Una Vez Más

20

Woojin caminaba de un lado a otro frente a la habitación en donde se encontraba HyunJin y Chan, verificando que el australiano estuviera bien. Ya llevaba unos largos diez minutos esperando, y la desesperación comenzaba a aparecer.

Estaba muy preocupado por Chan y su bebé, se sentía muy mal y arrepentido por haberle gritado y hacerlo enojar... solo que los celos y enojo lo cegaron.

Aún estaba herido y desilusionado con el rubio, pero nunca podría odiarlo, aunque quisiera hacerlo nunca podría, así como quiso hacer que el australiano se sintiera "mal" dándole celos con Jiwoo, como él le hacía sentir cada vez que lo veía siendo cariñoso con HyunJin o BamBam; pero no pudo hacerlo.
Era un total idiota.

La puerta por fin fue abierta y lo primero que sus ojos vieron; fue el rostro neutro del alto doctor.

De por sí, detestaba la actitud que este tenía con Christopher, pero acababa de descubrir otra cosa más que odiaba y eso era su rostro, el cual, casi siempre estaba sin expresión alguna o con unos aires de; "Si te acercas te golpeare Kim"

—¿Cómo está?, ¿Cómo está el bebé?, ¿Están bien?

Su corazón pareció detenerse, una fina capa de sudor, brillaba en su frente y las palmas de sus manos comenzaron a humedecerse.

—Ambos están bien.

Sintió que el alma le regresaba al cuerpo y pudo respirar otra vez. Si algo le hubiera pasado a Chan o al bebé por su culpa nunca se lo perdonaría.
Por culpa de sus tontos celos y actitud infantil su rubio y bebé estuvieron en peligro.

—Pero debes saber que lo que hicieron no fue bueno, esta vez al bebé no le sucedió nada pero puede que en otra ocasión no tengan tanta suerte, Channie no debe estar alterado ni esforzarse demasiado, eso le puede hacer mal al bebé, su embarazo es algo delicado

Odiaba admitirlo, pero el alto tenía razón.
Sintiéndose como un niño pequeño ser regañado por su madre, asintió testaruda mente.

—Si, lo se, no se volverá a repetir

—Eso espero, esta dormido, pero debe descansar y estar en cama por lo menos hoy, no seas un completo idiota y cuidalo, voy a golpearte si Chan me llama y me dice algo al respecto.

Se sintió un poco cohibido, sabía que aquello no eran simples palabras que serían olvidadas, y el tono en el que fueron usadas se lo dejó muy en claro.

Algo le decía que tenía suerte de no ser golpeado en ese instante, sólo por qué se encontraba en su propia casa. Algo irónico, ya que cierto miedo se género en el castaño, cuando el podía sacarlo a patas de su casa, pero no lo hizo, sólo asintió cabizbajo y lo acompañó hasta la puerta.
Antes de subir nuevamente a su habitación, indico a una de las empleadas del lugar, que preparara un poco de comida para el rubio.

Chan dormía tan tranquilamente, igual a un pequeño bebé, un hermoso y tierno bebé, lo que causaba que el castaño no dejará de mirarlo.
era muy tierno, aún con las bolsas oscuras bajos sus ojos que le tenían preocupado.