O1

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Chan comía, ya su tercer sándwich en menos de media hora. Por la tarde sabría si los resultados de su inseminación habían sido positivos o negativos. Estaba tan nervioso que solo comía, era una manía que desde joven había adquirido y que nunca había podido dejar.

—¿Que te sucede?–La voz de Woojin a sus espaldas lo exaltó e hizo que se ahogara con la comida.

Comenzó a toser y el castaño le dio una botella con agua que bebió rápidamente, una vez que se recuperó miró acusadora mente a su ex esposo.

—Por que apareces así, casi me matas del susto.

—No exageres… te hice una pregunta, y no me mientas, algo te pasa no has parado de comer.

Odiaba que Woojin lo conociera tan bien como lo hacía, pero no le diría lo que le pasaba.

—No me sucede nada Woojin, y si así fuera seria mi problema, no tiene que importarte lo que me pase, si enfermo o muero, no te tiene que importar.

—No digas esas cosas ni en broma. Sí te pasa algo y es para que estés comiendo de esta forma, hace que me preocupe y mucho.

Chan no lo miraba a la cara. Sus palabras le hacían sentir cosas que ya no debía sentir, que ya no eran correctas, además, si Woojin miraba sus ojos terminaría de asegurarse de que algo le estaba pasando. El castaño lo conocía muy bien.

—No me sucede nada, de verdad–El timbre anunciando el término del receso y el nuevo comienzo de clases sonó, dándole la oportunidad de escapar de Woojin—Debo irme, nos vemos.

—Chan…–Sus palabras se vieron interrumpidas por el rubio, el cual había tomado su maletín, y habría salido corriendo del aula de profesores a su siguiente clase.

Woojin no podía enterarse de que su búsqueda de ser padre podía haber dado frutos, no por ahora. Fueron pareja, unos cinco años, después decidieron casarse, todo marchaba de maravilla en esos ocho años. Fueron la pareja más envidiada y querida de toda la universidad, juntos hacían la pareja perfecta.
A los dos años de casados Chan quedó embarazado, todo era alegría y felicidad, pero a los dos meses de forma sorpresiva y sin explicaciones perdió al bebé. Eso se repitió dos veces más. Perdió tres embarazos. El mayor sueño de Woojin era ser padre y a su lado no podía cumplirlo, fue por esa razón y para no causar más dolor, se alejó y se divorció de él.
Nunca dejo de amarlo y no creía dejar de hacerlo nunca, si bien cada uno retomó su vida, aunque el destino los puso de nuevo en el camino del otro hacía casi un año; el tema de volver a casarse y tener un hijo, es algo delicado para ambos, lo sabía aunque nunca haya hablado con el rubio al respecto. Fue mucho lo que vivieron juntos, jamás lo olvidarán. Pero saben que hay que continuar.

Chan estaba seguro de que Woojin se pondría feliz de saber que será padre como él, lo estaría si Woojin fuese a serlo, pero siempre habría un algo, porque juntos quisieron serlo, tres veces estuvieron a punto pero no pudieron.
Esa era la razón, además de que aún no estaba confirmado que estuviese embarazado y contarle a alguien haría que se entusiasmo cediera haciéndolo ilusionarse y puede no ser posible al final, eso pensaba Chan.

 

Una Vez MásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora