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Contra la pared, se encontraba el rubio apresado contra el cuerpo de Kim, quien se encargaba de devorar sus labios.

No querían separarse, se habían extrañado tanto. La falta de oxígeno dio su aparición, causando que ambos tomarán distancia, una casi nula.

La sensación de estar juntos de nuevo no podían explicarla, era simplemente único.

Chan le empujo suavemente, aún entre besos, haciéndole retroceder dirigiéndose a la habitación, mientras que con sus manos, desprendía cada uno de los botones de la camisa del castaño.

「◖🌷˖ ݁❟  ⊹࠭𓂃」

Chocando contra la puerta cerrada de la habitación; Woojin se separo para quitarle la parte superior de la ropa holgada que llevaba el contrario.

-Chan...- un jadeo se escapó de los labios del castaño, al contemplar el torso desnudo, con su lechosa y tentadora piel en la cual no dudaría dejar marcas.

Tomándolo por los muslos, Woojin se adentro a la habitación de rubio, dirigiéndose ,a pasos torpes, hasta la cama, dejándolo delicadamente en esta.

Por unos segundos le observó para después llevar sus manos al comienzo del pantalón jalando junto con su ropa interior .
Lentamente, disfrutando la tersa piel de las largas piernas de Chan.

-W-woo...

Quitándose sus propios pantalones prosiguió, ascendiendo por un camino de besos, comenzando desde las caderas, prosiguiendo con el vientre, deteniéndose allí por un momento, dejando un beso cargado de ternura y cariño el lugar donde crecía su bebé, porque a partir de ahora, ese bebé también era de él.

Con su boca lamió uno de los botoncitos rosado de Chan, mientras que con su mano pellizcaba y daba pequeños jalones al otro; recibiendo gemidos, jadeos y suspiros de satisfacción del rubio.

Siguiendo con el camino de besos, el cual se detuvo en su blanquecino cuello, dejando pequeños hematomas rojizos, a lo largo de su cuello.

-Te amo.

Susurro el castaño con una voz sensual, sobre el cuello del menor, causándole a este una corriente eléctrica recorrer desde las puntas de sus pies. Causando que un jadeo se escapara de sus labios.

-También te amo Woojin...

Un nuevo beso comenzó, el brazo del castaño se dirigió al pequeño mueble que estaba a la par de la cama, abriendo un de los cajones busco el lubricante; una vez que lo encontró, se posicionó entre las piernas del rubio.

Derramó un poco de este en uno de sus dedos para después posicionarse entre las piernas de su amante. El primer dedo ingreso; y Chan se tenso, sentía un poco de dolor e incomodidad; un gemido se escapó de sus labios mientras apretaba levemente las sábanas, mientras que el largo y huesudo dedo de Woojin se adentraba más en su interior.

Luego de unos minutos, el segundo dedo entro en si estrecha entrada, sacándole un gemido de satisfacción. Los dedos de Woojin simulaban movimientos de tijeras y penetraciones, rozando con la próstata de Bang, haciendo que uno tras otro gemido ahogado saliera de lo más profundo de su garganta.
Sin percatarse, un tercer dedo ya cía deseando más de aquella esquinita sensación, comenzó a mover sus caderas hacía atrás, auto-penetrándose y gimiendo a gusto.

La excitación de Woojin aumento aún más, al ver esa erótica escena. Sin aguantar más el dolor en su parte bajo, saco sus dedos del interior del rubio; recibido un quejido de este, para después comenzar a sacar su ropa interior y ser arrojada en algún lugar de la habitación, dejando a flote su miembro sumamente erecto. Tomo el lubricante y junto con el líquido pre-seminal lo esparció a lo largo de su miembro.

Se posicionó entre las piernas del menor, introduciendo lentamente la punta de su miembro, mientras los gemido de Chan daban su aparición.

Al estar completamente dentro, Woojin esperó a que el rubio le diera una señal para que pudiera continuar, disfrutando la sensación de como su miembro era exquisitamente apretado por las paredes internas del menor.

-¡Ngt!D-duele..

El castaño se acerco a los labios del menor, dejando uno que otro beso, intentando hacer que se distraiga del dolor.

Luego de unos minutos entre besos y caricias a su mejilla, Chan comenzó a mover sus caderas, dándole el permiso a Woojin, para comenzar a moverse. En un vaivén lento los jadeos del menor se hicieron presentes. Mientras que con sus manos apretaba fuertemente las sábanas, tornando sus nudillos de blanco.

Woojin dirigió sus labios a las clavículas del pálido, dejando diversas marcas, en dicho lugar.

Sin soportar más la excitación sus estocadas se volvieron más rudas y certeras. No le tomo mucho tiempo encontrar la próstata del menor, ya que un fuerte gemido se escuchó en toda la habitación.

Con un poco más de rudeza y rapidez penetró la próstata del pálido.
Causando que este se refugiarse en su pecho, y dejase las marcas de sus uñas en la ancha espalda del castaño

Sus pieles brillaban por la fina capa de sudor, lo único que se podía escuchar en toda la habitación eran los sonidos obscenos que hacían sus pieles al chocar, los jadeos y gemidos de ambos junto con el rechinar de la cama.

La mano de chan se dirigió a su miembro erecto y con líquido pre-seminal saliendo de el, ya le faltaba muy poco para llegar al clímax, pero no llego ni a tocarlo, que la mano de Woojin la había apartado, la mano del castaño se envolvió alrededor del miembro, y al mismo ritmo de las embestidas fue bombeando el miembro erecto del rubio.

Gimiendo el nombre del castaño y arqueando su espalda Chan llegó al clímax. Woojin jadeo al sentir como su miembro fue apretado exquisitamente por las paredes internas de su amante. Un par de embestidas más bastaron para que Woojin llegase al clímax, jadeando el nombre del rubio, mientras bañanba con su esencia el interior del menor.

Suavemente se dejó caer sobre el pecho del pálido, siendo inmediatamente abrazado por este.
Mientras ambos intentaban regular su respiración. Con sus últimas fuerzas el castaño tomo la sábana que estaba a punto de caer al suelo; cubriendo ambos cuerpos desnudos.

-¿No le he hecho daño?

-No, estamos bien.

Una boba sonrisa sonrisa se formó en los labios de Chan, ante la preocupación que emanaba el castaño hacía el y su bebé.

Se fundieron en un nuevo beso nuevamente, Woojin salió delicadamente del interior del pálido y se recostó al costado de Chan, atráyendolo a su pecho, apoyando el la cabellera rubia, y rodeando con sus brazos el cuerpo del menor.

-Esto no es un sueño ¿verdad?-Indago el castaño mientras que con una de sus manos repartía carias en la cabellera rubia.

-No lo es, espero que mañana puedas recordarlo digo, estabas borracho

-Estaba, nunca me olvidaría de esto, fue maravilloso

Se quedaron en silencio por unos largos minutos, disfrutando de la sensación de estar junto al otro nuevamente.

Mientras que la mano de Woojin seguía repartiendo caricias a las hebras rubias, decidió romper el cómodo silencio.

-Channie....quiero acompañarte a tu primer ecografía

-¿Qué?- Levantó su cabeza, saliendo de su escondite, para así poder mirar los ojos de Woojin, los cuales demostraban cierta timidez y ternura al mismo tiempo.

-Y-yo quiero estar contigo en todo momento importante de tu embarazo, se que este bebé no es mío, pero me es imposible no encariñarme con él.

Chan sintió sus ojos picar, Woojin quería conllevar con aquella responsabilidad junto a él, aún que el pequeño ser, no fuera de él, quería hacerse cargo de su bebé.

Una sonrisa basto para saciar la duda de Woojin, nuevamente se unieron en un beso, un distinto a los otros; único cargado de timidez, dulce y con cariño y por sobretodo lleno de amor.

A la falta de oxígeno en sus pulmones ambos se separaron, y Chan se refugió en el cuerpo de Woojin, y el nombrado lo abrazo pegándolo más a su cuerpo. Temiendo de dejarlo ir nuevamente, pero eso no pasaría, no ahora, ambos se tenían nuevamente tanto física como emocionalmente.

Una Vez MásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora