Capítulo 24

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- Disculpen jóvenes pero estamos a punto de cerrar, les suplico que por favor se retiren. -decía el gerente del restaurante.

- Oh, sí, disculpe. -dijo Taehyung levantándose y haciendo una reverencia.

- En seguida nos vamos. -secundó Jin.

Ambos chicos tomaron sus cosas y salieron del lugar.

- ¡Gracias por su vista, los esperamos pronto! -decía los empleados.

Iban caminando juntos, lado a lado.

- Mi mamá es una mujer muy caprichosa, cuando era un niño siempre me decía cosas como "Ponte derecho, no eres un jorobado" "Si no te comes las verduras, no habrá postre", aunque sabía que lo decía por mi bien, era algo aburrido o complicado seguir sus órdenes.

- Vaya madre. -respondió en sonrisa Tae.

- Sí ¿Y tu familia? ¿Qué hay de ella?

- Bueno... Mis padres viven en Corea del Norte. Mi abuela paterna y mi tía en Daegu, y ahora vivo con mi abuelo materno ¿Increíble, no?

- Oh... Lo siento. -dijo desanimado.

- ¿Por qué?

- No pensé que... Estuvieras separado de tus padres.

- ¡Oh, no! Ellos se van periódicamente allá por trabajo, mientras yo me quedo aquí en Busan.

- Oh, ya veo ¿Y tú de dónde eres entonces?

- De Daegu.

- ¿Y por qué vives aquí?

- Pues... Mi abuela está enferma de diabetes intermedio, y necesita de cuidados permanentes, por eso mi tía se encarga de ella ¿Por qué no estoy con ella? Bueno, ella misma me dijo que viniera aquí, no quiere que sienta lástima por ella. No lo hago. De hecho a veces voy a visitarla.

- Entiendo... Debe ser duro pensar en ello.

- Bueno, no me quejo, después de todo, no es como si estuviera en el lecho de muerte, sólo está muy lastimada.

- Eso es un alivio.

- Sí.

- Oye, perdón, pero creo que debo irme, tengo que levantarme temprano a trabajar. Soy pescador. Debo agarra esos peces frescos por la mañana. Fue un gusto verte.

- Igualmente.

- ¡Adiós! ¡Buenas noches! -decía Jin alejándose.

- ¡Hasta luego!

Taehyung movía su mano en despedida, en seguida dejó de hacerlo.

Suspiró pesado y se encaminó de nuevo su casa.

Unas nubes grises se asomaban desde las montañas, otra vez.

- Definitivamente ya estamos en otoño. -dijo a sí mismo.

Y comenzó a caminar.

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Estaban a centímetros de cerca, Jimin dormido y Jungkook en su afán de plantarle un beso a esos labios que siempre le parecieron dulces y hermosos.

Perdóname tú a mí, Jimin, por este atrevimiento...

Se acercó más y...

No... No puedo.

Se detuvo.

Lo pensó mejor, y dio con la idea de que sería demasiado sin vergüenza de su parte aprovechar una situación así de vulnerable de Jimin. Sólo hubiera sido un beso, pero en ello estaba metido la integridad de Jimin, y él lo respetaba mucho.

En Un Sólo Camino (Jikook/Kookmin) PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora