perry ya se mudó pero me sigue visitando siempre que puede, sabe que voy de mal en peor.

Saoirse se volvió muy amiga mía, al igual que Lily. Respecto a la discusión extraña de la otra vez ya estaban bien y si, estaban juntas, sólo que no querían blanquearlo, decían que les perjudicaría.

Subir por las escaleras y toparme con el departamento de Timothée dolía tanto, pero sentía que estaba cerca mío, al igual que esa vez en el auto. Me traía cierta paz entre tanto disturbio.

Jacob me dijo que uno de sus amigos pasaría por aquí a buscar un par de zapatillas que se había dejado, que le abriera lo antes posible porque no era de esperar.
Finalmente conocería a alguien tan impaciente como yo.

En cuanto a Jay nos distanciamos, bastante. Al enterarse de mi desorden alimenticio sabría que no iría a un nutricionista, por lo que me trajo uno aquí. Se podría decir que estoy empezando a mejorar de a poco, aunque los mareos y náuseas suelen presentarse repetidas veces.

Fumando en el balcón pude oír el timbre y fui tan rápido como pude. Pensé que sería este chico pero en su lugar solo era el correo, con una carta de...

¿Carlo?

La sujeté y volví a colocar el cigarrillo en mi boca, con el ceño fruncido y sentándome en el borde de donde me encontraba, para empezar a leer.

Lauren
Escribo por ambas familias cuánto afirman que te echan de menos. En lo personal no pude hablar del todo contigo, traté de ser amable o coqueto quizá pero pude notar que a tu novio no le agradó mucho, pensé que no era un compromiso tan serio y lamento si me pasé.

Cómo olvidar a Tim con la mandíbula presionada como si fuera a caerse, sujetándome la pierna y mirando a cualquier integrante de la mesa excepto a él.

Nos encantaría a todos por igual tenerte de regreso. Lamentablemente, por fin conseguimos la oportunidad de viajar, tan solo es un humilde y viaje a unas horas de aquí, a una pequeña casa de campo en Roma. Por ello es una lástima decirlo pero en año nuevo no podríamos encontrarnos, de lo contrario y si es que puedes, te esperamos para Navidad con las puertas abiertas. Nos quedamos hasta el 29 y de allí nos marcharemos.
Espero tu respuesta cuanto antes, ansío verte tal cual como esa vez, pero los nervios me ganaron.
Cuídate, mucho, te saludamos a la distancia.
~Carlo

Justo al agarrar un bolígrafo para responder en otro lisa y delicada hoja de papel, volvieron a tocar.
Esta vez fui más rápido que la anterior, puesto a que no podría ser otra persona que no sea el amigo de Jacob.
Al abrir quedé sin aliento.

Un poco más alto que yo, delgado con buen estilo. Tenía tez morena y el pelo oscuro, tan corto como se pudiese tener. Una sonrisa blanca que relucía por la habitación de punta a punta salió de su rostro. Quién diría que no es jugador de basquetbol, tiene todo para serlo.
Sus ojos marrones se posaron en los míos y al bajar la mirada pude notar como estrechó su brazo a modo de saludo, extraño.

-Es raro, estrechas las manos.- Dicho esto callé al instante. Pude recordar la escena en la que Kyle saludaba a Lady Bird por primera vez.

Y al recordar a Kyle, lo recordé a él.

El silencio incómodo comenzó a hacerse notar hasta que decidió romperlo. -Lamento si te incomoda, es costumbre de la familia.- Rió y me soltó de su agarre. Joder que hermosa risa. -Me llamo Grant, Jacob me dijo que tenías un par de zapatillas suyas, y que viniera a retirarlas porque no le dejabas a él hacerlo.- Lo último mencionado lo dijo un tanto confuso, con el ceño fruncido.

A Metros de Millas - T.CDonde viven las historias. Descúbrelo ahora