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El gran día habría llegado, esa mismísima mañana sería la primer ecografía,

Chan estaba demasiado ansioso y asustado.

—Channie.

La voz de Woojin resonó en todo el apartamento junto con el sonido de la puerta cerrendoce a su espalda.

—¡En la cocina!

grito el rubio mientras juntaba los servicios sucios que habría ocupado en su desayuno.
A los pocos minutos Woojin entro a la cocina.
acercándose a Chan, con una pequeña sonrisa en su rostro, mientras dejaba un beso fugas en sus labios, mientras que con sus brazos abrazaba la cadera del rubio sin ejercer mucha presión.

—Buenos días

Susurro mientras dejo en pequeño besito en el cuello del rubio, ganándose una pequeña risita de su parte.

—Muy buenos días

Dejando un beso de piquito, en los labios del castaño, el rubio rompió el abrazo y se dirigió al lavabo junto a las cosas sucias y prosiguió a lavarlas

Woojin solo se paró a su lado a  contemplarlo.

—¿Esta muy lejos la clínica?

—Son unos quince minutos, depende del tráfico

—Cuando venía, no estaba muy movido, debemos irnos antes, si no queremos que nos quedemos atrapados allí.

Chan asintió y coloco el plato en su correspondiente lugar, para después sacarse los guantes y secarse las manos, con una pequeña toalla que estaba a su alcance.
Una vez que terminó su acción, se abalanzó para abrazar el torso del castaño y refugiarse en su pecho.

—¿Estas bien?

Los brazos de Woojin lo atrajeron más a su anatomía, mientras apollaba su cabeza en las hebras rubias.
Y proporcionaba carias a lo largo de la espalda de su amante.

—Si, sólo que me encuentro algo nervioso y....tengo un poco de miedo

Woojin rompió su abrazo y llevó a la sala, sentándose en el sofá, y haciendo que el rubio se sentará en su regazo.

Sin negarse, Chan acepto gustoso, escondiendo su rostro entre el cuello y hombro del Castaño, aspirando el aroma tan masculino que este emanaba.

—No tengas miedo, todo estará bien, en unos cuantos meses lo tendrás en tus brazos, no podrás dormir porque llorará por las noches y tendrás que levantarte a alimentarlo, vas a enloquecer por todos los juguetes que habrán tirados por todas partes.

Chan soltó una pequeña risita, mientras negaba divertido. Woojin siempre tuvo la capacidad de calmarlo con sus palabras y bromas

—Y llamaré a ti para que le cambies el pañal.

Salió de su escondite y miro al mayor a los ojos.

—Cre-creo que la idea de que conozcas a alguien no es tan mala...

—Idiota– Rió el rubio, mientras dejaba un golpe sobre el hombro del castaño.

—No quiero verte triste¿Bien?, hoy no es un día para estar así, no debes tener miedo, estaré allí para ti siempre ¿si?

Asintió y cerró sus ojos cuando el castaño depositó un beso en su frente y le apretó mas contra su pecho.

Permanecieron en esa posición por unos minutos, brindándose apoyo y cariño.

「◖🌪️˖ ݁❟  ⊹࠭𓂃」

Faltando veinte minutos para la consulta salieron de la casa.

Una Vez MásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora