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A la mañana siguiente, el primero en despertar fue Woojin
Lo primero que su campo de visión captó, fue el rostro de Chan, que  seguía durmiendo, el cual hacía muecas extrañas mientras dormía.

A su mente llegaron muchos recuerdos, uno en especial; su primer despertar, junto a su bonito novio. Uno de los más maravilloso y un poco graciosos despertares de su vida.

Aunque más que parecerle gracioso, le parecía malditamente tierno. Le enamoraba tanto, que sin siquiera intentarlo, pudiera actuar lindo.

Depósito un beso en su mejilla y comenzó a removerse levemente, mientras, salía cuidadosamente de la cama, con cuidado de no despertarlo.

Fue hacia el baño y se lavó la cara y los dientes para luego ir a la cocina y preparar el desayuno.
Unos veinte minutos más tarde volvía al dormitorio donde Chan continuaba durmiendo plácidamente.

Había preparado café y unas tostadas con mermelada, era algo básico no era bueno en la cocina pero lograba sobrevivir.

Dejó la bandeja en la mesa de noche que estaba a la par de la cama, tomó una de las dos rosas que había colocado como decoración, que el mismo la había obsequiado al rubio días atrás.

Se acostó con cuidado en la cama y comenzó a pasar la rosa por todo el rostro de Chan, quien arrugaba la nariz por las cosquillas.

-—Cariño~ despierta~

—Hmm...

—Vamos, cielo, abre tus ojitos~

Chan, poco a poco los abrió, siendo cegado por la luz de la mañana, llevando una de sus manitas a sus ojos, para después frotarlo con estos y esperar un poco a que sus ojos se acostumbran a la luz.

Al aclararse su visión, lo primero que sus ojos divisaron, fue el sonriente rostro de Woojin, con una rosa en mano, muy cerca de su rostro.

—Buenos días, precioso~

Chan tomó la rosa de las manos grandes del moreno, la acercó a su nariz e inhaló el delicioso aroma

—Buenos días.

Poco a poco acercó su rostro al del moreno. Por unos segundos acariciaron sus narices juntas para luego dejar un pequeño beso en los belfos del contrario.

Al separarse Chan río un poco y llevó una de sus manos a su cara tapándose.

—¿Que sucede? -Woojin le preguntó mientras reía por su comportamiento

—Recién despierto, tengo mal olor.

Trepando encima suyo le quitó las manos de la cara y lo besó apasionadamente. Chan no puso resistencia y correspondió el beso, sin importarle el aliento matutino.

—Sabes delicioso– Dijo después de separarse y bajar su cabeza al cuello del pálido y repartir besos en aquel lugar. Chan ladeó su cabeza para dejarle más espacio. Pero se sorprendió al sentir al castaño picarle su vientre y hacerle cosquillas. Lo que causó que soltara una carcajada tras otra.

—Ba-basta... De-déjame–Dijo apenas, ya que su risa le impedía hablar, Woojin sabía que el era muy sensible a las cosquillas, su risa llenaban el ambiente, alegre y...escandalosa. Luego de unos segundos Woojin se separo y Chan respiró aún soltando sus últimas risitas.

—Eres precioso

—No lo soy en las mañanas

—Lo eres en las mañanas y siempre...

El pálido soltó una pequeña risa, y ladeó su cabeza y vio la bandeja que se encontraba reposada en su mesa de noche.

Volteo nuevamente su cabeza, ahora mirando a Woojin.

—Veo que preparaste el desayuno

Sonrió cálidamente para el castaño, en casi toda esas veces que el moreno preparaba el desayuno, siempre hacia lo mismo, pero para Cham era el mejor y el más delicioso de todos los desayunos, ya que él lo hacía con todo su amor solo para él.

Se alimentaron mutuamente entre una tranquila plática. Más tarde se ducharon juntos, Woojin trataba a Chan como un bebé –por que según Woojin Chan si es un bebé–, lavó su cuerpo y cabello suavemente entre caricias y besos. Al terminar, lo envolvió en una toalla y seco su cuerpo, lo vistió y peinó su cabello. Al rubio se le escaparon lágrimas por momentos, Woojin era tan amoroso con él, no se arrepentía de volver a aceptarlo.

Por un momento lloró de tristeza aunque lo escondió en una pequeña sonrisa. Si tan solo pudiese tener un bebé, sabía que sería suficiente para agradecerle a Woojin por todo lo que hacia por él. La vida era injusta.

—Cariño~, no llores, aunque lo hagas por felicidad no me gusta verte derramar lágrimas. Tu eres mi todo, quiero verte feliz siempre.

El moreno llevo sus manos y las puso en cada mejilla del rubio, limpiando cada rastro de aquel líquido salado, para después rodearlo con sus brazos mientras repartía caricias por las hebras rubias que tanto amaba.

Aún permanecía el dolor de la reciente pérdida, lo sabían bien. Perder un hijo era, tal vez lo más doloroso en la vida, nunca se superaba. No eran masoquistas o desalmados, pero el dolor jamás les abandonaría. La vida continuaba, con o sin dolor. Se tenían a ambos y por ellos mismos lucharían con el dolor día a día.


「◖🌪️˖ ݁❟  ⊹࠭𓂃」

Hoy descubrí que mi terapeuta es Stay.
Sus bias son Félix y Woojin.
Además, Creo que encontró mi usuario.
¿Hora de escaparse del país?
Tal vez...

Dejando mi drama de lado....¿Como están? ¿Les Pasó algo nueva en esta cuarentena?

Una Vez MásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora